''Remain calm, serene, always in command of yourself. You will then find out how easy it is to get along''
Paramahansa Yogananda
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[Narra Napoleón Solo:]
Me desperté despacio, estirando mi brazo con la intención de encontrar a Elektra acurrucada a mi lado, ya me estaba acostumbrando a tenerla entre mis brazos cuando me despertaba. La cama esta vacía, su sitio se sentía frío, como si nadie hubiese estado allí.
Abrí los ojos, preocupado, buscándola por la habitación. La encontré a los pies de la cama, ya vestida, parecía que estaba calzándose.
Hola.- Susurré, con la voz ronca por el sueño, elevando mis brazos encima de mi cabeza para desperezarme.- ¿Qué haces despierta ya? ¿No dormiste?
Buenos días, Leo.- Se giró a mirarme, y lo primero en que me fijé era que además de estar preciosa parecía cansada, siempre lo parecía.- Sí, me levanté hace un momento. Acabo de ducharme.
Pareces cansada, ¿por qué no duermes un poco más? Todavía es muy pronto y no es que tengamos mucho que hacer.- Me acerqué hacia ella, hasta rodearla con mi brazo.- ¿Qué tal la herida?
Estoy bien.- Su cuerpo se dejó caer contra el mío, como si se hubiese librado de todas sus preocupaciones.- Estoy muy bien.- Susurró, apoyando su mejilla contra la parte superior de mi pecho, que estaba descubierta pese a llevar camiseta.- Me gustaría dormir pero hay noticias de Burrell. El micro que pusimos en las cajas de armamento le captó diciendo que iban a vender todo a los rusos mañana. Tenemos que actuar hoy por la noche y robar los documentos.
¿Ya?, ¿Y luego qué?.- Me acababa de dar cuenta de que mi tiempo con ella era más limitado del que creía, así que la abracé con fuerza, queriendo aprovecharlo.- ¿Qué hará la infame ангел después de esto? ¿salvar otro país?, o quizás acabar con alguna milicia terrorista.
Eres gracioso.- Se mofó, apartando su mejilla de mi pecho para mirarme a los ojos.- Pues no lo sé, supongo que puedo tomarme unas vacaciones.
Muy bien, y ¿dónde nos vemos?.- Pregunté, medio en broma. Me iría con ella si me dejase, aunque era preocupante pensar lo mucho que me importaba.- ¿Prefieres la playa o la montaña?
Napoleón.- Bufó, con una sonrisa que intentaba disimular.- Es tarde, levántate, tenemos trabajo.
Se escapó de mis brazos antes de que pudiese impedirlo, y lo intenté.
Elektra, vamos, en cuanto terminemos este trabajo ya no seremos compañeros. ¿No quieres fingir ser mi esposa durante un tiempo más?
Uy, sí. Es mi trabajo soñado.- Gritó sarcásticamente desde el baño, yo me reí.- Aunque podía hacer sido peor.- Eso lo dijo en voz baja, pero la escuché con claridad. Cuando volvió a entrar en la habitación llevaba los labios pintados de rojo glam, un color que le favorecía.- Vamos, marido mío. Yo voy a hablar con Gaby e Ill, prepárate, sí?.- Se acercó y dejó un beso en mi frente que me dejó aturdido.
Tenía la impresión de que ella estaba fingiendo, y no me gustaba que lo hiciese conmigo.
Cuando ella volvió, acompañada de peligro y Gaby yo ya estaba listo, leyendo tranquilamente el periódico en el sofá.
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The Coldest War
RomanceUna nueva conspiración que pretende acabar con el mundo, tal y como se conocía hasta el momento. ¿Podrán seguir trabajando juntos Rusos y Americanos, o sus diferencias acabarán por romper el grupo? ¿Podrá resistir el frágil vínculo que los une? ¿Ha...