TE ODIO MIN® YOONMIN

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Si, lo se me valió madres el horario de actualizaciones está ultima semana ):
Prometo respetarlos a partir de ahora, el lunes subí Omegaverse en vez de esta por la emoción de 100k 😭 aun no lo supero, bueno no las interrumpo y las dejo leer. 🖤

Desperté con un par de brazos alrededor mío. Gire el rostro y me encontré con un Min Yoongi durmiendo plácidamente. Su piel era algo impresionante a mi parecer. Tan blanca y suave. Sus pequeños labios iban acorde con sus pequeñas facciones. Las pequeñas pequitas de sus mejillas lo hacían ver tierno.

—No me mires tanto que me desgasto, pastelito.

Y ahí es cuando la ternura desaparece en cuestión de segundos.

—¿Qué hacías? Se que soy hermoso, no es necesario decirlo—Habló aún con los ojos cerrados.
—Rodé los ojos.—Ajam~
—¿Lo niegas?—Abrió sus ojos y me miro con falsa indignación cuando asentí.—Es malo mentir pastelito.
—Creo que deberías de decírtelo a ti mismo—Dije divertido.
—Auch—Hizo puchero.— Me dueles Parkie.
—Cállate—Rodé los ojos.
—Cállame—Sonreí y agarre una almohada lanzándosela en la cara.—Sutil manera de malograr un típico cliché de rayita.
—El cliché no es lo mío, eso es de básicas—Me mire las uñas.
—Si tu lo dices cariño...

•••

—¿Café?—Pregunto mi madre sacando tres tazas.
—Si, gracias Sra. Park—Habló sentándose en la mesa.
—Te digo que me llames Hyerin—Sonrió poniendo su taza delante de él.
—Gracias Hyerin—Sonrió.
—Si mamá, gracias por servirme a mi también—Dije sarcástico y hice un puchero.
—Jiminnie, puedes servirte tú sólo—Sonrió divertido.—Usted descanse Hyerin.
—Cállate—Lo mire mal y me dispuse a servir mi desayuno.
—Yoongi es tu hyung Jimin, debes usar los honoríficos—Regaño mi madre.
—Eso es sólo para a quien yo respete—Me alce de hombros.
—Me dueles pastelito—Colocó su mano en su pecho y cerró los ojos fingiendo dolor.
—Es un placer—Sonreí y me senté, lamentablemente a su lado.
—¿Cómo va la universidad Yoongi? ¿Ya hiciste amigos?
—Si, de hecho ya conocía a algunos chicos de ahí—Sonrió y llevo una mano a mi pierna, me tense.—¿Verdad Jimin? Cuéntale a tu madre como nos conocimos—Acarició mi muslo haciendo que me diera un escalofrío por todo mi cuerpo. Y más aun cuando; su mano, lentamente subía, por toda mi pierna.
—O-oh yah—Tartamudee nervioso.—Nos conocimos porque él quizo aprovecharse de mi—Le apreté la mano haciendo que lancé un quejido.
—¿Estás bien Yoongi?—Preguntó mi mamá preocupada.
—Si Hyerin, todo bien—Sonrió forzadamente.—No quería aprovecharme, él se lanzo a mis besos digo, brazos.
—Le pise por debajo de la mano haciendo que gima de dolor.—C-cállate—Dije frunciendo el ceño con las mejillas sonrosadas.
—Buena forma de conocerse tienen los jóvenes de ahora—Bromeó mi madre quien me guiñó el ojo.

¿Qué clase de madre te incita a coquetear con un chico?
Hyerin Park señores.

—Nosotros nos conocemos, muy bien—Sonrió pícaro haciendo que me atragantara con un trozo de fruta.
—¡Jimin!—Mi madre se alertó.—¿Estás bien? Te serviré agua—Se levantó.
—Recibí una palmadas en la espalda.—Más tarde te puedo palmear otra cosa~—Susurró y bajo su mano.
—Yoongi...acércate—Arrimó su silla—Más—Se coloco a mi lado rozando mi brazo. Me acerqué a su oído y susurré.—Imbecil.
—Toma hijo—Me tendió el vaso.
—Gracias Omma—Sonreí y bebí un poco.

Continuo el desayuno y Yoongi seguía medio anonadado aún lo cual, era gracioso. Todo estaba bien hasta que una mano se volvió a posar pero esta vez no en mi muslo si no que directamente en mi entrepierna.
Di un saltito del susto y lo mire, este solamente sonrió. Mire a mi madre y ella estaba concentrada en su celular como para darse cuenta del mundo.
Su mano comenzó a acariciar por encima de mi pijama dando leves apretones. Ahogue un gemido. Pero no pude retener otro y aún más cuando su mano yacía en dentro de mis bóxers.

—Ah~
—¿Jimin estás bien?—Preguntó dejando su celular a un lado.
—Ah, q-quema—Sople mi taza que en realidad ya estaba vacía.
—Ten cuidado hijo—Se levanto y Yoongi retiró su mano con una sonrisa en el rostro.—Me tengo que ir a trabajar cariño, hoy cubriré a Yun así que prepararás la cena—Beso mi frente y la de Yoongi.—Nos vemos chicos, cuídense.

Cuándo la puerta de la entrada se cerró digamos que se armo un ambiente de calor en la cocina.
La erección que tenía en estos momentos dolía, el hecho de que mi madre podría habernos descubierto lo hizo excitante. Pero eso no quita que pude estar en una vergonzosa situación.
¿Quieres jugar Min?
Juguemos.

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