Baile*

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Sentado en su silla de ruedas sentía el peso de la edad pasando la cuenta.

Recordaba su vida alrededor de los 20 como si hubiera sido un sueño, un tiempo surrealista lleno de memorias borrosas, momentos emocionantes.
Una época de diversión y pasión para con su trabajo que de un día para otro parecía difuminarse en su mente.

Recordaba haber tenido compañeros, y amigos, a quienes jamás volvió a ver, y sin embargo el anhelo para con aquellos tiempos le hacían pensar que las vivencias que pasaron juntos valían la pena recordar, pero difícilmente se formaban vagas formas en su mente.

Y de repente, no había más memorias.
Todo se disipaba en una cortina de humo, como si hubieran cortado de tajo un pedazo de la película de vida, y él apareció en el medio de una enorme ciudad sin saber más que su nombre.

Pero se veía a sí mismo trajeado, en una hermosa sala estilo gótico, una deleitable música sonando en el fondo de la habitación.
Se veía a sí mismo nervioso, sobando sus manos insistentemente, desacostumbradas a la falta de guantes.
Una chica preciosa enfundada en un vestido blanco, dándole la espalda mientas miraba a una enorme bestia de cara angelical en un adorable smoking.
Sentado nota el movimiento de una figura que le tiende la mano, y él acepta la invitación

-Por favor, acompáñame a bailar por ésta noche-

Se dejó guiar en esa ocasión, sacando a un lado la torpeza y la conmoción de no saber dónde poner las manos.
Bailando por toda la extensión del lugar con pasos lentos y acompasados, bailando ligeros, dejándose envolver por el momento tan ameno y la calidez de su compañero, sintiéndose flotar en medio de la música y los "Te amo" susurrados en su oído.

Aún con la mente en un tiempo diferente sintió sus lágrimas caer, abrumado, y lloró esa noche hasta quedarse dormido.

Despertó inseguro de la hora que era.
Dirigió la mirada a sus manos, donde no encontró arrugas ni manchas.
Se miró a sí mismo elegantemente vestido, en un lugar bien conocido, y se sintió más lleno de vida que en cualquier otro momento.
Sintió su corazón dar un vuelco de alegría cuando el hombre al que había olvidado apareció frente a él.

-Black Hat- susurró, levantándose de la silla en un cuerpo que fue suyo hace mucho tiempo, emocionado con una sonrisa resplandeciente y lágrimas de alegría adornándole la cara -Te estaba esperando-
Espero emocionado mientras aquel ser sobrenatural se acercó a él, ofreciéndole una mano que tomó sin dudar.

-Por favor, acompáñame a bailar por toda la eternidad.-









Éste capítulo fue especialmente complicado de escribir, porque al final releyendo una y otra vez la historia ésta fue la mejor versión que pude hacer.

La trama: Un anciano Flug duda sobre su pasado, no sabe si lo que recuerda es verdad o una alucinación de su senil mente. Y de repente al despertar se encuentra con una visión de fantasía con una oportunidad que no está dispuesto a dejar pasar, aún a sabiendas de lo que significa aceptar ese último baile con el diablo.

Ésta pareja da para mucho, y espero poder haber transmitido las diversas facetas en las que los puedo ver, compartirles un poco las versiones de ellos que quería dar a conocer.

Espero que hayan podido disfrutar con éstas historias, que les pudiera sacar una sonrisa o algunas lágrimas, que pudiera hacer dar un vuelco a sus corazones por la emoción.

Gracias a todos por acompañarme hasta éste momento <3

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