Apreciar las cosas simples de la vida es fácil cuando tienes compañía.
Los sentimientos florecen y lo más básico se complica en los momentos más inesperados, así que mejor dejarse llevar y disfrutar de la experiencia
Serie de 30 historias sin co...
Las reglas en la mansión eran tres. Tres y ninguna más.
Número uno, nadie cuestiona a Black Hat. Cualquier orden es cumplida sin dudar, en el momento en el que lo quiere en la forma en la que quiere.
Número dos, ni quejas ni lloriqueo ni gritos, gemidos o ruidos molestos que puedan perturbar sus momento de intimidad. Estaba apenas dispuesto a soportar el alboroto causado por la triada de idiotas en cualquier otro momento.
Número tres, sin importar nada, absolutamente nada, nadie podía irrumpir en su cuarto, así la tela de la realidad misma se estuviera desgarrando.
Por eso cuando Flug se encontró a si mismo rompiendo solo una de las reglas pensó que sería su último día en la tierra.
La orden era simple, crear un rayo antigravitacional pero a cambio todo lo que obtuvo fue un estúpido dispositivo que ningún infeliz estaría dispuesto a comprar.El castigo, completamente justificado. -Sin lágrimas Dr. Fug. Ni un solo ruido de su boca. En éste momento debería estar disfrutando de mi privacidad, pero a cambio estoy aquí, castigando la insolencia de un científico mediocre que se atrevió a cuestionar mis órdenes-
Ni si quiera podía justificarse, nunca le dejaría explicarle que el dispositivo fue hecho para probar la tecnología, y el plazo de tiempo fue simplemente incumplible.
Las reprimendas eran simples, métodos de tortura siempre físicas, el daño emocional era algo que prefería reservar para 5.0.5., no podía permitirse romper la mente de alguien que requería de plena conciencia para cumplir sus pedidos.
Frente a él sentado en un solemne trono de madera negra, con una copa de vino en una mano y su herramienta de castigo en la otra, recargada sobre su regazo, Black Hat lo miró expectante.Retiró su bata con pesar, quitó sus guantes y camisa para ponerse de rodillas frente a él.
-S-señor, yo...-
Slap
La fusta se movió con rapidez contra su cuerpo, la piel enrojeció al instante y de sus labios un gemido de puro dolor se manifestó.
Slap
Un segundo golpe el cuál pudo ahogar en una expresión de dolor -Ningún sonido, ¿No fui claro?-
Bajó la cabeza y respiro hondo, pensando en el largo rato que se vería forzado a pasar en el baño (De nuevo) tras el evento, pero no tenía caso resistirse. Se preparó para un impacto, marcado claramente por la mano enguantada que se alzaba. Golpe tras golpe su piel se volvía más sensible, cada impacto dolía más que el anterior y cuando no quedaba zona de su pecho, abdomen y hombros que no hubiera sufrido daño el villano hizo un pequeño descanso para invocar la botella del vino que probaba y servirse otra copa.
La sensaciones de su piel curtida, el ardor que le quedó tras la sesión y el hormigueo constante comenzaban a sentirse increíblemente delicioso, y supo que cuando decidiera continuar tendría que romper la segunda regla.
Black Hat tomo un trago y miró su copa, catando el vino. Miró al hombre frente a sí y el llamado de la piel herida pisó fuerte dentro de él.
Se emocionó por primera vez en mucho tiempo (¿Cuando lo había castigado por última vez?). Tomó la fusta y la baldío con fuerza hacia el cuerpo del doctor. Un gemido cargado de algo completamente diferente al dolor se escuchó en la sala, la sonrisa de colmillos se hizo presente, ni el siguiente golpe ni los que le siguieron se hicieron del rogar, los ojos cerrados le permitían al joven poner toda su atención en las sensaciones que provocaban, el ruido emitido producto de las mismas no hacían más que alentarlo a continuar. -Tal vez le gustaría acompañarme en una actividad más apropiada para su estado Doctor- Dijo mientras los impactos aminoraban la fuerza y velocidad que habían tomado para llevar un ritmo más tranquilo -Tendrá la oportunidad de presenciar la elegancia hecha habitación-
Señor, ¿En qué se había metido? Nunca espero ocuparse de su asunto mas que con sus propias manos -¡Ah! Jefe ¡ngh! Señor, usted nos tienen prohibido...-
-¿Eres un villano o no? Una vida de crimen nos ha llevado a quebrantar más de una ley- Se levantó, acarició la piel ajena con sus manos, sintiendo el estremecimiento bajo su palma. Le hizo levantarse, rodeó su cintura y jugueteó con los dedos por el borde de sus caderas, la boca ansiosa por clavar sus dientes en la piel lastimada hasta causar heridas mas adecuadas. -Además las reglas están para romperse-
Se que es tarde (Al menos en Mexico son las 11 de la noche) PERO la verdad no planeaba escribir nada hoy.
Pasa que la inspiración, tan extraña como ella sola, me llego al momento de ver éste meme:
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I know, muy wtf xD Pero la idea me gusto, lo escribí y estoy satisfecha por ahora, aunque realmente no funciono muy bien a partir de las 9:30
