Load up on guns
Bring your friends
It's fun to lose and to pretend
She's overboard, self assured
Oh no I know, a dirty wordHello, hello, hello, how low [x3]
Hello, hello, helloNirvana - Smells like teen spirit
Empezamos a caminar hacia la fiesta y Natalie no hace más que pedirme que no vaya tan rápido.
-Si es que... para qué te pondrás esos taconazos... -le digo casi en un susurro mientras freno un poco el paso para que me pueda alcanzar.
-¿Nunca te han dicho eso de "para presumir hay que sufrir"?- me dice tocándose su larga melena y colocándosela detrás del hombro.
No le doy más vueltas al asunto porque esto ocurre todos y cada uno de los días que vamos a alguna fiesta, así que estoy acostumbrada a tener que lidiar con lo mismo siempre.
Después de estar 45 largos minutos andando y soportando las quejas de Natalie, por fin llegamos a casa de Mike. Mike es uno de los tíos más guapos y populares del instituto, juega en el equipo de futbol y la verdad es que no se le da nada mal, así que por eso no es de extrañar que toda su casa este llena de gente del insti. Según llegamos veo a unos cuantos fiesteros, por decirlo de una manera suave, despatarrados en el suelo. Miro las caras y se me hacen familiares. Claro, son Chase y su grupo de borrachos (no sé cómo se lo montan, pero siempre acaban borrachos a los primeros 5 minutos de empezar la fiesta). Avanzamos hacia la puerta pero no sin antes pisar unas cuantas botellas de cristal que están tiradas por ahí. Menos mal que llevo zapatillas y no corro el peligro de cortarme con algún cristal, no me apetece llegar a la fiesta y tener que irme a urgencias sin haberme emborrachado ni un poquito. A Natalie no le queda más remedio que agarrarse a mí como una lapa para no clavarse nada y jodernos la noche.
-Si, claro, para estar guapa hay que sufrir, y yo estoy sufriendo un dolor de espalda llevándote, que flipas- la digo con dificultad. La muy cabrona esta delgada pero pesa una tonelada.
Cuando conseguimos llegar a la puerta la aparto rápidamente sin una pizca de cuidado y ella por poco pierde el equilibrio, pero consigue recuperarlo y no hacer el ridículo cayéndose delante de toda la gente. No me quiero imaginar cuando beba unas cuantas copas... espero que encuentre un tío amable que la saque en hombros de la casa porque no creo que pueda mantenerme ni yo misma. La música de la casa está a tope, se mete en mis oídos haciendo que, inconscientemente, mi cuerpo empiece a moverse al ritmo de la canción que retumba por todos los sitios. La casa está a rebosar así que supongo que me tocará estar como una sardina enlatada entre la muchedumbre, aunque para ser justa, si es rodeada de chicos, me da bastante igual. Más bien, estaría encantada de ser una sardinita alrededor de ellos. Natalie me coge del brazo y tira de mí para abrirnos paso hasta la cocina, donde seguramente habrá tanta gente como en la sala. Empezamos a movernos y a pegar empujones a la gente, algunas chicas nos devuelven el empujón pero yo me limito a pasar. Al fin llegamos a la cocina, y como era de esperar está llena de gente y de humo. Se conoce que todo el que fuma se ha puesto de acuerdo para meterse en los cuatro metros cuadrados que mide la cocina. Con tanto humo, mi "mono" llama a la puerta, así que me enciendo un cigarro para calmarlo, a pesar de haberme fumado uno antes de entrar a casa de Mike. Tengo que dejar de fumar tanto, me digo a mi misma, aunque sé que no lo voy a cumplir.
Dejo el cigarro apoyado en la encimera y cojo dos vasos rojos de coca-cola de encima de una estantería, agarro la botella de Tequila que aún está por la mitad y me lleno más de medio vaso. Luego cojo un Red Bull de la nevera que, por suerte, está al lado mío; sino creo que hubiera preferido beberme el Tequila a palo seco antes de tener que pasar entre toda esta gente hasta la nevera. Relleno lo que queda de vaso con la bebida isotónica y lo dejo en la encimera por si alguien más bebe esta delicia y necesita echarse. Busco a Natalie para darle su vaso, pero cuando me giro la veo hablando con un tío de pelo castaño. El chaval está de espaldas, así que no puedo identificar quién es, pero por la sonrisa tonta que está poniendo Natalie supongo que esta bueno. Mi mejor amiga me pilla mirándola y me doy cuenta que estoy parada con dos vasos en medio de toda la gente observándoles. Me hace un gesto para que espere y pasado un minuto se acerca a mí.
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LOVE IS A BITCH
JugendliteraturHe cambiado sin quererlo. Ya no soy la misma de ayer. Y no sabía que un desastre podría llegar a recomponerme de nuevo. Cada día llevo sobre mis hombros la carga de mi pasado. Si algún curioso desea descubrirla, lo único que debe hacer es no despega...