Capìtulo 10

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Talk to me softly
There's something in your eyes
Don't hang your head in sorrow
And please don't cry
I know how you feel inside I've
I've been there before
Somethin's changin' inside you
And don't you know

Guns N' Roses - Don't cry

Chris me acaricia la mano, bajando suavemente por el antebrazo y parándose en mi hombro, donde se inclina y deja un beso húmedo en la zona. La otra mano está en mi cintura. La camiseta se me ha levantado un poco y tengo el abdomen desnudo. Hago pequeños movimientos para que, con la ayuda del colchón y mi espalda al rozarse, la camiseta se baje. Pero no funciona. Él mete la mano por el hueco y la sube hasta mi pecho, donde me la aprieta un poco.

-Chris...

Intento llamar su atención para que dejara de hacer eso, pero no me hace caso. En cambio, me besa para hacerme callar y su lengua se entrelaza con la mía, moviéndose de izquierda a derecha, trazando pequeños círculos y mordiéndome de vez en cuando el labio inferior. Le noto ido, como si no controlara sus movimientos. Sus ojos se abren mucho cuando se fija en mis pechos, o en mis piernas, y la mandíbula la tiene en constante tensión. Es difícil de explicar su actitud.

Él sigue tocándome y acariciándome y yo sigo incómoda. Me arrepiento de haberme dejado atar, pero es que a penas sé lo que hago, he bebido bastante. De vez en cuando sus besos son más agresivos y me hace hasta daño, ¿qué está pasando?

-Chris, para...- sigo insistiendo, moviendo la cadera hacia el lado opuesto en el que se encuentra él, pero en seguida me la atrapa con las dos manos y la coloca en su sitio, como si dijera "esto es mío". -Chris, joder, en serio, para.

Mi voz se entrecorta por momentos, creo que me estoy empezando a asustar. No sé qué coño le pasa ni qué es lo que quiere pero no creo que compartamos la misma idea. Intento desatarme como me es posible mientras él sigue deslizándose por todo mi cuerpo. Mi abdomen se pone como la piel de gallina solamente al notar su tacto, sus manos me tocan la piel y, en algún que otro momento, empuja su pelvis contra la mía relamiéndose los labios como un obseso. Vale, esto sí que no.

-Chris, ¿Qué haces? ¡Para!- le grito empujándole con las piernas, sin éxito. Me muevo bruscamente para alejarlo de mí mientras sigo intentando desatar el puto nudo del pañuelo. Joder, si que lo ha puesto con ganas. Cada vez estoy más asustada, sobre todo porque parece que no oye, como si estuviera sordo, porque no reacciona a mis gritos ni a mis movimientos ni a nada. Tiene sus ojos clavados en mi cuerpo, abiertos como platos y sus movimientos se hacen cada vez más desagradables, más... asquerosos.

De pronto, baja sus manos hasta mis piernas cubiertas por la media negra, se incorpora e, introduciendo varios dedos por los agujeros que ya tenía, la rasga dejándola rota casi por completo y mostrando parte de mis piernas. Emito un grito sobresaltada por su brusquedad y empiezo a patalear para que me deje de una vez.

-¡¿Qué haces?! ¡Déjame!- logro darle en un costado con el empeine, pero parece no haber sentido nada, pues sigue agarrándome la cintura, esta vez con más fuerza, haciéndome daño. Instantáneamente suenan unos golpes en la puerta. Miro a Christian esperando, asustada, a su reacción. Pero nada, sigue observándome como un enfermo.

-¡Ayuda! ¡Ayuda!- espero que la persona que esté detrás de la puerta no se haya ido porque necesito que alguien me saque de ésta. Pero no escucho nada, ni un golpe más, solo el jadeo de Chris y mi respiración acelerada. Mis ojos se humedecen al instante al pensar que nadie vendrá y que Chris acabará haciéndome daño y... -¡Ayuda, por favor!

Y otra vez vuelven los golpes, esta vez más fuertes y con gritos incluidos:

-¡Chris! ¡Chris abre la puerta!

LOVE IS A BITCHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora