Capítulo 1

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  Como toda niña a su edad, Daniella tenía un gran sueño y su meta era hacerlo realidad. Poco a poco con ayuda de su padre, fue dominando él balón, par de dribles y hermosas fintas pero en lo que mas trabajaba era en tener entre ceja y ceja él arco, para así saber a donde colocaría él balón.

Era sencillo lo que su padre le enseñaba a la pequeña, le dibujo cuatro círculos en la pared que eran los cuatro ángulos de una portería, la meta era colocar él balón donde Carlos dijera. Así tendría esa visión de goleadora y definiera como tal, a lo grande.

Daniella se esforzaba cada día mas y con tan solo 9 años ya sabía, que tenía que trotar, estirar y hacer trabajos con él balón. Todos lo días, incluso cuando él colegio chocaba con su entrenamientos, ella  podía con ambas cosas. Por que si tu amas algo siempre es un placer dedicarle tiempo.

La joven estaba en su cuarto, empacando su cosas ya que su padre, le ofrecieron un ascenso y les tocaba mudarse, abrió él armario, saco cada camisa, jeans y ropa interior. Las doblo y las coloco en su maleta, luego tomo una caja, metió su balón, la foto de Ronaldo y un retrato de familia, ya que ella no poseía muchas cosas porque sus padres lo poco que tenían era para comer.

Dani, cariño. – la llamó su madre.

Mande– respondió ella mientras lograba cerrar la caja.

Luisa, esta aquí. – confirmo su madre.

Dile que suba, por favor– Suspiró, esta sería una despedida dolorosa ya que Luisa, era su mejor amiga en todo él mundo y dejarla sola no estaba en sus planes, pero tampoco seria la última vez que se verían.

Dani, ¿¡ Te vas!?– preguntó su mejor amiga entrando a la habitación y abrazándola. aunque Luisa le llevaba dos años a Daniella, eran del mismo tamaño y ambas compartían él amor por él fútbol.

–Si, Lu. Papi logro un ascenso y nos toca mudarnos a Venezuela.– Respondió aún entre sus brazos.

–¿No te olvidarás de mi?– Le preguntó Luisa con sus lágrimas apunto de salir.

–Jamas ojitos– afirmo ella– se que nos volveremos a ver y allí no nos separaremos mas.

–Mas te vale vega– le advirtió dejándole un pequeño golpe en su brazo.

–Auch– se quejo. – Que gruñona.

–Sip – respondió ella.

–Tengo algo para ti– le anuncio sacándose una pequeña cadena, que había hecho días antes y que pensaba dársela en su cumple número 12.

– Awww– respondió Luisa dando pequeños saltos.

–Esto era para tu cumple pero se adelanto – le sonrió – gira– Demando.

– Perfecto– dijo Dani cuando término de colocar la pequeña cadena que tenia escrito “Luisa♥" con pequeños dados.

–Me encanta! – exclamó con emoción pero luego fruncio levemente el ceño, pensando que no tenia nada que darle a su amiga.

–No tengo nada que darte – dijo con pena, bajando su cabeza y su mirada centrada en el suelo, mientras jugaba con sus manos.

–No hace falta– le respondió Dani, acercándose un poco.

Luisa alzo su mirada y se encontró con la de Dani, no sabia que era lo que sentía su pequeño corazón en es instante, estaba acelerado y feliz, tampoco entendía porque la sonrisa de dani era todo lo que necesitaba para sentirse bien. En ese instante algo le dijo que si sabia que darle a Dani después de todo.

La Dama Del FútbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora