Capítulo 11

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La primera vez que un ave intenta volar, cae al abismo y es allí donde decide intentarlo una ultima vez. Sin saber que ese ultimo esfuerzo sería todo lo que necesitaba para aprender a volar sin caer otra vez. Eso era lo que Dani hacía, dejar su esfuerzo con cada gota de sudor en aquellas maquinas de correr. Su mente se mantenía concentrada en una sola cosa mantener la respiración y resistencia. Habían pasado 35 minutos y ella mantenía su trote. A su alrededor estaba Peraza y Zarago observando las 5 Delanteras.

Eran las que más resistencia debían tener por posibles prologas, dentro de este centro se estudiaba la capacidades de los atletas y su rendimiento. Seguidamente se les hacia unos exámenes antidopaje, no querían llevarse sorpresas y descartar Cualquier ataque de asma. Esto ayudaba a ver cuando podían soportar y ver si podían dar mas del máximo.

Peraza sonó su silbato, Vega, Campos, Gomes, Castellanos y Rodrigues, bajaron de las maquinas. Zarago le paso una botella de agua y su respectiva toallas.

-Estoy mas que complacido con ustedes, tengo un excelente grupo y se que llegaran lejos. -Les dijo mientras las observaba asentir ante su comentario.-Bien, ahora asignaré los cuartos compartidos y luego los individuales. Debo agregar que ya sus maletas fueron llevadas al hotel mientras entrenábamos. -Informo mientras buscaba la página donde estaba escrita la asignación.-Antes de informarles, separé a las parejas por obvias razones, no tengo nada en contra de su sexualidad. A mi lo que me interesa de ustedes es cuando cruzan él campo, lo demás es su responsabilidad por ello. Jóvenes esta prohibido cambio de habitación y eso incluye nada de visitas dentro de los cuartos. Solo las dos ocupantes, el resto a sus habitaciones y cada noche, a partir de hoy habrá reuniones con él psicólogo y mi grupo técnico.-Dijo observando a cada una de las jóvenes y como era de esperarse nadie se oponía.

-Ahora si, Rodrigues y Campos, Vergara y Luzardo, Flores y Moreno, Lopez y Ruiz, Castellanos y Cáceres, Vega y Gomes.- Dan no pudo evitar Sonreí al escuchar su apellido con él de ojitos. Giro hacia donde estaba una molesta Deyna quejándose y eso hizo que sonriera mas. El momento de raptar a ojitos había llegado.

-Nenita-Susurro Vega, llamando la atención de Campos.

-Dime Daniel. -Le respondió aguantando la risa en su intento de molestar a Vega.

-Ni se te ocurra decirme Daniel nuevamente, por dios. No me veo siento hombre, además este cuerpo merece ser admirado por chicas.-Dijo segura de sí y haciendo que Angie estallara en carcajadas.

-Luego no te quejes, estas mas gay cada día. -Le advirtió mientras se sentaba a su lado.

-Lo soy bien. Debes superarlo, ahora no te llame para que comenzaras con tus bromas. Necesito que me ayudes en algo.- Dijo una nerviosa Vega, quién soltaba unos leves suspiros mientras esperaba la respuesta de Angie, ante su pedido.

-Owww. Espera! El día llego, oh mi dios. -Comenzó a decir Campos mientras aplaudía de la emoción, llamando la atención de mas de una en la sala.

-Podrías bajar la voz por favor y escucharme.-Exigió mientras su mano derecha cubría la boca de campos y ésta asintió. -Bueno... Yo... NecesitoQueMeAyudesARecuperarALuisa. -Dijo rápidamente haciendo su Campos alzara una ceja intentado entender y cuando al fin lo hizo, su cara era un poema. Ella se sentía feliz por dentro no solo por hacerla de cupido sino porque Vergara había perdido la puesta, ósea que ella había ganado. En esos momentos Campos se sentía como la Dinah Jane, capitana del barco Camren.

-Tranquila, yo te ayudaré ya sabes; soy la capitana del barco LuNi y madrina de los pequeños Lunis. -Dijo orgullosa ante su comentario, haciendo que Vega dejara aun lado sus nervios y comenzará a reírse al escuchar eso.

La Dama Del FútbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora