La vida te sorprende en cada vuelta que da, no te dice como ni cuando llorarás, ni cuando seras feliz; ya que la felicidad solo es un momento. No siempre serás feliz, habrá momentos en lo que te sentirás tan vulnerable y expuesto a todo. Allí es donde tienes que elegir si arriesgarte o quedarte con la duda de " que hubiera sido si yo.." Te dan esa oportunidad de decidir, no solo tu presente sino tu futuro, eso que se va construyendo con el pasar del tiempo. Todo se basa en decisiones u acciones que crees correctas y que mas adelante sabrás si fueron para tu bien o para mal causando cierto dolor.
Ese dolor que sientes, cuando la persona que quieres o comenzaste a querer te engaña, no tiene comparación ni explicación alguna para describirlo. Tan fuerte, profundo que solo con pequeños suspiros logras sacar; lo que Dani sentía en este momento no se lo deseaba a nadie. Su corrida era fuerte, el viento golpeaba su cara, su cabello; le hacía sentir libertad. Por eso huyo, lo volvería a hacer de ser necesario; sabiendo que su reacción no era la mejor. Sin embargo lo sintió correcto, su mente era un caos total. Pequeños flashes pasaban, mientras recorría las frías calles sin rumbo fijo; solo dejándose llevar. Diviso no muy lejos de ella, un parque algo tenebroso a esa hora y solo. Se detuvo al frente de un banco, se sentó; llevo sus manos a su cabeza mientras soltaba ese llanto. Engañada, llena de enojo con ella y consigo misma. Decidió abrirse al amor y este le había pagado de la peor manera, no solo el engaño sino una criatura de por medio. No era momento para sacar conclusiones, no sin recibir una explicación que solventará o ayudará apaciguar tal dolor. Respiro profundamente, alzó su vista encontrándose con Moreno frente a ella.
— ¿ Cómo me encontraste? ¿ Me estabas siguiendo? —Preguntó, Bajo su cabeza, mientras secaba esa lágrimas que se desbordaban por su mejillas sin tener fin. Se sentía tan chiquita, necesitando solo un abrazo que la hiciera sentir protegida.
— Te seguí, deje que corrieras hasta que no pudieras más. Isa me aviso que te habías ido y viendo la hora pensé que algo malo podría sucederte. Lo hice guardando distancia para darte espacio. — Le respondió sentando cerca de ella. Aguantándose las ganas de abrazarla y no soltarla. Moreno sabía que algo pasó entre Isa y Dani, pero no la forzaría a hablar y dejaría ella lo hiciera.
—Puedes...— No terminó de continuar su petición, cuando ya los brazos de Moreno la envolvieron; haciendo que soltara un suspiro fuerte. Cerro sus ojos, sintiéndose segura, oliendo él perfume de Yess y escuchando sus latidos. Por un momento se olvido de Isa, se centro en esa serenidad que había en ese momento, el silencio de Moreno ayudaba, aún cuando deseaba preguntar que ocurrió entre ella e Isa; decidió no hacerlo. La envolvió mas entre sus brazos, quería protegerla de todo; sentía esa necesidad y no entendía él porque.
—Aquí estoy, para ti... Y no tengo pensando irme, menos dejarte.—Hablo Yess rompiendo el silencio entre ambas.— No te presionaré a decirme que sucedió, pero si lo haré para que nos vamos a casa; se esta haciendo tarde y eso no es bueno.—Dijo observando lo solo que estaba el parque.
—No quiero ir a casa.— Vega, no deseaba encontrarse con Isa, no por el momento. Necesitaba tiempo para digerir todo, quería despejarse y sacarlo antes de volver. Se aferro mas a la camisa de Moreno, mientras se escondía en su cuello; logrando erizar la piel de Yess; quién suspiró.
—Entonces vamos a un lugar que te gustará. — Moreno rompió el abrazo, se colocó de pie y le tendió su mano.—¿¡Vienes conmigo!?.—Preguntó mientras le regalaba una sonrisa a Dani, quién sonrió de vuelta.
—Hasta el fin del mundo.—Dijo segura, tomando su mano. Ambas comenzaron a caminar en dirección hacia el auto de Yess, Vega miraba a su alrededor; notaba lo fría e oscura que estaba la noche. La brisa rozaba su mejilla, mientras ella observa la luna; que esa noche estaba completa. Moreno abrió la puerta del copiloto, Dani se adentro al auto; seguidamente Yess hizo lo mismo. Se colocaron el cinturón de seguridad, Yessica encendió el auto, intento prender la radio pero no tuvo suerte ya que Dani, había interceptado su mano para unirla con la de ella y sin mas puso andar el auto. Recorriendo las calles de una silenciosa Valencia; la mayor no podía evitar voltear cada 30 segundos, para ver si la Pequeña estaba bien. Dani podía notar las miradas de Moreno hacia a ella sin mirarla, ya que estaba concentrada en ver la cuidad a través de la ventana. Con el pasar de los minutos que fueron 45 para ser exactos, notó algo raro, cuando vio el letrero que señalaba que se adentrarían a otro estado.
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La Dama Del Fútbol
Novela JuvenilComo toda niña, Daniella tiene un gran sueño... con la sutil diferencia de que a ella le ofrecen la oportunidad de hacerlo realidad, siempre y cuando deje su miedo a un lado y este a la altura de las mejores del mundo. ¿Podrá esta joven y decida dep...