Tiempo de Traiciones

CAPÍTULO 7

Los personajes de INUYASHA no me pertenecen sino a RUMIKO TAKAHASHI

Esta obra pertenece a ROGERS ROSEMARY, ha sido adaptada y modificada por mí

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(LOS PERSONAJES DE MIROKU, KOGA Y AYAME PUEDEN TENER OoC)

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(Puede que en este capítulo odien un poco a Miroku y quizás a nuestro Sesshy XD)

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CAPÍTULO 7

Sesshomaru POV

Una semana después

La oscuridad reinaba ya en la campiña francesa cuando Sesshomaru se detuvo junto a un invernadero abandonado a observar el palacio que se levantaba frente a él.

Pero apenas se fijó en el imponente edificio porque estaba concentrado en los soldados que vigilaban el terreno, hasta que vio la figura solitaria de una mujer que paseaba entre estatuas en ruinas.

-Kagome -dijo y cayó de rodillas, invadido por una intensa sensación de alivio.

El hombre que lo acompañaba se acercó a mirar rápidamente.

-¿Estás seguro? -le preguntó Miroku.

Sesshomaru miró a su amigo con mala cara.

No había sido idea suya que Miroku lo acompañara a Francia. De hecho, había hecho todo menos pegarle para impedir que fuera con él.

Por desgracia, Miroku era un hombre muy tenaz, por lo que había hecho caso omiso de las órdenes, insultos y amenazas de Sesshomaru; se había presentado en Carrick Park poco después que el propio Sesshomaru y se había negado en redondo a separarse de él.

Así pues, no había tenido más remedio que soportar la presencia de su amigo para poder ir en busca de Kagome cuanto antes. Lo cierto era que Miroku le había resultado muy útil, pues había sido él el que había hablado con los sirvientes mientras Sesshomaru recorría los alrededores.

Por suerte, los arrendatarios se habían encariñado mucho con la lady de Inugami y, en cuanto se había corrido la voz de que no se había presentado a cenar, todos ellos habían salido en busca de su adorada Kagome. No habían tardado muchas horas en encontrar a dos desconocidos que se alojaban en la posada del pueblo y que llevaban demasiado dinero para ser unos inocentes viajeros.

Habían sido trasladados a la cárcel más cercana para que los vecinos más violentos no pudieran tomarse la justicia por su mano.

Sesshomaru también había tenido que contenerse mientras interrogaba a aquel par de insolentes y, de no ser por Miroku, seguramente habría acabado con ellos después de que admitieran que Koga Wolf Abdon se había llevado a Kagome a su guarida, en Francia.

Pero sí que le había roto un par de costillas a uno de ellos y algún que otro diente al otro antes de que Miroku consiguiera apartarlo de ellos.

A la mañana siguiente habían partido rumbo a Francia en el barco de Sesshomaru.

-Hace tiempo que no la veo, pero aún reconozco a mi esposa, Miroku -le aseguró.

Su amigo la observó detenidamente.

-No parece una prisionera.

Sesshomaru maldijo entre dientes. Esa era precisamente la razón por la que había intentado impedir que fuera con él, a pesar de que sabía que no encontraría compañero más leal y diestro que él.