One Shots/Drabbles //MARVEL

Mascota (WinterWidow)

Leve Winterwidow, más bien es más sobre Bucky xD espero les guste. ;)

***********

     Luego de todo el desastre en S.H.I.E.L.D, de que un montón de información se soltara en Internet y de que Steve haya rescatado a Bucky, este último permaneció en la Torre Stark donde Steve parecía estar viviendo permanentemente.
     Llevaba alrededor de ocho meses en ese lugar y había conocido personalmente -y no por televisión- a los famosos Vengadores. Era cierto, seguía terriblemente arisco a cualquiera que se le acercaba aunque ya se "conocieran", incluso con Steve, pero había cierta chica que parecía importarle una mierda que él quisiera alejarlos.
     Natasha se había vuelto bastante cercana a él; había que admitir que la chica era persistente. Así que, después de un sermón donde ella le explicaba que de nada le servía retraerse en si mismo y que seguiría sin solucionar su pasado, Bucky se convenció de ello; sus demonios no se irían pero al menos contaba con personas que le detendrían si tuviera alguna recaída.
     Así que, ahí estaba él en medio de aquella extraña familia, recuperando su humanidad poco a poco y su vida.
     Ese día decidió ir a caminar. La Torre estaba algo aburrida al estar la mayoría de sus habitantes en una misión. Salió vestido casualmente para no llamar demasiado la atención; una playera manga larga fue una buena idea para cubrir su brazo de metal. Mientras paseaba, sentía que podía acallar su mente de todo aquello que le atormentaba cuando estaba solo.
     Sus pasos le llevaron a un parque, sus ojos azules intentaban abarcar todo cuanto veía, todo esos colores, el movimiento suave de todas esas personas a su alrededor le trajo una extraña calma.
     Todo iba muy bien. Hasta que un niño se le acercó.
     —Hola.
     Bucky le miró con una expresión dura marcando su rostro, pero el niño no pareció sentirse intimidado.
     —¿Estás sólo? —Preguntó el pequeño de cabello negro y unos intensos y brillantes ojos azules.
     Bucky simplemente le asintió.
     El niño le sonrió y se sentó a su lado en aquella solitaria banca un poco apartada de la parte más transitada del parque.
     —¿No deberías estar con tu mamá? —Preguntó el castaño con molestia, luego de unos largos minutos en los que el niño no dijo nada y sólo permaneció allí a su lado.
     El niño sólo se encogió de hombros.
     —Entonces... Ve a jugar por ahí. —Dijo con impaciencia, comenzando a desesperarse. Y es que no había tenido contacto con más personas a parte de los Vengadores. Esto era algo nuevo.
     —Mamá nunca me pone atención, no le importo. Por eso me regaló una mascota, un gato amarillo que sólo duerme todo el día, para que no esté sólo.
     Bucky le miró esta vez con curiosidad.
     —¿Cómo se llama tu mascota?
     El niño sonrió animado.
     —Se llama hechicero.
     Bucky soltó un risa nada disimulada para luego agregar:
     —¿No crees que es un nombre muy extraño para un gato?
     —Mamá dijo que podía ponerle como quisiera. —El menor hizo una pausa y luego con voz alegre dijo: —Deberias tener una mascota para que no estés solo.
     El soldado hizo una mueca de desagrado.
     —No estoy solo, niño.
     —¿Y por qué estás solo aquí?
     Bucky iba a replicar cuando el grito de una mujer le interrumpió abruptamente.
     —¡Jared! !No te vuelvas a perder así, jovencito! —Luego la mujer se fijó en la compañía de su hijo. —Lamento la molestia, disculpe a mi hijo, es muy...
     —No pasa nada. —Le restó importancia.
     La mujer le examinó lentamente, incomodando al soldado. Ella le sonrió coqueta y luego hizo una seña a su hijo.
     —No, lamento si este niño le incordió... —Ella quiso decir algo más, pero luego de ver que el soldado no mostró ningún interés, se retiró murmurando un débil gracias.
     —¡Adios! —El niño se despidió con su manita, siendo correspondido por el hombre.
     Después de ese episodio un tanto extraño, Bucky decidió volver a la Torre. De hecho no tenía permitido salir de ahí sin compañía, pero el supuso que esto era un avance si el pánico no se apoderó de él. Parece que finalmente se estaba incorporando de a poco en la sociedad. Durante su regreso, la idea de una mascota se quedó pegada a su cabeza, era como si de pronto hubiera encontrado la cura para eso que le atormentaba; le pareció una excelente idea, en su mente era una buena idea.
     Una sensación extraña se instaló en su pecho, volteo a su espalda y sólo vio gente y un perro amarillo sentado en mitad de la acera. Que raro.
     Siguió caminando, pero la incomodidad no le dejaba, quizás estaba paranoico pero todo el recorrido estuvo mirando de reojo a sus lados. No fue sino hasta que llegó a la Torre cuando notó que el mismo perro amarillo que vio antes se encontraba a unos pasos de él.
     —¿Estás perdido? —Musitó, acercándose al animal que permanecía sentado en sus patas traseras. —Sí, yo se lo que se siente. —Le dijo al perro, mientras se agachaba a su altura y le acariciaba la cabeza.
     El animalito se apegó a él, llorando como si acabara de reencontrarse con su dueño. Bucky sintió una presión en el pecho, sintiendo lástima por el perro.
     —Stark me va a matar. —Sin más, tomó en sus brazos al perro e intentó no llamar demasiado la atención, lográndolo sólo a medias.
     Cuando estuvo en al ascensor, se sintió un poco más relajado. El peso del perro en sus brazos parecía reconforlo de cierta manera. El ding de la caja metálica le avisó de su llegada al piso que compartían todos, y para su mala suerte, todos estaban bajando del Quinjet avanzando hacia él, así que por más que hubiera intentado escapar, estos lo hubieran visto. Nat fue la primera en acercarse a él.
     —¿Te robaste un perro? —Fue lo primero que dijo la pelirroja enarcando una ceja.
     —Ah, no... Yo, yo no...
     —¿Bucky? —Steve también se acercó, seguido de Clint.
     —¡Oh! —Clint tenía un rostro de diversión —Ya quiero ver la cara de Stark cuando vea que metiste un perro a su casa.
     —James. —Mencionó la espía.
     —Quiero quedarmelo ¿ok? —Dijo exasperado y luciendo desesperado. —Me siguió y yo simplemente me acerqué y el se lanzó a mis brazos.
     Los tres Vengadores se quedaron pasmados ante la actitud del soldado, parecía loco como si fuera a colapsar si alguien le negara tener lo que quería.
     —¿Qué sucede? —Stark hizo su entrada. Por su ropa y manchas era evidente que estuvo trabajando en el taller. —¡¿Pero qué... ?!
     —¡Es mío! —Dijo Bucky a la defensiva.
     Tony tuvo la misma expresión que los otros cuando vieron al soldado con tal animal en brazos.
     —¡Saca ese pulgoso de mi Torre ahora! —Gritó el genio.
     —Tony. —Llamó Steve.
     —No. No me digas nada, anciano. Esa bestia no se quedará aquí. —Replicó el genio cruzado de brazos.
     Nat sonrió divertida por la situación. Se acercó al del brazo de metal y le acomodó un mechón rebelde que salió de su coleta.
     —Quedatelo. —Dijo la espía con ternura. De verdad que le había conmovído ver a Bucky así con el perrito. —Yo me encargo de Stark.
     Bucky asintió y dando una mirada a todos, caminó con el perro aún en brazos en dirección a su habitación, apurando el paso cuando escuchó los gritos de Stark tras él.
     —¡¿A donde mierdas vas con esa cosa?! ¡Regresa aquí inmediatamente, Barnes! —Tony hizo el amago de seguirle pero la espía le cortó el paso.
     —El perro se queda. —Dijo la rusa con voz mortalmente sería, dejando en claro que no iba a aceptar reclamos.
     Tony se quedó helado en su sitio. Salió de su aturdimiento al escuchar una discreta risa de parte del Capitán y gruñó en respuesta, caminando con molestia de vuelta a su taller, mascullando una sarta de palabrotas.
     —¡Lenguaje!
     —¡No me jodas, vejestorio!
     Los tres Vengadores soltaron las carcajadas. Ese fue lo más raro que les había pasado en el día. Sin duda estar todos juntos no era tan mal como lo hubieran creído. Eran un buen equipo y sin duda el aburrimiento no tenía cabida allí.

*****
Mmmm no suelo dejar notas aquí xD jajajaja la verdad no se como quedó esto, nunca había escrito nada así, ni mucho de Bucky...
Pero, espero les haya gustado este cortito ;)

Saludos, lectores.
Becca.