Las cosas no podrÃan ir mejor. Los Vengadores habÃan sido aceptados de nuevo con unas cuantas condiciones y con unos cuantos servicios al público para ganarse nuevamente la confianza de ellos.
Tony por su parte podÃa decir que nunca en su vida se habÃa sentido tan bien, a pesar de todo lo que habÃa vivido, todo esto era definitivamente nuevo. Y se sentia bien. Jodidamente bien, y más si tenÃa todo el apoyo de esa sexy espÃa que se habÃa convertido en su esposa y que, por cierto, aún le costaba asimilarlo.
Y para mejorar más el asunto, Tony estaba realmente encantado con Peter, ese muchacho demasiado entusiasta que siempre le miraba con adoración y le encantaba meterse en problemas, aunque no intencionalmente. Natasha siempre le decÃa que era como una versión adolescente de él, y seguido se burlaba, diciendo que ese niño era su hijo de alguna de sus tantas borracheras de antes.El menor estaba recostado contra su estómago mientras jugaba en un PSP que se encargó de mejorar para él, mientras le contaba de sus patrullajes como hombre araña. Tony le miraba con atención, acariciando los mechones castaños con suficiente familiaridad formada por todo ese tiempo que llevaban conociéndose.
-Entonces finalmente te dejó en paz ese tal Stacy. -Comentó el mayor.
-Yep. Aún con los acuerdos estaba empeñado en que no era necesario, pero luego de ese atraco al banco que duró catorce horas, no le quedó de otra que aceptar mi ayuda.
Tony sonrió orgulloso. Se sentÃa bastante agradable en su pecho, saber que su aprendiz era tan dedicado y con una nobleza increÃble. Él y Natasha no podÃan tener hijos, eso lo tenÃan bastante claro; pero eso no evitaba que su lado sensible se removiera y naciera su deseo por querer tener uno. Peter despertaba eso en él. HabÃa momentos en que el anhelo por ello se volvÃa asfixiante y...
-Señor. La agente Romanoff le espera en el vestÃbulo. Trae compañÃa. -La voz de Viernes cortó el hilo de sus pensamientos.
Tony suspiró al tiempo que hacÃa a peter quedar sentado sobre el colchón, sin prestar mucha atención a lo que sucedÃa.
-¿Lo conocemos? -Preguntó el genio refiriéndose a la persona que acompañaba a su mujer.
-No lo creo, jefe.
-Bien. Vamos mocoso.
-SÃ, Paps.
Peter asintió, totalmente embobado en la pequeña pantalla y centrado en el videojuego. Tony se revolvió el pelo y juntos se dirigieron al salón. El dÃa habÃa estado libre, los villanos parecÃan haberse tomado vacaciones, pero eso era algo que ellos no replicarÃan. He ahà la razón por la del aspecto desgarbado de ambos héroes que en cuanto hubieron pisado el vestÃbulo escucharon la melodiosa risa de la espÃa y un:
-¡Tony!
El adolescente corrió directo al mayor, abrazándose a su pecho con efusividad, haciendo que se tambaleara un poco. Tony tardó un poco en procesar lo que pasaba.
-¿Harley?
Natasha se acercó hasta el castaño, regalándole un pequeño beso en los labios.
-Llevaba tres dÃas fuera de los terrenos del complejo esperando por verte, pero como el ermitaño que eres no te diste cuenta. -Explicó la rusa, separándose de su esposo para alejarse rumbo a la cocina donde Thor y Clint parecÃan pelear por algo.
***-Entonces estás aquà en Nueva York como estudiante de intercambio. -Afirmó Tony, sentando en la sala a lado de un inquieto niño que miraba todo con suma atención.
-SÃ, básicamente. ¿Qué es esto?
-¡No!
Demasiado tarde. La música estridente de AC/DC retumbó en todo el complejo, atrayendo a todos los Vengadores rápidamente.
Harley asustado, seguÃa presionando la pantalla del extraño control, encendiendo también la televisión y otros aparatos electrónicos. Y de un segundo a otro algo le arrebató la tableta de las manos y el sonido se detuvo. Cuando levanto su mirada, miró por primera vez al joven castaño con un pijama rosa que seguÃa atento al videojuego mientras detuvo todo lo que él habÃa encendido.
-¡Amigo, Tony! ¿Quien es el pequeño midgardiano? -Preguntó con potencia el rubio.
-¡Ah! Chicos, él es Harley... Lo conocà cuando lo del MandarÃn. -Explicó el genio poniendose de pie y jalando hacia él al adolescente, que miraba admirado a todos los Vengadores.
-¡Thor! ¿Y tu martillo? ¿Cómo haces para que los rayos vengan a ti? ¿No te has electrocutado?
Tony soltó una carcajada al ver la cara de extrañeza del enorme rubio, que intentaba alejarse del adolescente que caminaba hacia el totalmente encantado.
-Tienes encanto con los niños, Stark. -El arquero le palmeó la espalda.
-SÃ, es un don. -Comentó Tony con gracia.
Nat estaba a unos pasos escuchabdo la conversacion de su amigo y su pareja. Se mordió el labio inferior antes de irse de ahà con paso sigiloso sin ser notada por ninguno de los que estaban allÃ.
-Señor Stark, estuve pensando en unas modificaciones para mi traje, ¿cree que podrÃa...? -Peter miraba sus pies con cierto nerviosismo. TenÃa algunos años de conocer a Tony, pero nunca habÃa podido ser del todo desinhibido con él; seguirÃa admirándolo con la misma intensidad de su niñez.
-Claro que si, mocoso. -Soltó Tony con obviedad. -Solo ya conoces las reglas.
-No tocar nunca sus armaduras. SÃ. Está claro.
-Tú eres Spiderman, ¿verdad? Tus poderes son increÃbles. -Dijo el menor con entusiasmo. -¿Puedo ir contigo a ver lo que haces?
Peter estaba sorprendido por la hiperactividad de ese niño. En cierta medida estaba fastidiado de él desde que le vio lanzarse hacia Tony con esa confianza. Aunque, pensándolo bien, se parecÃa un poco a él, pero a diferencia de Harley, Peter si sabÃa respetar el espacio de los demás.
Peter le dedicó una mirada a su mentor que claramente decÃa "ayuda".
-Harley, ¿Por qué no vas con Clint a que te de un tour por el complejo? -Preguntó el millonario con una enorme sonrisa.
Los ojos del menor brillaron de emoción, ignorando completamente el no soltado por el arquero, quejándose.
-Hawkeye me guiará por el complejo. ¡Cool! -Harley corrió para alcanzar a Clint, comenzando a parlotear al instante se infinidad de cosas.
Peter sonrió y con paso apresurado fue al presiado taller donde podrÃa ocultarse toda la tarde.
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One Shots/Drabbles //MARVEL
FanfictionIdeas improvisadas, que obviamente llegan sin avisar.