One Shots/Drabbles //MARVEL

★Uno De Pueblo II

Nota: ok. Sí. Vi los Cars y realmente de ahí salió toda esta locura x.x jajajajaja así que técnicamente es esa película con un poco de ... Ya saben... Imaginación.

Jarvis no sabía cómo sentirse, estaba petrificado en su asiento, completamente tenso mientras su mirada no se apartaba de las tres personas con las que compartía mesa.

Ambos Rogers tenían la mandíbula tensa y los puños apretados como si estuvieran esperando que algo les cayera encima; bueno, lo cierto es que ya les había caído.

Después de la llegada de sus visitas, les habían propuesto un recorrido por el lugar. Aunque claro, nunca contaron con que la pequeña castaña se desaparecería en algún momento de su trayecto. Steve había corrido inmediatamente en su búsqueda, teniendo certeza de que ella sólo buscaba problemas o los causaría en caso de que nada pasara accidentalmente.

Grande fue su sorpresa de encontrarla en aquella habitación dónde su padre guardaba todos sus recuerdos. Se paralizó completamente, con una expresión de terror en su rostro por el atrevimiento de ella al haberse metido en ese lugar.

-¡¿Tu padre es Hudson Hornet?!-Exclamó ella con asombro.

Steve no respondió y se adentró en el lugar para salir con ella a rastras, cerrando la puerta de un potente golpe.

-¡Eso no te incumbe!

Entonces, Tone entendió porqué Jarvis le había comentado que debería saber sobre Joseph Rogers. Pero claro, no había sido capaz de asociar a ese soso hombre con el afamado y viejo corredor.

-Tengo que hablar con él.

-¡No!-Gritó Steve.-Tu no dirás nada. Por favor, olvida lo que viste y...

Tone alzó su ceja. Le irritaba de sobremanera las exigencias del rubio; era toda la viva imagen de un regio y recto soldado. Hizo una mueca, pero no dijo nada.

Steve los condujo hacia el comedor donde Jarvis y su padre les esperaban. Joseph tenía una expresión de pocos amigos y Jarvis se removía un poco nervioso.

-Se perdió intentando ir...

-¿De verdad tu eres Hudson Hornet?

Steve miró con reproche a la menor. Sus ojos azules parecían querer incendiarla en ese momento. Pensaba que le había dejado en claro no hablar de eso, pero era más que obvio que no fue así. Sólo se había encontrado dos veces con ella y sus ganas por cerrarle la boca deberían ser un delito. No entendía como era posible que existiera alguien con poco filtro e incapaz de pensar en las consecuencias.

-Siéntense.-Ordenó Joseph con voz dura.

Y ahí estaban. Tone había continuado soltando preguntas e insinuaciones ofensivas respecto a la vieja carrera del rubio mayor. Ella parecía no ser consciente de las llamas que estaba provocando, o en todo caso, era lo suficientemente frívola para no importarle.

-Señorita, basta.-Pidió Jarvis.

-¿Por qué?-Dijo ella con voz inocente.-No sé porque no puedo hablar de esto. Estoy ante una leyenda y no puedo dejar todo así como así. Tengo curiosidad...

-Arrogante como nadie.-Dijo con desdén el rubio corredor.-haces alarde porque eres de esos aficionados que ahora se dicen corredores.

-Papá.-Masculló Steve con tono escandalizado.

-... Bueno, que te parecería un trato.-Continuó el mayor.-Si yo gano te quedas a arreglar esa carretera que hiciste polvo. Si tú ganas, lo haré yo y tu podrás irte sin más.