Las voces se alzaban unas sobre otras mientras caminaban en aquel lugar desconocido. Nadie ponía atención de los extraordinarios colores de la naturaleza, de los animales que se paseaban cerca de ellos como si no les temieran a pesar de sus gritos. Sin embargo, Natasha notó que el causante de toda aquella revuelta no se hallaba entre el grupo.
―¿Dónde está Tony?
Todos los vengadores se detuvieron abruptamente y miraron en dirección a la rusa.
―Stark.―Gruñó el Capitán aún mas furioso, dando la espalda al grupo y caminando velozmente en busca del castaño, posiblemente para partirle la cara.
Los demás miraron la retirada de Steve y luego miraron de nuevo a la rusa.
―¿Qué?―Exclamó, cruzándose de brazos.
Nadie dijo nada, simplemente se removieron incómodos ante el silencio de la única mujer. Uno a uno comenzaron a seguir los pasos del Capitán, quedando al final solo Clint y Natasha.
―¿No te da miedo que el Cap le destruya el rostro a Stark?―Preguntó Clint con cautela, comenzando a andar junto con la pelirroja.
Natasha suspiró derrotada.
―Si no lo hace él de todas formas lo iba a hacer yo.
Clint sonrió ladino luego de escuchar aquello, pero la sonrisa se le borró de golpe al llegar junto a un pequeño lago, dónde había un montón de mujeres hermosas rodeando a una persona. Su rostro palideció y se giró para ver a su amiga.
Natasha estaba inexpresiva mientras observaba atentamente. Tony estaba sentado sobre una roca como todo un galán, rodeado por un montón de señoritas que se regodeaban a su alrededor, sonriendo ampliamente por las palabras que decía el genio. En eso momento los demás del grupo aparecieron e inmediatamente captaron la atención de su amigo y las damas que le acompañaban.
Por unos desquiciantes segundos nadie se movió. El ambiente se tornó pesado, pero Tony parecía inmune a aquello, sonriendo coqueto, con sus ojos brillando traviesos.
Las chicas parecieron salir de su aturdimiento al ver llegar a más personas, se pusieron de pie e inmediatamente se prendaron de los brazos de los robustos hombres, jalándoles hacia dónde se encontraba el genio.
La pelirroja, al ser la única mujer del grupo, fue ignorada rotundamente. En silencio, pasó sus ojos por cada miembro del equipo. Thor era el más entusiasta de todos, sonriendo tan brillante, y encantando a las señoritas; Clint lucía un poco nervioso, miraba de vez en cuando hacia Natasha, pero las mujeres demandaban inmediatamente su atención. Banner era un manojo de nervios, se sobaba las manos continuamente y no sabía hacia dónde mirar por estar en presencia de tantas féminas con ropa un tanto reveladora. El Cap, simplemente sonreía cortésmente y contestaba a lo que sea que le preguntaban. Falcon y Bucky fanfarroneaban con las damiselas, haciéndoles reír; el joven Parker se removía incómodo y bajaba la mirada constantemente, con su rostro ruborizado y una sonrisita nerviosa.
Y por último, los ojos verdes de la rusa se encontraron con los del hombre que siempre causaba alborotos. Tony le sonreía altanero, sentado con la pose de un rey sobre su trono mientras las mujeres toqueteaban sus brazos y le miraban admiradas.
―Nunca había visto un hombre tan bello.―Dijo una de ellas. Su cabello era increíblemente negro, portaba un traje al estilo medio oriente, dejando a la vista unas llamativas curvas.
Tony sonrió aún más.
Natasha caminó lentamente, acercándose en dirección al millonario. Las mujeres se hacían a un lado al notar su presencia. Sus ojos jamás se separaron de los del castaño. Cuando llegó al frente, simplemente se quedaron mirando, recibiendo la mirada de todos los presentes.
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One Shots/Drabbles //MARVEL
FanfictionIdeas improvisadas, que obviamente llegan sin avisar.