CAPITULO 1

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Brooke: 

Había vuelto del viaje a Italia con April, mi mejor amiga. Nos quedaba solo una semana para disfrutar el verano en Miami. El viaje fue perfecto, hasta los monumentos y los museos nos divirtieron, aun que eso era fácil con April a mi lado. April era mi mejor amiga, su pelo era un castaño claro y sus ojos marrones te podían poner nervioso en un momento, aun que con todo el mundo al principio era una borde, luego si le caías bien podrías mearte de risa, y no lo digo de broma, más de una vez me mee encima por su culpa. Se podría decir que era la mas loca de las dos.

Nos recogieron del aeropuerto los padres de April, ahí nos esperaba Eleanor, otra amiga nuestra, la conocí gracias a mi hermano, ya que estuvieron todo el instituto saliendo, pero al llegar a la universidad todo se fue a pique. Elenaor tenía 20 años, y aun que fuera la mas mayor de las tres, cuando salía de fiesta era la que menos hacia de madre.

Busque por todo el aeropuerto a mi mejor amigo, Brett, pero por ningún sitio. El no ver a mis padres era algo normal, mi madre, seguro que estaría liada con la nueva colección de su marca de ropa y mi padre ni loco vendría solo a un sitio público. Mi padre, Nathaniel Thompson, era una leyenda en el mundo del baloncesto, pero ahora a sus 50 años se había retirado. Mi madre, Anna Thompson con sus 48 años se mantenía a la perfección, era una mujer a la que admiraba muchísimo, ya que a los 19 años tuvo que heredar toda la empresa de su madre, todas las mujeres de su familia desde su bisabuela habían nacido para llevar consigo toda la empresa a escala mundial "Favre" la bisabuela de mi madre fue francesa, y fue la que creo esta marca de moda que ahora mismo era de las mas importantes. Mi madre me había dicho que yo seria la siguiente en heredar este legado, pero ya le deje claro unas cuatrocientas veces que eso no iba conmigo, yo quería ser, vale no, no tenia aun claro que quería ser y eso que iba a ultimo curso. Estaba entre periodista o abogada como mi hermano, pero a la vez un trozo de mi tenia esa emoción de seguir el legado de la familia de mi madre. Mi hermano, Hayden Thompson, siempre ha sido mí mejor apoyo en esta casa de locos, teníamos nuestros enfados y mas cuando se entero que su ex novia, Eleanor era mi amiga. Pero al mes se le pasó el cabreo y ya estaba conmigo bien. Estaba estudiando para ser abogado, él siempre había sido un chico estudioso y que salía de fiesta cuando había que salir. Yo al contrario, bueno pues no. Me encantaba la fiesta, me encantaba irme con mis amigas y emborracharme, me encantaba ver como se me acercaban los tíos y se quedaban sin palabras cuando les rechazaba. Nunca había tenido novio, veía absurdo con 17 años enamorarme de alguien para que luego me rompiera el corazón. Solo había tenido royos de una noche y esas tonterías.

Eleanor y April no callaron durante todo el camino. April le contaba todo sobre Italia a Eleanor, yo solo podía poner los ojos en blanco, Eleanor era italiana y sabia muy bien todo aquello, pero le hacia gracia escuchar con tanta emoción a April. Por fin llegue a mi casa, estaba en la urbanización mas lujosa de todo Miami, me encantaba mi casa, una casa construida con toda su delicadeza, de color blanco sucio. Me despedí de mis dos amigas hasta mañana, ya que esta noche quería descansar en mi preciosa cama después de un mes. Entre en casa y el recibidor estaba lleno de telas y mas telas y las ayudantes de mi madre correteando por toda la casa. Ame ese recibimiento tan cálido de mis padres, ironía. Mi padre salió de su habitación que quedaba abajo, no como mi cuarto y el de mi hermano que estaban arriba.

-¡Brooke, hija mía!- dijo abriendo sus brazos mientras venia hacia mí con su sonrisa.

-¡Papa!- dije corriendo hacia él hasta que me abrazo.

-Estas preciosa, Italia te ha sentado de maravilla- decía mientras se separaba de mi. Fijo la mirada a la mujer que bajaba de las escaleras con una clase asombrosa. Mi madre.

-Brooke.-me dijo algo fría, normal en ella, y repasándome con la mirada. Se acerco a mi y me dio otro repasó con esos ojos que tanto respeto me daban- Has engordado.

-Yo también te he echado de menos mama- dije sacando la sonrisa mas falsa que me salió- ¿Y mi hermano?

-En casa de su nuevo amigo, se quedara a partir de ahora en ese piso de...- paro al ver la mirada de mi padre- En fin, en ese piso.

Asentí y fui a dejar mi maleta a mi cuarto y a dejar todo en su sitio. Mi habitación no era del otro mundo, no me gustaba esas camas de princesas ni un vestidor gigante con ropa que ni me iba a poner. Mi cama era negra y la colcha blanca, en mi habitación solo estaba la cama, a la cual quería con toda mi vida, mi escritorio de madera pintada en blanco, una televisión de plasma y un sofá negro con dos cojines blancos, sin faltar el armario que ocupaba toda la otra pared. Me puse a dejar la ropa en su sitio mientras pensaba en mi hermano. Nunca había estado sin el en casa, algunos findes y vacaciones claro que si, pero tanto tiempo no. Por lo que me había contado mi padre por skype cuando podía hablar en Italia, era que mi hermano dejo de hablar con sus dos mejores amigos por alguna tontería y una noche en una fiesta de la playa conoció a un chico un año mas mayor que él, estudiaban lo mismo y en la misma universidad y dada la casualidad el amigo había repetido curso y este año estarían juntos en clase. A mi madre no le gustaba la forma de vivir de ese chico, siempre estaba de fiesta en fiesta, y según ella no tenia demasiada clase para ir con su hijo. A mi no me desagradaba eso, si no el que mi hermano ahora solo se fuera de fiesta y estuviera haciendo lo que Dios sabe. Tenía 21, era mayor que yo, pero necesitaba protegerle, siempre nos habíamos protegido. Le llame unas tres veces pero no daba señal, mire la hora y eran las ocho de la tarde, seguro que estaba preparándose para irse de fiesta. A las nueve termine de organizar mi cuarto y baje a cenar, mi madre con todo el lio de la nueva colección no había cocinado y llamo a un chino. La cena consistió en hablarles de mi viaje a Italia, y mi madre pendiente de su móvil. Al terminar de cenar les di las buenas noches a mis padres y fui a mi cuarto a dormir ya que el viaje me dejo reventada.

DESASTRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora