James:
Estuve toda la mañana del domingo intentando estudiar pero el imbécil de mi compañero de piso, el cual era mi mejor amigo estaba en el cuarto con una chica que solo sabía gritar, tiré cinco zapatillas a la puerta para que se callara pero no había manera, era la cuarta vez que follaban, habían descansado solo para desayunar y habían vuelto al cuarto, no quería imaginarme como olería dentro.
Después de una mañana de intento de estudio a las cinco terminé de saberme ya otro tema de derecho penal y me sentía bien, los gritos se acabaron por fin. Le envié un mensaje a Brooke para poder vernos esta noche.
Cuando leí que estaba con Finn algo en mi estomago hizo que me sintiera incomodo en mi silla, empecé a sudar, me daba igual que saliera, tenía todo el derecho pero la rabia que sentía dentro de mi cuando la veía junto al pijo ingles de turno era una explosión.
Quería ir ahí y besarle dejarle claro al capullo que éramos pareja y que ella solo quería acostarse conmigo, que solo deseaba mis labios. Estaba tan furioso que cogí mi moto y me fui al gimnasio, estaba cerrado, menos mal que tenía una llave siempre conmigo. Abrí el portón y entre en él, encendí todas las luces y me dirigí a uno de los sacos de boxeo, y empecé a dar golpes en seco sin guantes.
Cuando me di cuenta eran las ocho de la tarde, miré mis nudillos que estaban algo hinchados y morados, hacía mucho tiempo que no los tenía así. Tenía unos cuantos mensajes de Brooke en el móvil, pero no podía contestarle porque podía tener un ataque de celos y cagar todo. Volví a casa la cual estaba sola y me di una ducha, me cure los nudillos y cene un sándwich mixto.
No sabía si seguía en pie la cita con Brooke, ya llegaba tarde, aun así iría a verla, cogí las llaves de mi coche y me dirigí a su casa.
-Brooke.- estaba en la puerta de su casa esperándome, sabía que me había atrasado un poco, pero no puede contenerme a sonreír, tenía una cara de enfadada que le hacía parecer una niña pequeña.- Venga quita esa cara de enfadada amor, me he retrasado lo sé, perdóname.- puse mi mejor cara de pena.
-Odio que funcione esa cara sobre mí, creía que estabas enfadado conmigo- me dio un beso en la comisura de mis labios, iba a separarse de mi pero la cogí de la cintura y volví a pegar mis labios a los suyos ahogándonos en un profundo e intenso beso.
Nos sentamos a la orilla del mar, la playa estaba vacía, hacia bastante frío, aun que con Brooke siempre me podía poner caliente enseguida.
-Ven aquí pequeña- con mi brazo rodé su espalda y la atraje a mí, estábamos tan juntos que se nos olvido el frío en aquel momento, no necesitaba nada más solo a ella, Brooke era mi calor.
Se nos pasaron las horas hablando en aquel sitio que ya era común visitar juntos y besándonos, eran las doce y media de la noche y mañana teníamos clase. Estábamos discutiendo en el coche delante de su casa de quien era la culpa de que se hiciera tan tarde.
-¡Es tu culpa Brooke, no puedes besarme así y que quiera irme tan pronto a casa!
-¡Si claro será mi culpa! Odio cuando me miras así.
-¿Cómo?
-Pues así, fijamente a mis ojos y tu boca forma una sonrisa que me vuelva loca y querer besar esos labios.
Puse morritos- Venga bésame.
-Buenas noches idiota.
***
Salía con Hayden y dos compañeros más de clase para ir a la cafetería cuando vi aquel pelo que me traía tantos problemas hace un año, Danielle. Creía que se había ido a España con su madre después de que su padre le dejara por otro tío y yo tenía que escuchar esos lloros para poder tirármela. Danielle era del pasado, la conocí en una de las carreras cuando empezó a pelearse con una de las amigas de Mandy, después de separarlas y llevármela de un lado acabe besándome con ella. Al día siguiente cuando aparecí de las pocas veces en la universidad la vi, vino hacia mí y me dijo que estudiaba filología española por su madre Andaluza, quedamos unas cuantas veces para acostarnos y empezó a salir con mi grupo, a veces solo venia con Hayden y conmigo, Danielle se obsesiono demasiado conmigo y cuando me veía con otra chica no pensaba dos veces en cogerle de los pelos a la otra, pero yo seguía acostándome con ella, una vez le lleve borracha a su casa y me quede durmiendo con ella, al día siguiente me presento a su madre como "novio", ahí fue cuando a la tarde quede con ella y le deje claras las cosas.
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DESASTRES
Teen FictionBrooke tiene 17 años, de buena familia, pero a ella no le va ser una pija del mejor sitio de Miami. Ella le gusta salir de fiesta con sus mejores amigas, y por supuesto que le den al amor tan joven. Por otro lado esta James, con su nuevo mejor ami...