♔ SÉPTIMO CAPÍTULO ♔

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Cuando el vehículo se hubo detenido, bajamos con sumo cuidado por la abundante nieve que yacía en el suelo

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Cuando el vehículo se hubo detenido, bajamos con sumo cuidado por la abundante nieve que yacía en el suelo. Aunque portábamos nuestras botas, nos era un tanto incomodo desplazarnos.

Amadeo se volvió al auto, luego de ayudarnos. Prometió que más adelante se nos uniría, pero antes debía hacer algo importante.

Arabella nos indicó la entrada del recinto. Anne parecía sorprendida con la arquitectura del lugar. Y es que el orfanato, en el exterior, parecía un viejo castillo menor abandonado. Varios de sus decoraciones parecían no haber recibido cuidado por muchas décadas. Sin embargo, sus ventanas y las rejas que la protegían parecían recibir la suficiente limpieza y cuidado.

Algunas de las alas del lugar tenían figuras de animalitos o flores pegadas en sus ventanales. Seguro que ahí debía encontrarse las habitaciones de los niños.

Un señor, un poco mayor, nos recibió con amabilidad. Inmediatamente, él reconoció a Lady Arabella y se acercó a saludarla.

— ¡Lady Arabella, que gusto tenerla por aquí!— exclamó con felicidad en italiano.

— ¡Ciao Mi bello, Arévalo! ¿Cómo ha estado desde la última vez que nos vimos?

—Mi bella Bella, que te puedo decir— suspiró el pobre hombre—A veces hay días buenos y también los hay malos.

—Sé que todo mejorará. Ten un poquito de fe. — le recomendó la tía de Amadeo al hombre mientras lo abrazaba.

—Dejemos el sentimentalismo de lado, mi traviesa Bella. Parece que no has venido sola. —Dijo, por encima del hombro de Lady Arabella. — ¿Quiénes son estas bambinas tan bellas como tú?

Arabella soltó una risilla.

—Ay, mi loquillo, Arévalo— se alejó dándole un golpecito en el brazo izquierdo.

Anne se había sonrojado ante la mirada del señor. A pesar de no entender el idioma, pudo descifrar que el señor se refería a ella.

—Ellas son mis amigas. Ven, te presento a America—dijo señalándome— y a Anne.

Buongiorno, signore Arévalo.— saludé

—¡Oh, sapere il idioma!—contestó de asombro el hombre.

Inmediatamente, Arabella le dijo algo que no puede entender. Lamentablemente, mi italiano era muy básico.

Anne no sabía cómo expresarse al no saber el idioma, así que se limitó a saludar en inglés.

—No te asustes, mi querido Arévalo.—le dijo lady Arabella ante la cara de sorpresa que puso el señor— Estas señoritas vienen del reino de Illea, un país al otro lado del mundo— le explicó con calma.—Son amigas de mi sobrina Nicoletta.

♔ LA PRINCESA ♔ ( America Y Maxon )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora