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Sonó el timbre, indicando la hora de irse del infierno. Más conocido como instituto para muchos.
Pero esto no se aplicaba en mí, más bien, mi casa era una clase de infierno.

Una vez guardé mis apuntes, hice ademán de agarrar mi carpeta para guardarla en mi mochila, pero unos codos fueron apoyados sobre ésta, evitando que pudiese moverla. Levanté mi vista al quien sea el estúpido que esté haciendo esto.

Oh, qué sorpresa, Park Hyojin. Su mentón estaba reposando en las palmas de sus manos, sujetando su hueca cabeza. Sé el nombre de este intento de ser humano porque siempre anda jodiendo mi vida. Uhm... La que casi se traga el cemento por sus tacones, ¿les suena?
Mosquita muerta cuando se trata de maestros o de quien fuese para jugarme en contra. Supuestamente me gané su odio por creerme superior, o algo así había dicho una vez. Realmente no le presto mucha atención, y lo divertido aquí es que eso no le agrada.

Tiré de mi carpeta con un poco de fuerza, quitándola con éxito, y provocando que la chica frente a mí se de su mentón contra la mesa. No fue intencional y sin embargo, no pude evitar reirme susurrando un "lo siento" divertida.

—¿De que te ríes, sapo gordo? —preguntó reincorporándose del golpe. Si hago memoria, este apodo... "me lo gané yo misma ya que los sapos gordos son feos y tontos". Me dan gracia los apodos que inventa—. ¡¡Respondeme!!

Cerré mi mochila luego de guardar todo. —Mhh... ¿A lo mejor del golpe que te acabas de dar? ¿De lo estúpida que te ves? ¿O tal vez del patético ? —fingí estar pensativa y se escuchó ese típico "uhhh" de los alumnos al unísono en la mayoría de clases.

—¡Eh! —miró hacia los lados, consiguiendo que todos se callaran y continuaran haciendo sus actividades—. Escúchame —la miré con desinterés—, te golpearé donde más te duela —Sonreí con gracia, lo siento pero esta chica debería ser comediante. Pero... Habla metafóricamente, ¿no?

En fin, resignada, y, aparentemente avergonzada, Park Hyojin sonrió con orgullo luego de lo dicho. Demostrando esa sonrisa perfecta, de niña perfecta con vida perfecta, que tanto me disgusta. 

Realmente no me importaba que me hiciera algo a mí, así que me daba totalmente igual. Lo único que no soportaría sería que le hiciera algo a mis seres queridos, sin embargo, en este instituto, solo tengo a Jin. Para mi suerte, Park Hyojin no tiene ningún contacto con él, y dudo que sepa de su existencia.

—No puedo dormir bien en las noches cuando me dices cosas como estas, Hyojin. —respondí dramatizando mis palabras con un puchero presente en mis labios.

Gran parte de los oyentes se echaron a reír, lo cual era mi objetivo para que esta idiota se fuera.
Pude ver de soslayo al peliblanco, él  hizo más bien una pequeña sonrisa que trató de ocultar cuando posé mi vista por completo en él.

—Eh... Yoongi, ¿no? —esperé una respuesta por su parte pero gané una mirada diciendo "es medio obvio ¿no?". Me incomodé un poco, es la primera vez que sentía incomodidad en lo que viene siendo el instituto—. No me has dicho porqué me has estado observando—. Le pregunté indirectamente, con curiosidad, mientras colocaba una tira de mi mochila en mi hombro derecho.

—Ya te dije que no es acoso. —pude notar un leve fastidio en su voz.

—¿Qué? Pero si nunca te acusé de que lo fuera. ¿Cómo explicas eso, ah? —mencioné inquisitiva, entrecerrando mis ojos.

—Ah... —trató de buscar una respuesta pero por lo visto, no encontró—. Qué molesta. —ocultó una leve sonrisa con su mano y me hizo llegar a pensar que se veía algo adorable. Alucino.

YOUR LIPS - MIN YOONGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora