—¡Dios mío, Jihee! —di un pequeño salto y lo miré preocupada—. ¡Pero si eres taaan tierna! ¡Te gusta Suga! —Acto seguido, volvió a abrazarme para apretarme y frotar su mejilla con la mía, tal como un gato en busca de mimos. Bueno, algo que sabía bien es que Jooheon, es del tipo del que se emborrachan y se vuelven más pegajosos que chicle recién mascado.
Me reí por la vergüenza que deberá de tener luego de que esté con sus cinco sentidos y recuerde esto. —¿Sabes o no?
—¡No lo negaste! ¡Te gusta!
—Mira, si dices que no, y reaccionas exageradamente, quedas como una maldita tsundere. —Relaté recordando esas series que miraba antes—. Si no dices nada y le restas importancia, es porque te vale mierda. ¿Entiendes?
—Oh... —Me soltó, para regalarme una mirada digno de un alumno dándole atención a su profesora de matemáticas—. Es usted muy sabia.
Al final de la sala, pude divisar a Jimin saliendo de lo que parece ser una clase de... sótano. Miró hacia mi dirección y yo le respondí con una mirada que gritaba auxilio. Rápidamente entendió y se dirigió hacia mí, para así, sacarme a Jooheon de encima.
—¡Pero si es el famoso Park Jimin! —exclamó asombrado, quien ahora borracho, es un estorbo para mí.
—Jooheon, hola. —sonrió falsamente, o eso es lo que pude notar. Me dedicó una mirada incómoda mientras hablaba alegremente con Jooheon dándome la señal de que me vaya.
Te debo una, Jimin.—¡No sabía que eras el novio de Jihee! —Sin embargo, cuando me estaba alejando de estos dos, freno en seco al escuchar mi nombre.
—¿En serio? —Jimin, niégalo. No seas tonto—. Wah, realmente necesitas actualizarte, Lee.
—Quizás. De hecho, hasta hace un rato, la emparejaba con Yoongi. —Rascó su nuca, despistado—. ¡U-uh! Lo siento, lo siento, espero que eso no te moleste.
—No, no. —respondió rápidamente—. Ah, por cierto... ¿Quién es Yoongi?
—Min Yoongi. Suga. —Jimin lo miró desconcertado—. ¡Oh, vamos, es Suga! Ojos pequeños, cabello blanco...
Mh, es verdad que no les he comentado a ninguno de los chicos sobre Yoongi. Es que no tenía porqué, y sobretodo, él y yo, ya casi ni nos dirigíamos la palabra.
Estaba dispuesta a seguir escuchando la conversación que mantenían esos dos, pero mi idea cambió totalmente cuando distinguí, al tema de conversación, en el sofá. Sí, el mismo sofá donde antes había gente con bebidas en su manos y hablando energéticamente, que ahora, se largaron con la presencia del peliblanco ahí.
¿Cómo se supone que deba hablarle?
¿"Hola, ¿cuánto tiempo?"? ¿No es eso muy formal viniendo de mí?—¡Hey! —Me acerqué hasta él, actuando como si nunca nos hubiésemos dejado de hablar.
Levantó la vista de su celular, manteniendo su cara de pocos amigos. Y muy a pesar de mis expectativas, la bajó nuevamente para seguir con la vista en su celular.
—¿Me acabas de ignorar? —pregunté y como lo supuse, lo hizo otra vez.
Me senté a su lado, solo para molestarlo. No hice algo malo que yo sepa.
Me miró mientras abrió la boca en señal de disgusto y frunció su ceño, como si le hubiese dicho el peor insulto de su vida. Volvió a prestarle atención a su móvil, y se movió un poco a su izquierda logrando separarse de mí, ya que me había sentado exageradamente cerca de él.
Siguiéndole el juego, me acerqué a él, pero esta vez; dejó su celular en el apoyabrazos, dedicándome una mirada tan fría que, mentiría si dijese que no me intimidó un poco. ¿Y a este que le pasa?
—...¿Cómo te está yendo? —Cuando ya acepté el hecho de que no iba a hablarme en toda la noche, lo hizo. Provocando que lo mirase sorprendida—. Es decir, ¿cómo te está yendo con tus nuevos... amigos? —Cualquiera podría pensar que a lo mejor, está tratando de conseguir un tema para hablar, pero lo conozco lo suficiente. Sé que no lo pregunta desde un lado bueno. Se nota por su forma de hablar y su clara actitud helada.
—Escucha... —Iba a darle explicaciones, pero, ¿Por qué debería? Además, no sé con exactitud si mis suposiciones son ciertas o no—. ¿Estás enojado conmigo?
—Mh.
—¿Eso es un sí o un no? ¡No me jodas, sé más claro!
—Realmente había olvidado lo molesta y ruidosa que eras aveces. Y no me apetece recordarlo. Vete.
Ese papel de chico frío ya no se lo creo.
—No. —respondí indiferente, y cuando estaba apunto de contestarme, seguramente enfadado, me adelanté—: Te extrañé, Yoongi. —Se quedó callado ante mi seriedad y facilidad al decir eso, aunque, no es exactamente la reacción que esperaba—. ¿Tú no?
—Ah... —Su voz ronca se había entrecortado por una milésima de segundo y me sorprendí. Su aura agresiva se transformó en una pacífica. Me pregunto si durante este tiempo, consiguió una dificultad para pronunciar las palabras. Es decir, nunca lo había escuchado así antes.
Luego de sus intentos de proyectar algunas palabras, cosa que no logró, desvió su mirada. A lo mejor, ahora también tiene dificultad para comunicarse conmigo. Es la explicación más cuerda que le puedo dar a su cambio de actitud, expresión y humor.
Sentí que alguien me tocó la cabeza para llamar mi atención, y distinguí, a quien con una sonrisa, me pidió que lo siguiera.
—Jimin. —Me levanté del sillón provocando que éste soltara algo así como un rechinido—. Puede... —Busqué las palabras correctas para que no pensara mal, después de todo, Yoongi solo es mi amigo, pero conociendo al pelinaranja, lo puede malinterpretar con facilidad—. ¿Puede Yoongi venir conmigo? —Al ver su expresión, me corregí rápidamente a por el apodo, que por una razón que desconozco, lo conocen la mayoría—. Es decir, Suga. -señalé con entusiasmo, a quien se encontraba aún sentado, ajeno a mi conversación.
Jimin por su comportamiento al dirigir su mirada peliblanco, me dio la sensación de no estar muy de acuerdo con mi idea. Sin embargo, cuando posó su vista en mis ojos, sonrió y asintió. —Está bien. —Agradecí internamente—. Les mostraré donde están todos.
Llamé la atención de Yoongi haciendo una seña para que nos siga. Se levantó un poco desconcertado, pero me hizo caso.
Jimin agarró mi mano para guiarnos entre las personas. El peliblanco por su parte, por una razón que no veía clara, unió el entrecejo. Pero ya estaba acostumbrada.Cruzamos por la multitud de gente, llegando a donde visualicé a Jimin por primera vez en la fiesta. Bajamos unas escaleras y llegamos a... "esa clase de... sótano" —rememorando mis palabras—.
Ahí se encontraban Jin, Hoseok, el chico que me abrió la puerta de la casa y dos chicos más que no podía identificar. Obviando a Jimin, quien acababa de llegar conmigo y Yoongi.
—Jihee-ah! —Un Hoseok salvaje sentado en el piso con un joystick en sus manos, se levantó rápidamente a casi asesinarme de un abrazo.
Sonreí incómoda, pero al parecer no era la única así aquí. Yoongi también lo estaba. —Ah... él... Es Yoongi y... bueno. Él es Yoongi.
Mi intento de presentación fue interrumpida porque a), nunca presenté a una persona antes y b), la mirada de Jin no me estaba dando buena espina.
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YOUR LIPS - MIN YOONGI
FanfictionSocializar y tener amigos nunca formaron parte de las fuertes cualidades de Min Yoongi, un lóbrego joven que esconde más de lo que aparenta. Aquello podría cambiar al conocer a Jihee, una estudiante bastante...