YOUR LIPS - MIN YOONGI

4 ♪

—Es cómico. —Levanté la vista hacia él  extrañada—. Intentas ser mala pero, cuando se trata de estos temas, pues... —se rió de mí, y en mi cara. ¿Se está burlando de mí?

—¿Ah? ¿"Mala"? Que te quede claro que yo no intento ser nadie que no soy ni mucho menos me fuerzo a actuar de determinada forma, así que- —Puso su dedo índice sobre mi boca, callándome. ¡Maleducado!

—Shhh, ya sé, ya sé, solo cállate. —rió silenciosamente negando con la cabeza.

Dejando eso de lado... Es verdad. Parecía estúpida; no veo la necesidad de tartamudear o evitar su mirada, pero aun si no quisiera, mi cuerpo actuaba por si solo. —En realidad, "Yoongi"... No lo sé.

—¿No lo sabes? —arqueó una ceja.

—No lo sé. —afirmé—. No sé qué siento por él, quizás es amistad y yo lo estoy confundiendo.

—Ya veo. —Asintió lentamente y luego alzó de manera leve la voz—. Tengo una idea —Dijo acercándose a mi, por si no estábamos lo suficientemente cerca antes.

—¿Ayudará a distinguir mis sentimientos? —pregunté con la misma seriedad de siempre.

—Eso depende de ti. —Su cara se acercó peligrosamente a la mía.

Colocó una de sus manos en mi nuca erizándome la piel. La otra mano libre, la posó en mi cintura para atraerme más a él y cortar la poca distancia que teníamos. Su mirada
indescriptible —o al menos yo por la situación en la que me encontraba, no podía describirla— me daba la sensación de que mi estómago iba a explotar por las mariposas haciéndose presente allí. Y cuando se relamió los labios; efectivamente, sentí que mi estómago explotó, y mis ojos se fijaron en su boca sin disimulo.
Me puse realmente nerviosa hasta el punto de quedarme quieta y no reaccionar, quedándome viendo sus labios con atención y él pareció notarlo. ¿Es esto lo que pasaba en las películas?
Sentí su lenta respiración en mi rostro y eso me provocó escalofríos. Cuando vi sus oscuros ojos éstos estaban mirando con atención mis labios. ¡Sentía que iba a desplomarme ahí mismo! Empecé a notar más calor de lo normal, quizás por su respiración cálida, o por el calor corporal de su cuerpo, que estaba pegado literalmente al mío.
Mi mirada no se iba de sus rosados labios entreabiertos, preguntándome a qué sabrán, qué tan dulces serán,  cuando su boca se aproximó a la mía. Admiré en cámara lenta cada maldito detalle de su rostro hasta que no pude ver nada ya que cerré los ojos ansiosa de probar y conocer su sabor.

—¿Hay alguien aquí adentro? —tocaron la puerta por afuera. Si bien alejamos nuestros rostros de golpe, el peliblanco no parecía tener la intención de soltar su agarre en mi cintura o alejar nuestros cuerpos.

Yoongi maldijo en voz baja. —Eh... No, no hay nadie. —respondió el peliblanco, y al darse cuenta de la estupidez que acababa de cometer, yo lo asesino con la mirada y me suelta molesto. Se da una autocachetada, para luego acudir a abrirle la puerta al profesor que se encontraba en el otro lado.

Nos excusamos diciendo que vinimos a tocar el piano y por la concentración nos olvidamos de las clases. Lo cual era totalmente mentira, sabíamos perfectamente que esa no era la razón.

A penas salimos de la sala, echados, literalmente, por el profesor de música, mi corazón latía con una velocidad impresionante. Aun así,  traté de articular unas palabras cuando mi respiración ya no era tan agitada para no permanecer en un silencio incómodo. Él empezó a responder con monosílabos como "sí", "no" y "ya". No me jodas, ¿por qué tendría que enojarse conmigo? ¡No es mi culpa que sus hormonas alborotadas hayan sido interrumpidas por un profesor! Además, en todo caso, debería enojarse con el de música.