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Hoseok, no tardó en lanzarse sobre el confundido peliblanco y darle el mismo trato que a mí minutos atrás.  Y sí, me refiero a lo que casi me deja sin oxígeno. 

Pude adivinar, a pesar de que Yoongi no demostraba ninguna expresión facial, que estuvo incómodo. Hasta que alguien, aparentemente de su círculo social, se dignó a hablar.

—Suga-hyung. —El mismo chico,  quien me abrió la puerta hoy, dejó un recipiente con algo de comida chatarra sobre la pequeña mesa del centro. Y con una sonrisa, que la asemeje a un tierno conejo, lo invitó a sentarse—. En una fiesta es raro verte en una situación... así. —Yoongi, ignorándolo por unos segundos, tomó asiento en un puff en un rincón de la sala. Pero pareció entenderle, pues el tono despectivo con el que habló, lo delató.

—No hables de ese tema aquí, mocoso. —Le reprochó, como si la sala se encontrara completamente vacía. Mh, la curiosidad ahora me consumía, y para su mala suerte, no me agrada quedarme así.

—Eh...  Tú. —Señalé al...  ¿niño? Con mi dedo índice.

—Jungkook. —Me hizo saber Hoseok, antes de seguir jugando videojuegos, sentado en el suelo.

—Ah, sí. —Le asentí a Hobi, aunque éste ya se encontraba sumergido en otro mundo—. Jungkook. —Ahora me dirigí al menor, quien me miró como un animal asustado—. ¿A qué te refieres con "una situación así"? —pregunté insinuante.
Jungkook tragó saliva en seco, para luego mirar a su hyung en busca de ayuda; pero claro, éste estaba muy ocupado asesinándome con la mirada.

—¡Yo también quiero saber! —chilló Hoseok, aún con la vista en su pantalla. Vaya, pues al final sí estaba prestando atención.

—Bueno... Él no viene a las fiestas a conversar. Simplemente me resultó extraño. —respondió al fin.
Si bien lo que dijo podría ser correcto, aún siento que a lo mejor quiso agregar más.

En una técnica para que termine escupiendo la verdad, entrecerré mis ojos mirando fijamente a Jungkook.
Sin embargo, el desvíar su mirada y notar sus mejillas enrojecerse, me desconcertó. 
Aún así, me rendí y dirigí mi atención  a Jin, que se encontraba sentado en un sofá algo viejo. Me acosté en el ya algo desgastado mueble y apoyé mi cabeza en el regazo de mi amigo.
Jimin, quien había prestado atención a mi conversación, se sentó al final del sofá y aproveché para recargar mis pies en él.

Me tensé al sentir los dedos de Jin acariciar mi cabello. Y antes de proponerme cerrar los ojos, dirigí mi vista al peliblanco hablando  animadamente con Jungkook y, bueno, el simpático Hoseok, quien con la mirada atenta en su videojuego se metía en la conversación.

Su cabello blanco estaba algo despeinado y relamía sus labios antes de soltar palabras que, debido a la tranquila atmósfera en la que me encontraba, no escuchaba.
No iba a quedarme viéndolo como estúpida, así que, volviendo mi vista hacia el frente mis ojos se cruzaron con los de Jimin.
Apreté mis labios formando una línea en un intento de sonrisa, antes de acurrucarme mejor y cerrar mis párpados sintiendo el tacto de los dedos de Jin en mi pelo.

*

Bostecé, despertando por completo. Sentí la almohada extrañamente distinta, obligándome a reincorporarme frotándome los ojos. Miré hacia donde estaba acostada hasta hace un rato, y me percaté de que no era mi almohada, sino que el regazo de Jin.
Levanté mi vista hacia él, tenía los brazos cruzados y su espalda estaba totalmente apoyada al respaldo del sofá. Sonreí, él también se había quedado dormido y me resultaba gracioso pensar que quizás fue por no querer levantarse y despertarme.

Miré alrededor de la sala, los chicos no estaban. Suspiré. Era obvio. Soy la única idiota que viene a una fiesta y se duerme. Quiero decir, Jin, yo y... bueno, él.
El puff donde anteriormente yacía Yoongi se encontraba vacío. Sin embargo, a un lado, observé al peliblanco desparramado en el suelo.
Tapé mi boca para no reírme, emitiendo un sonido raro.

Me puse en cuclillas para mirarlo más  de cerca y afirmar mis sospechas. Efectivamente, está dormido.
Un carraspeo proveniente de mis espaldas me obligó a girar la cabeza de golpe, y gracias a esto, caer sentada hacia atrás.

—¿Qué hacías? —preguntó.

—Ah... Jungkook, me asustaste. Nada. Solo quería comprobar si estaba dormido. —me sinceré, encogiéndome de hombros.

Asintió. Luego pasó su vista por Yoongi, después por mí, y así repetitivamente. —Eh, t-tú... ¿qué relación tienes con... Suga?

Me paré del suelo y resoplé. ¿Qué relación tengo con Yoongi? Normalmente diría que es mi amigo, pero ahora que nos hemos estado ignorando, dudo que él lo vea así. — Eh... Es complicado. —confesé, restándole importancia. Otra y por segunda vez en el día, el chico se ruborizó e interpreté que lo había mal entendido. —Por cierto, Jungkook. ¿Qué hora es?

—Ya son como las... 5 AM. —respondió—. Los demás ya se fueron. Menos Jimin, tomó de más y dijo que se iría cuando Jin despertase. Pero aunque lo despertara... —señaló al dormido Jin— Jimin no parece tener ganas de irse por un buen rato.

—...Soy Lim Jihee. —Le informé y él murmuró un "noona" por lo bajo—. Iba a irme a casa con Jin. Pero al parecer no queda más alternativa que ir con Yoongi. ¿Tú vienes también?

—Sí. De hecho ya me iba. —Contestó—. Suga-hyung da algo de miedo cuando lo despiertan. Así que podría irse con Jimin y Jin cuando despierte por su cuenta. Tú podrías venir conmigo, para irnos ahora. Pero si quieres esperar a que los demás se vayan, por mí está bien.

Asentí.

—Ni en sueños me quedo esperando, vamos.

—Bien. Pero, vine a acá para buscar mi abrigo. Al parecer no está... —dijo ojeando la sala—. A lo mejor está arriba. Esperame aquí, Noona. —Y se fue rápidamente por donde vino.

Me senté al lado de Jin, quien seguía durmiendo pero ahora con su cabeza yaciendo en su propio hombro. Procuré no hacer ruido para no despertarlo, cuando un movimiento me asustó. Fue Yoongi, quien se levantaba del piso como un zombie, y a duras penas pude reprimir una sonrisa. Pareció darse cuenta ya que me miró con su singular rostro serio, probablemente preguntándose en sus interiores qué me resultaba chistoso.

—Buenos días, bella durmiente. —Lo saludé. Él gruñó como respuesta, a lo que llevé mi dedo a mis labios para que guarde silencio, señalando a quien dormía a mi lado.

La puerta se abrió con lentitud.  Probablemente era Jungkook así que me paré y fui frente a ella, pues realmente me apetecía irme.

Noona, perdón por hacerte esperar tanto. Ya la encontré... —Me miró unos segundos avergonzado—. Eh... afuera hace frío, creo que deberías ponértela. —Me extendió una chaqueta.

—Gracias. Pero de todas formas ya traje un abrigo. —Respondí amablemente. Ahora toca esperar a que no me hayan robado mi campera de cuero.

Jungkook miró por encima de mi hombro y pegó un saltito. Me situé a su lado para ver qué mierda vio y resultó ser el cara de culo de Yoongi.

—Ah, Hyung... Lo siento. —Comenzó a tartamudear tiernamente ¿Qué le pasaba?—. Es que como estabas durmiendo... Eh... —suspiró—. Espero que no te enfades conmigo Hyung~ —Y finalmente lo miró con unos ojos de cachorro.

YOUR LIPS - MIN YOONGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora