—Gracias. —es lo único que dije luego de sacarme los zapatos y acomodarlos a un lado para luego recostarme en un sillón algo gastado.
—Me debes una. —advirtió antes de adentrarse en un pasillo y abrir una puerta para encerrarse en lo que parecía ser su habitación.
Eran aproximadamente las 07:00 p.m cuando llegamos a su casa. Tardamos una hora. Quizá porque le tuve que comprar una bolsa de papas en el camino y nos detuvimos para comerlas, o bueno, para que él se las comiera.
No pensaba dormir a las siete de la tarde. Así que busqué el control remoto con la mirada, y encendí la televisión que se encontraba frente a mí.
*
Ya pasadas dos horas, Min Yoongi no daba señales de vida, ni salió a cenar. Quizás el chico estaba muerto pero decidí adentrarme en la cocina presa por el aburrimiento y se me ocurrió la magnífica idea de cocinar. No quería cargar con el peso de estar en deuda con él, así que espero que con alimentar su inexistente panzota bastara.
Hice kimchi acompañado con arroz. Eso es lo único que pude encontrar. Y bueno, también había ramen, pero con ayudar a limpiar sus intestinos y proteínas me valía.Mi celular sobre la mesada comenzó a sonar, era SeokJin, pero manos en uso es igual a no contestar.
De todas formas, si es algo importante, en KakaoTalk debería de estar bombardeada con mensajes, cosa que no es así.En la heladera, buscando un refresco, terminé encontrando solamente agua mineral. Ni un rastro de bebidas alcohólicas. Al parecer Min Yoongi no es de ese tipo.
Cuando todo estaba colocado en la mesa, llamé a la puerta de la habitación en la que Min se había encerrado hace horas.
Luego de un poco de insistencia y ver que no abre, comenzó un poco de preocupación por mi parte así que decidí entrar al cuarto.
Ropa tirada por el piso. Al igual que mangas, que por cierto, no quise ver de qué género eran.
Avancé procurando no pisar nada y a pesar de la oscuridad, pude verlo sentado sobre una cama desordenada.—Min Yoongi... —Me acerqué lentamente a él. Por lo visto se durmió apoyando su espalda y cabeza en la fría pared.
Por la cercanía en la que me encontraba, pude distinguir entre su pálida piel, algunos cortes en la parte de su cuello y lastimaduras apenas visibles en sus delgadas manos.
Me pregunto cómo se las habrá hecho.Sonreí al verlo tan angelicalmente y con la expresión tan relajada y bonita. Sin ese rostro de querer asesinar a medio mundo.
Lo moví tan solo un poco, de manera dulce. —Yoongi... —Pero no parecía querer despertar—. ¡Min Yoongi! —lo zamarreé tan bruscamente que sin querer, cayó al piso.
Despertó quejándose mientras frotaba sus ojos con sus nudillos.—¿Qué haces en mi casa? —Su voz más ronca de lo usual preguntaba con confusión.
¿Es medio tonto cuando recién despierta?
—Tú me dejaste venir, idiota. —Silencio aterrador—. Preparé la cena para tí —Aclaré mi garganta, eso sonaba raro—. Ya es algo tarde, me iré a mi casa.
Por su estado medio somnoliento, puedo suponer que aún no se ha despabilado del todo.
—Jihee, ¿por qué no te quedas conmigo? Me siento muy solo... —Un signo de interrogación se me dibujó en el rostro. Este no era Min Yoongi y todos en sus sanos juicios se darían cuenta. Sep, definitivamente aún no había espabilado de todo o quizás tuvo un mal sueño con relación a eso.
Tengo que aprovechar.
Mientras menos tiempo pase en mi casa, mejor. —Si insistes tanto... —No me ha insistido ni una miserable vez.*
Iba a la par charlando con Min Yoongi de camino al instituto, ¿quién lo diría?
Una charla casual con una que otra risa. Sorprendente, lo sé.
De alguna u otra forma, con cada conversación siento como si nos conociéramos más y que fuésemos más cercanos. Además, según su persona, y según pude ver, vive solo y puedo permitirme el lujo de ir a su casa diariamente como hacía con Jin y librarme de la mía.
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YOUR LIPS - MIN YOONGI
FanfictionSocializar y tener amigos nunca formaron parte de las fuertes cualidades de Min Yoongi, un lóbrego joven que esconde más de lo que aparenta. Aquello podría cambiar al conocer a Jihee, una estudiante bastante...