La Marca©

¿Nerviosa?

Antes que el timbre sonara, fui rápido hasta mi casillero, dejé algunos libros y tomé la clase de química. Revisé mi celular una última vez, vi nada más la hora: 9:29 am, no recibí ningún mensaje de parte de mis amigos o Dave. Intenté no sentirme mal al respecto, pero no funcionó. Cuando estuve dentro de la clase, vi a todos sentados y hablando mientras que el profesor Stone aún no se reportaba. Divisé a Amy y Christian, fui directo hacia ellos y me senté en un pupitre vacío al lado de Amy.

—Finalmente llegas —dijo ella—. Y ya sé que lo notaste, pero no has hecho ningún comentario al respecto porque eres muy modesta —comentó—. Pero esta mañana he amanecido terriblemente malhumorada.

Tardó unos segundos mirándome mientras que yo esperaba algo que no sabía si me diría.

—Esta la parte en la que me preguntas por qué.

—Claro —dije—. ¿Por qué has amanecido terriblemente malhumorada?

Amy extendió los brazos a su alrededor intentando mostrarme algo que, obviamente yo lo encontraba imposible de identificar.

—Basha no está aquí. Y tampoco vendrá ¿Y sabes a dónde fue? —preguntó, como si de verdad a mí me interesaría saber en dónde se había metido—. Me dijo que porque se iría a cazar con su padre ¿Qué te parece eso? Faltar al colegio por ir a cazar animales silvestres. —Soltó una risa alegre—. Me lo dijo cuando fui a su casa por lo de la tutoría, diciéndome que nos veríamos pronto ¿No es encantador? ¡Me cuenta sus cosas!

El sonido de sus palabras resonó en mi cabeza como un eco. Me deslicé hacia atrás en el banco y me sujeté al borde de la mesa.

«Se fue a cazar con su padre. Animales silvestres» Era casi cómico, si tan solo no supiera acerca de lo sobrenatural.

—También me dijo que es una tradición en su familia —continuó—. ¿Quién sabe? Quizá en un futuro yo me vaya de caza con él.

Tragué saliva y me limité a sonreír.

—Por cierto, me ha sugerido hacer una cita doble, tú con Dave, él y yo...

—Eso no es justo ¿Por qué no nos invita a nosotros? —se quejó Christian.

—Consíguete una novia primero —respondió Amy y Christian la remedó haciendo gestos con los labios

La imagen de Amy cazando al lado de Basha no salía de mi mente. Cazándome.

—Nina ¿Te sientes bien? —Alcé la mirada hacia ambos,

—Sí, sí, sí —dije apresuradamente intentando sonreír—. Estoy perfectamente. Y, honestamente no sé si se podrá. Dave y yo nunca fuimos novios. Y gracias a mi carácter, creo que la posibilidad se ha ido para siempre.

—¡Oh, no! ¿Qué pasó?

—Tuvimos una discusión.

—No creo que una persona que realmente te quiera se desanime por una simple discusión —dijo Amy en tono bondadoso.

—Intentaré arreglarlo cuando lo vea —respondí.

—Bien, hazlo y luego me cuentas qué te dijo.

El resto del día trascurrió de manera muy pesada e interminable, pero la calma me inundó en cuanto llegó la última hora de clase. En la sala de historia me encontré con Dave, estaba riendo acerca de algo, pero en cuanto me vio su gesto se tornó afligido. No podía huir más, esta vez no podía esconderme en la biblioteca hasta que el timbre de salida me cediera libertad. Esta vez tenía que enfrentarlo.

Me senté a su lado y me sequé la mano sudorosa en los pantalones, eché un vistazo hacia él. No me miró. Apunté la mirada hacia el frente, donde estaba el pizarrón. A cualquier lado, intentando que no sea hacia él. Pero fue imposible, no podía forzarme así que lo miré nuevamente.