Tras leerle dos cuentos a Jason, como se lo había prometido, el quedó profundamente dormido. Liam aún estaba en casa ya que mi pequeño se negaba a que se fuera.
Salí de la habitación de Jason dejando la luz del velador encendida porque le temía a la oscuridad, cerré la puerta con la precaución de no hacer ruido alguno y caminé hasta la sala, en donde se encontraba Liam.
Me senté a su lado en el sofá y solté un suspiro. Había sido un largo día y estaba cansada tanto física como psicológicamente.
─ Creo que debo irme –noté su voz rara.
Seguramente Liam estaba mal por todo lo sucedido, no habíamos hablado desde que estuvimos en el parque de juegos y la única razón por la que había permanecido en casa era porque el pequeño Jason quería jugar hasta el cansancio con él.
Definitivamente no podía estar enfadada con Liam. Él fue mi soporte en muchas ocasiones y podría decir que él y mi hijo eran las personas más cercanas a mí, además de ser las que más quería en el mundo entero.
Si me distanciaba de él por lo que había pasado lastimaría a Jason, ya que seguramente no lo vería con tanta frecuencia como lo hacía hasta el momento. No quería eso, y podía evitarlo, así que decidí hablar con él para que dejáramos las cosas en claro, para arreglar nuestros problemas.
─ Yo creo que no deberías –dije antes de que se levantara del sofá. –Tenemos mucho de que hablar.
─ Pensé que estabas enfadada conmigo, Emma.
─ De hecho lo estoy –solté una risa nerviosa. –Liam, no puedo estar distanciada de ti por muchas razones, pero la principal es Jason. Sé que hiciste lo que hiciste para protegernos, lo he estado pensado toda la tarde y eso es algo lindo de tu parte, pero ¿pensaste que si me lo decías saldría corriendo en busca de Niall? Eso es lo que aún no logro entender.
─ No es justamente lo que pensé.
─ ¿Entonces?
─ Quizás sentirías algo por Niall que provocaría que te acercaras más a él. No digo que tu amor por él renaciera como cuando tenías dieciocho años, pero no quería que te acercaras a él, corriendo el riesgo de que el cambio fuera momentáneo y luego retomara el alcohol y sucediera lo que hace cuatro años. Tienes mucha compasión por las personas. Sé que si te lo hubiera dicho sentirías pena por Niall.
Fruncí el ceño y me detuve un minuto a pensar. Era cierto. No sé si lo que hubiera sentido por Niall era pena u otra cosa, pero lo primero que haría luego de su primer llamado hubiera sido mandarle un mensaje de texto para saber si se encontraba bien.
No era que aún me importara como cuando éramos novios, cuando él era literalmente mi vida, pero sin importar lo que él significara para mí era el padre de mi hijo, nuestro hijo.
Desde que me alejé de él procuré no dejarlo ver a Jason hasta que estuviera en condiciones de hacerlo, o en todo caso hasta que mi pequeño me lo pidiera. La segunda cosa no había pasado, pero si la primer según lo que me había dicho Liam hacía un par de horas.
Según él, Niall había dejado de beber e incluso había ido a la universidad.
Pero no estaba segura, sabía que beber era como un deporte para él, no me lo imaginaba viendo al Derby sin un trozo de pizza en una mano y una botella de cerveza en la otra. Era difícil de imaginar si lo conocías bien.
─ Debo admitir que enterarme de eso me dolió –comencé a hablar. –Pensaba que Niall no se preocupaba en lo más mínimo por Jason, y en realidad lo hacía.
─ Y lo hace más de lo que te imaginas. Ha abierto una cuenta bancaria a tu nombre y ha puesto mucho dinero en ella.
─ ¿Qué? –quedé anonada. – ¿Acaso piensa que dándome dinero dejaré que vea a Jason?
─ No creo que sea así, creo que estás confundiendo las cosas.
─ ¿Sabes qué? Estuve a punto de dejar que Niall viera a Jason, pero no lo haré. Él al parecer nunca cambiará, ¿sobornarme con dinero? ¡Jamás le he pedido un centavo! No dejaré que mi hijo esté en contacto con personas como él, simplemente porque es un mal ejemplo.
─ Emma, cálmate. Realmente no creo esa haya sido la intención de Niall.
─ Personalmente creo que sí. –me levanté del sofá y comencé a caminar hacia la puerta de la entrada. –Liam, si no te molesta, vete. Necesito dormir.
─ De acuerdo –se levantó del sofá y caminó pesadamente hacia la mí. –No estés enojada ni triste. Sé cuán difícil fue esto para ti. Me siento un completo idiota por habértelo ocultado –decidí interrumpirlo.
─ No eres un idiota, hiciste bien al no decírmelo. Al principio pensé que fue un gran error, pero lo fue. Pensaste en las cosas que yo no.
─ Emma –dijo abrazándome –solo quiero que estés bien.
─ Siempre y cuando estés cerca de mi lo estaré –dije devolviéndole el abrazo. –Buenas noches, Liam.
─ Buenas noches, Emma. Que descanses.
Liam subió a su auto y se fue. Cerré la puerta de la casa con seguro y me dirigí hasta el baño. Me despojé de mi ropa y me metí a la ducha.
¿Cómo pude ser tan tonta al creer que Niall en realidad había cambiado? Seguía siendo el mismo de siempre. Me dolía que pensara que dejaría que viera a Jason si me daba dinero, ¿él pensaba que eso significaba Jason para mí? ¿Dinero?
Había visto a Jason desde que llevaba once semanas dentro de mi cuerpo, él era mi vida, él no significaba dinero para mí.
Mis lágrimas se confundieron con las gotas de la ducha que resbalaban por mi rostro. No podía creer lo que Niall pensaba de mí, eso era fatal, me había desgarrado el corazón, y la razón era porque sabía que aún, en el fondo, lo quería.
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Bad Father
FanfictionMamá, ¿porqué yo no tengo papá como los demás niños? –su dulce voz rompió mi corazón.