Bad Father

Bad Father C:14

Me quité el delantal y lo colgué sobre el perchero, ya eran las cuatro y mi turno como mesera en el bar de Paul había terminado hacía unos segundos.

─        Adiós, Paul –saludé a mi jefe mientras tomaba mi cartera y me marchaba hacia la salida.

─        Emma, antes necesito decirte algo –dijo él.

─        ¿Sucedió algo? –pregunté extrañada.

─        No, pero noto que a ti sí. Has derramado tres vasos de café hoy, sabes que eso es inaceptable.

─        Lo sé, y por eso no volverá a suceder –dije con una sonrisa.

─        Estoy segura de que no sucederá Emma, lamento tener que decírtelo, te aprecio demasiado, pero las cuentas están arrojando cuentas negativas y no podemos tener una empleada ineficiente –esto no me podía estar pasando, no ahora.

─        Paul, prometo que no va a pasar más, por favor no me hagas esto, sabes que es el único empleo que tengo y que con esto mantengo a Jason.

─        Lo siento mucho, Emma. No hay nada que pueda hacer.

Sin decir nada y con un nudo en la garganta giré sobre mis talones y me dirigí otra vez a la salida del lugar.

No era común en mi ser pesimista, sino que era realista, pero esta vez nada podía ir peor… o sí, Niall me estaba esperando en su auto para luego pasar por Jason y hablar, ahora sí que mi día no podía empeorar.

No era que no quisiera hablar con Niall, pero luego de que me despidieran las cosas cambiaban, debía conseguir un empleo de inmediato, sea cual fuese.

─        Hola –dije al subirme al auto.

─        Hola, Emma. ¿Cómo ha estado tu día? –dijo poniendo en marcha el auto camino al jardín de Jason.

─        Seré honesta, estoy cansada de guardar lo que siento o pienso. Ha sido un pésimo día, me han despedido y debo de buscar de inmediato un empleo, el dinero no cae del cielo, ¿sabes?

─        Oye, ahora no estás sola. Veremos cómo solucionarlo, no te preocupes, Emma.

─        Niall, ¿te enojarías si soy sincera?

─        Dicen que la verdad duele pero no ofende… adelante.

─        Todo estaba bien hasta que tú llegaste, yo te quiero, pero todo ha empeorado por ti. No te estoy echando la culpa de mi despido, yo he sido la idiota que tiene la cabeza ocupada en cualquier cosa menos en lo que debería, pero lo más importante es Jason, ¿Qué haremos ahora? ¿Ir al parque como si fuéramos una familia normal e imponerle que eres su padre? Sí, lo eres, pero no para él. Para él eres un doctor, el doctor Horan.

─        ¿Quieres que desaparezca como si nunca hubiera regresado? La verdad es que no tengo ganas de hacerlo, pero si crees que es lo mejor para Jason y para ti lo haré.

─        Esa no es la solución.

─        ¿Entonces puedes explicarme que quieres?

─        ¡Quiero lo mejor para Jason pero no sé qué es! –exclamé provocando un seguido silencio.

─        No quiero vivir con el remordimiento de que arruiné todas dos veces seguidas. Dime qué quieres para ti y para Jason, ¿me quieres dentro de sus vidas o no?

─        Obviamente quiero que estés en la vida de Jason, eres su padre biológico.

─        ¿Me quieres en la tuya, Emma? ¿Tú me quieres?