30 Días OTP Challenge~ [+18]

Día 3: Durmiendo.

La forma en la que Ryuga y Kyoya dormían, había adoptado una forma bastante peculiar el pasar del tiempo, algunas más raras que otras, la mayoría de las veces...

Mayormente Kyoya era el que se dejaba abrazar por Ryuga, quien no lo soltaba en el resto de la noche con sus brazos aferrados a su cuerpo e incluso una pierna entre las de el. Otras algo más cómodas, como cuando Kyoya caía dormido sobre el amplio pecho de Ryuga, seguían abrazos y enredando sus piernas, pero era más cómodo para el peliverde. De espaldas dormían muy poco, sucedía normalmente después de una pelea, sin embargo, al despertar, se daban cuenta de que sus cuerpos eran atraídos el uno del otro cuál imanes, terminando en medio de la cama abrazados nuevamente.

Para Kyoya, ya era una costumbre el dormir con el calor de Ryuga contra su cuerpo, por lo que el dormir él solo, se le hacía incómodo, a veces hasta algo molesto no dormir a su lado, pero sin duda era bastante tranquilo cuando lograba conciliarlo, claro está que era mucho más fácil, después de haberse tomado una pastilla para dormir.

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Cuando Ryuga llegó a casa esa noche, era realmente tarde, más de media noche, un día nuevo. Al final, el trabajo se le complicó mucho más y se le hizo el doble al mandar a Kyoya a casa. Pero no se arrepentía, Kyoya valía eso y mucho más.

Llegó y se quitó los zapatos con pereza, mientras que al mismo tiempo lanzaba el saco de su traje sobre el mueble. Ya estaba harto de ese traje, pero Kyoya decía que esa era la forma en la que el jefe debería vestir, pues recordando su pasado, su padre siempre vestía así para trabajar, o más bien, para todo, y por muchas ganas que tenía de responderle "Yo no doy mi padre" simplemente se quedaba callado, sabiendo que lo que él decía, era verdad y tenía toda la razón.

Caminó al cuarto con la esperanza de ver a Kyoya despierto y al menos hablar un rato antes de dormir, comunicarse como la pareja que eran, pero lo encontró tirado sobre la cama en la habitación oscura, apenas iluminada por la luz del pasillo que se colaba por la puerta abierta; estaba boca abajo sólo en boxers, la sabana se desparramaba sobre el suelo y apenas y se mantenía sobre la cama, debió haberse movido mucho por algún raro para que ahora se encontrara así. El verlo de esa forma fue como si nunca hubiera tenido sueño, se esfumó tan rápido que ni lo notó. Se relamió los labios con descaro mientras caminaba hacia él y se deshacía de su corbata, hacía ya algunos días en los que no habían podido hacer nada, principalmente por trabajo que les limitaba mucho el tiempo. Se paró a un lado de la cama, observando ese hermoso trasero dentro de su apretada ropa interior. Con cuidado se subió a la cama y se colocó detrás de Kyoya a horcajadas, de por sí ya sabía que él tenía un sueño demasiado pesado cuando está muy cansado, pero sabiendo como era, con una pastilla era casi imposible despertarlo, no había casi nada que lo lograra, tomaría eso como una ventaja ahora mismo. Colocó sus manos en las parte trasera de sus rodillas y fue subiendo, acariciando muy lentamente esa tersa piel trigueña.

—El gimnasio te está haciendo muy bien ¿verdad, amor?...— murmuró al aire, apretando con algo de fuerza ambos glúteos y moviéndose​ a su antojo, escuchando un pesado suspiro de parte del dormido Kyoya, pensó que había despertado, pero al ver que no fue así, continuó con lo suyo. Fue bajando lo más lento posible su ropa interior, no quería despertarlo, sería divertido ver cómo lo hace cuando se de cuenta de lo que estaba haciendo. Llevó sus labios a la piel desnuda de su muslo izquierdo y lo besó con dulzura, subiendo con sus labios, mordiendo con delicadeza una de sus nalgas, escuchó apenas otro sonido de parte de Kyoya, pero el que no estuviera despierto no lo impedía hacer sus cosas. Se quedó unos minutos jugando con su piel, rozando sus labios en su nuca y que entre sueños arqueara ligeramente la espalda lo volvía loco, sus manos acariciándo con delicadeza cada centímetro de piel que lograba llegar a ellas, sus brazos, su espalda, su cintura, sus piernas, sus caderas, su trasero.