Dia 6: Masturbación al activo.

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Juntos, uno frente al otro, se encontraban sobre la cama Ryuga y Kyoya, compartiendo un par de besos, ligeros​ por el momento. Recién llegados del trabajo, ambos habían estado haciando un momento a cosas todo el día, y ya que al fin lo tenían, había que aprovechar.

La ropa fue faltado lentamente, las manos de Kyoya, comenzaron a quitar uno a uno los botones de la camisa de Ryuga, el cual subió sus manos desde la cintura del mayor hasta el cuello, deshaciendo la corbata verde lima del peliverde para luego quedarse con los torsos descubiertos. Ryuga tomó el labio inferior de Kyoya, jalándolo ligeramente, logrando sacarle un jadeo involuntario.

—Masturbame...— pidió el albino, Kyoya se separó sorprendido y rojo.

—¿P-Por qué... De repente?— movió sus manos inquietas, bajando su vista disimuladamente a la entrepierna algo despierta de su pareja.

—Sólo... Quiero verte hacerlo— se lamió los labios viendo al chico, quien se movió aún más incómodo.

—Yo...

—Por favor...— insistió, se acercó y lamió su mejilla, Ryuga estaba actuando raro, pero, sólo había que dejarlo estar. Su lengua pasó a su oreja sensible, jugueteando con ella.

—E-Está bien, está bien...— jadeó excitado, Ryuga sonrió triunfante, feliz de conseguir lo que quiere.

El albino se acomodó en la cama, en la orilla de ésta, el mayor se acomodó sentandose en el suelo, entre las piernas de Ryuga, suspiró y comenzó a desabrochar el pantalón del menor con sus manos algo temblorosas.

—No uses tú boca ¿Ok?— la voz ronca y la sonrisa del chico le hizo saber a Kyoya que estaba, muy excitado, y aún no sabía por qué, pues hasta ahora no habían​ hecho nada extremo para excitarlo tanto.

—Tampoco iba a usarla...— gruñó completamente rojo. Apenas bajó un poco el pantalón y la ropa interior, el miembro de Ryuga salió rápidamente dándole un ligero golpe en la mejilla al peliverde, sorprendiendo, lo observo, aguanta la ganas de lamerse  a los labios, viéndolo grande, venoso e incluso goteando un poco— ¿Cómo estás tan excitado? ¿Tomaste Viagra o algo?— río con ironía, Ryuga le siguió.

—Tal vez y si es verdad...— esas palabras hicieron que Kyoya dejara de reír y lo mirara de forma sería.

—¿Hablas en serio?— Ryuga volvió a reír.

—No lo sé, no estoy seguro.

—¿Cómo no estás seguro?— arrugó en entrecejo— Eres joven, tomar eso es peligroso...

—No puedes solo seguir, esto comienza a doler...

—Dime.— apretó el miembro con fuerza, sin embargo no fue molesto para el albino.

—Ay ya...— jadeó frustrado— Cuando me pediste salir esta tarde, tenía dolor de cabeza, le pedí a Teresa que me llevará una pastilla y ella lo hizo, no me dió el nombre y además se quedó hay conmigo preguntas si ya se había ido el dolor, yo comenzaba a tener calor de repente, y también muchas ganas de "Tú-ya-sabes-qué" y creo que me dió algo diferente a lo que pedí, pero en eso llegaste tú y nos fuimos...— explicó sobándose la nuca, aún jadeando.

Decir que la cara de Kyoya no era un dilema era una mentira, éste se quedó viendo a Ryuga durante unos segundos conteniendo su enojo, oculto en una ligera sonrisa y entrecerrados los ojos un poco.

—Oh... Así que, ella hizo eso...— siseó sin dejar de mirarlo.

—Te estoy diciendo que no estoy muy seguro de... E-Eso— su voz se cortó cuando Kyoya comenzó a mover su mano, veía fijamente a Ryuga aún, quien parecía disfrutarlo bastante, al, al fin, tener su liberación. Su mirada era sería, decir que estaba enojado era poco, estaba rabioso, si esa mujer de verdad hizo eso abría serios problemas al respecto.  Continuó moviendo su mano un poco más rápido, mientras que la otra jugaba con la punta de su miembro, Ryuga sólo permanecía con los ojos cerrados, pero de vez en cuando los abría para ver a Kyoya, el cual en vez de avergonzado parecia concentrado.

30 Días OTP Challenge~ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora