30 Días OTP Challenge~ [+18]

Día 15: Con ropa.

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En el cafetín aproximadamente a las 7:30 AM, se hallaba Kyoya frente a la máquina del café junto con las más reciente empleada, la chica morena de cabello verde a su lado tenía la misma cara de sueño que el mayor y miraban la máquina casi ansiosos. Kyoya bostezó de forma ruidosa antes de escuchar un pitido que casi se escuchó como la gloria, el café estaba listo. Sirvió dos tazas, una para Ryuga y otra para él, y le hizo el pequeño favor de servir la de la chica también, despidiéndose sin más, ambos fueron por caminos diferentes

Caminó con algo de pereza hasta la oficina del menor, como era temporada alta, las cuentas estaban hasta el tope, bueno, más de lo normal, y como ellos eran los principales, todas las cuentas iban a Ryuga, debía revisarlas, por ello todas y cada una de ella pasaban por sus manos, por ellos, se iban de la empresa mucho más tarde de lo normal.

Como pudo Kyoya abrió la puerta de la oficina, y caminó hasta Ryuga para darle su taza y una ligera caricia en el cabello antes de sentarse en un sillón y así ayudarlo con todas las cuentas.

Ryuga ese día tenía el típico humor de perros que surgía por tanto trabajo, así que no quería hablar mucho, sólo gruñía de vez en cuando frustrado. Una vez se terminó el café, tan solo continúo con el trabajo concentrado en terminar la pequeña montaña frente a él e ir luego por otra. Alrededor de una hora después después, Kyoya se levantó, volteó a ver a Ryuga, quien ahora tenía la frente contra el escritorio, con el montón de hojas amontonadas a su lado al igual que la taza vacía mientras gruñía ligeramente​ entre dientes.

—¿Estás bien?— dijo con una risa entremedio, caminando hacia él, tomó la taza junto con la suya y acarició sutilmente el cabello del menor.

—No...

—¿Qué sucede?

—Estoy estresado...— volteó su cara un poco para ver a Kyoya, este le sonrió con dolencia, no quería decirle que el también estaba en la misma situación, pues tenía un poco menos o igual cantidad de cuentas que él por revisar— Necesito una distracción...— se alzó y recostó espalda por completo en la silla, dejándose acariciar por Kyoya aún, eso estaba calmándolo.

—Si reducimos está montaña de aquí para hoy, podremos hacer algo luego.

—No, quiero una distracción ahora...— tomó rápidamente la cintura de Kyoya, jalándolo con brusquedad hasta que quedara sentado sobre su regazo. Este ante el brusco movimiento había soltado una de las tazas​, dejándola caer al suelo, gracias al cielo estaba cubierto por una alfombra, la cual no permitió que la cerámica se quebrara.

—Ryuga...— gruñó, acomodándose mejor sobre su regazo al ser jalado de nuevo, sus rodillas a cada lado del cuerpo del albino, que comenzó sin perder el tiempo a besar su cuello— Debemos dejar de hacer estas cosas en la oficina... Recuerda lo que pasó la última vez— recordó, dejando la otra taza como pudo sobre el escritorio, teniendo cuidado de no colocarla sobre un papel importante.

—Es por eso que hoy lo haremos diferente...— Ryuga alzó su mirada, sonriéndole a su chico, el cual suspiró, y se levantó cautelosamente del regazo de Ryuga.

—No lo haremos aquí otra vez— anunció el peliverde, el albino lo miró haciéndolo una rabieta, a la cual Kyoya no caería otra vez— He dicho no, trabajaremos, y te dije que si terminamos esto pronto, podremos hacer algo más tarde.

—Pero Kyoya...

—Tómalo o déjalo— dijo con voz desafiante, Ryuga volvió a mirarlo de forma infantil, para luego alzar ambas manos en señal de paz.