30 Días OTP Challenge~ [+18]

Día 16: Bajo el agua.

.

.

.

.

En aquellas cortas vacaciones, ocurrió algo un tanto... Vergonzoso, y mientras nadie supiera nunca que eso pasó, todo estaría bien.

Fue algo así.

En el hotel donde estaban hospedados, había una piscina interna, que se supone, a altas horas de la noche nadie puede usar por a seguridad, como era de esperarse, pero al niño mimado que tenía como prometido, no le bastó no haber podido nadar en la mañana por irse a turistear por toda la ciudad, se fue con el supervisor (amigo de su padre por cierto) y le pidió la llave de piscina, obvio el hombre se negó al principio. Kyoya estaba perplejo por lo que Ryuga estaba haciendo, mucho más cuando el hombre accedió a dárselas, después de ver una suma considerable de dinero ser colocada sobre su mano, en esto el ojiazul puso los ojos en blanco, Ryuga siempre conseguía lo que quería.

Rió resignado cuando el albino volteó hacia él,y me enseñó las llaves, agitándolas con triunfo, luego ambos caminaron hasta las habitaciones, yendo a cambiarse para ir a nadar, cuidado de no ser vistos por otro huésped, y abrieron la puerta de la piscina.

Mientras afuera estaba frío por las corrientes de aire de la noche, dentro estaba tibio, agradable y... Mojado. Eso fue lo que pensó Kyoya cuando sin previo aviso el albino corrió a la piscina,y se lanzó en ella salpicando agua a todos lados, incluyéndolo a él. La piscina era hermosa, amplía, con azulejos de diferente tonos de azul en el fondo de la piscina.

-¿No entras?- preguntó Ryuga al salir del agua, sacudió su cabeza un par de veces y echó su cabello atrás, la camiseta se pegaba completamente a su cuerpo, haciendo que Kyoya casi se le saliera el corazón, ese estúpido niño...

-Espera un poco- se dio la vuelva para quitarse de a poco su ropa. Apenas pudo lograr quitarse su camiseta cuando sintió una mano en su cintura, para enseguida sentir como era lanzado a la piscina. Kyoya salió casi de inmediato, con todo el cabello en la cara pues había llevado el cabello suelto todo el día. Escuchó una gran carcajada de parte del albino, mientras abría un agujero entre el cabello para verlo con fastidio. Segundos después hubo otro chapoteo, Ryuga salió del agua también con el cabello en la cara y sin camiseta esta vez, su cabello no cubría tanto como el de Kyoya, pero podía cubrir sus ojos perfectamente. Kyoya aun fastidiado le tiró agua en la cara de forma infantil, a lo que Ryuga respondió de la misma forma, comenzando así una tonta pelea de agua, llena de risas estúpidas, ataques sorpresa y baladas de piernas, hasta que solo hubo silencio. Las manos de Kyoya llegaron rápidamente hasta la nuca del menor para profundizar el beso, el sonido leve del agua al mover sus cuerpos bajo ella no los distraía para nada. Las manos de Ryuga eran calidad, grandes. Era simplemente Ryuga, Kyoya lo sabía, y vaya que le encantaba.

-Te amo ¿Lo sabes?- Ryuga apenas se separó, para míralo a los ojos y decirlo, Kyoya enrojeció de inmediato, un tono leve cubrió sus mejillas de a poco mientras sonreía para él, ligeramente avergonzado y feliz, mientras su corazón latía con fuerza.

-Claro que lo sé, Torpe- pegó sus frente, rozando rápidamente sus labios contra los contrarios- Yo también lo hago, el anillo en mi dedo lo demuestran- alzó su mano izquierda, para así ambos poder ver el pequeño cilindro de color oro perfectamente colocado en el dedo de Kyoya, ambos lo vieron por pocos segundos, con la misma felicidad en los ojos de que eso se encontrara justo ahí, en el dedo anular del peliverde.

Ryuga volvió a capturar los labios de su amado, este enredo rápidamente sus piernas al rededor de la cintura desnuda del menor. Kyoya no le prestó demasiada atención al hecho de que pocos segundos después sintió la fría cerámica contra su espalda, pero si presto atención a las manos de Ryuga, quienes bajaban rápidamente por su cuerpo, hasta llegar a su trasero, apretándolo con fuerza.