Él (Marco Asensio)

Capítulo 15

A las ocho de la mañana oigo la puerta de casa, que raro si Carla está de vacaciones, me levanto a ver quien es. Voy al salón y no veo a nadie así que me doy la vuelta para ir a la cocina y me choco con alguien.

— ¡Joder qué susto Marco!

— Tendría que haberte avisado, Carla me dio su llave para cuando volviera darte una sorpresa aunque creo que en vez de sorprenderte casi te mato del susto, lo siento — me dice poniendo cara pena y luego me da un beso.

— Tranquilo. Siento que ayer no ganaseis os lo merecíais.

— Una veces se gana y otras se pierde, a la próxima traeremos esa copa para aquí — me dice y mi móvil empieza a sonar.

— ¿Si?

— ¡Irene García Rodríguez! — me grita mi madre y me cuesta apartarme el teléfono de la oreja. — ¿Se puede saber a qué estás esperando para venir a vernos? Estamos en julio hace un mes que acabaste de estudiar.

— Tenía que acabar con el papeleo y la tienda hasta el día quince no cerraba pero mañana mismo voy para allá.

— Más te vale chiquita y trae a ese noviecito tuyo, tendré que ver si es bueno para mi pequeña y si tu padre lo acepta como yerno.

— Yo no sé si podrá venir... — digo y miro a Marco quien está a mi lado escuchando atentamente y me quita el móvil.

— Claro allí estaremos no se preocupe — mi madre le dice algo que no entiendo. — Nos vemos mañana — es lo último que dice Marco antes de colgar y me devuelve el móvil.

— ¿Se puede saber qué haces? — le pregunto enfadada.

— Cumplir el deseo de tu madre. Ahora haz las maletas que nos vamos a Valencia. Coge bikini me vas a tener que llevar a la playa.

— De verdad que no hace falta que vengas puedo decirle que tienes que entrenar o cualquier cosa, querrás descansar y irte de vacaciones o esas islas con el agua más clara que un cristal donde van los futbolistas.

— Te prefiero a ti antes que a las playas con aguas cristalinas — me guiña el ojo. — Ahora prepárate la maleta yo me voy a hacer la mía. Saldremos mañana a las ocho.

Hago la maleta y me voy a casa de Marco me quedaré allí para salir directamente mañana, ya que el trayecto Madrid - Valencia en coche dura cuatro horas.

— ¿Lo tienes todo? — me pregunta Marco antes de cerrar el maletero.

— Sí, podemos irnos ya.

Nos subimos al coche la primera hora la pasamos cantando y la segunda ya estoy aburrida.

— ¿Queda mucho? — digo como si fuera una niña pequeña.

— Hace cinco minutos has preguntado lo mismo quedan tres horas pero de aquí una pararemos a comer algo.

Cuando hacemos las dos horas paramos en el primer bar de carretera que encontramos. Nos hacemos un café y antes de irnos el dueño reconoce a Marco y le pide una foto.

— La voy a imprimir y la pienso poner en un cuadro — comenta el hombre y nosotros sonreímos.

Dos horas más en el coche y llegamos, menos mal ya no sabía que hacer porque me había quedado sin vidas en el Candy Crush y no tenía más juegos.

— Por fin, no valgo para viajes largos en coche.

— Y que lo digas, no paras de quejarte se lo pienso contar a tu madre — dice y apaga el motor. Hemos encontrado un sitio justo enfrente de mi casa.

— Chivato — digo sacando la lengua antes de bajar.