Él (Marco Asensio)

Capítulo 35

Sigo con mi trabajo presentando los fines de semana y de lunes a jueves estoy todo el día con mis hijos.
Lucía, la niñera, viene todas la tardes a jugar con ellos y hoy hemos decidido llevarlos al parque. Mientras juegan Lucía y yo estamos sentadas en un banco hablando.

— ¿Qué tal la universidad? — le pregunto. Lucía tiene veinte años y trabaja cuidando a niños para poder pagar la carrera. Está estudiando magisterio y es que no hay duda de que le encantan los niños.

— Bien me quedan unos cuantos años para acabar pero no puedo negar que me encanta.

— Me alegro mucho. ¿Y cuéntame qué tal con aquel chico?

— No hay nada solo somos amigos — dice pero se le dibuja una sonrisa, la misma que a mi cada vez que veo, pienso o nombran a Marco. Amigos... No creo que sea solo eso. — ¿Y Marco?¿Esta semana le toca irse a algún sitio?

— Le toca irse a Japón por el Mundialito de Clubes que se juega el día 18.

— ¿Pero para Navidad ya están aquí no?

— Claro más le valía estar aquí en Navidad o sus hijos le matarían.

Seguimos un rato más hablando y a las ocho de la tarde volvemos a casa y de camino acerco a Lucía a su edificio. Luego llegamos a casa y Marco está preparándose las cosas para irse mañana.

— ¡Papi! — gritan los tres al verlo y se van abrazarlo.

— Hola peques. ¿Qué tal el cole? De aquí nada ya tenéis vacaciones de Navidad eh.

— ¡Sí! — gritan todos a la vez.

— ¿Te vas papi? — pregunta María.

— Sí, me tengo que dentro de tres días tenemos partido.

— Seguro que ganáis — le dice Iván y Marco sonríe.

Marco se despide de todos y luego se va. Después de cenar y acostar a los niños llamo a Carla para preguntarle que tal fue el viaje ya que no he podido hablar con ella.

— ¡Ireeneee! — grita Carla y me cuesta alejarme el móvil de la oreja.

— ¿Qué tal el viaje?

— Genial no quería volver aunque pienso reclamar otro viaje tres días son muy pocos.

— Ya te entiendo. ¿Alguna novedad?

— Ninguna. ¿Y tú?

— Idem. Marco acaba de irse — le contesto.

— Isco igual me he quedado sola bueno con Isco Jr. ¿Quedamos mañana después de dejar a los niños en el cole? — me pregunta.

— Sí. ¿A qué hora?

— Yo tengo el colegio al lado de casa tú el tuyo lo tienes un poco más lejos así que a las diez menos cuarto en el Starbucks del centro. ¿Te parece?

— Perfecto. Nos vemos mañana, buenas noches — le digo y cuelgo.