Depuración |Ross Lynch|

2. Tessa

¡¡En multimedia Tessa!!

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Observo mi reflejo en el gran espejo, el vestido rojo aterciopelado con detalles de color negro había sido elegido por mi madre, debía complementarlo con un saco negro ya que el invierno era aún peor en esa época del año.

No me sentía a gusto con esta ropa, miraba el gran ropero que me rodeaba, todas clases de vestidos, zapatos, prendas que seguro jamás usare, sin embargo según mi madre necesito tener variedad.

Al entrar en mi casa todo reluce, dejando en claro la clase social en la cual estamos ubicados,  solo yo sé que no debo estar aquí, siento que me falta algo, no es un objeto material.

Debería huir, no tengo quien me acompañe.

Me quedaré atrapada aquí.

-¡Tessa! –grita mamá anunciando que es hora de irnos.

Respiro hondo, y salgo.

Mi tarea será sencilla, solo hacer acto de presencia y sonreír a cada comentario que diga mi padre a la prensa, no mostrar ninguna cara de disgusto que pueda dificultar la carrera política de él.

Bajo corriendo las escaleras, todos giran al escuchar como los zapatos provocan ese ruido reconocible, antes de poder avanzar con ellos Rita me detiene.

-He preparado esto para que pueda tomar en el camino, el frio es atroz –me sonríe entregándome el vaso térmico.

-Muchas gracias, realmente voy...-soy interrumpida por mi familia.

-¿Cuántas veces debo llamarte? –replica mamá mirándome furiosa.

-Adiós –le susurro a Rita y subo a la limosina que nos esperaba para irnos.

Procuro sentarme al lado de mi hermano, no quería lidiar con mis padres, este día los tenía alterados pensando las frases que dirían antes la multitud de personas.

Bebo la cocoa caliente, sintiendo como mi cuerpo lo agradece.

Quiero mirar por la ventana, solo que hoy no es un buen día para hacerlo, la depuración ha dejado uno de sus shows más escalofriantes. Sin embargo Julian no se inmuta porque hasta se le escapa una sonrisa con cada escenario que pasamos.

-¿Cuál es la gracia de todo eso? –Le pregunto mirándolo, su barba seguía creciendo, pensé que mis padres le dirían algo sobre su aspecto, solo que no lo han hecho.

-Principalmente que no soy uno de ellos –contesta dejando ver sus ojos celestes lo cuáles eran idénticos a los de mamá.- Y segundo ellos habrán hecho algo para ganárselo, recordemos que la depuración nos ayuda a buscar justifica por mano propia.

-Claramente alguien se ha aprendido el discurso de nuestro padre –ruedo los ojos.

-Te niegas a verlo porque aún eres joven, pronto comprenderás.-me da un codazo.

-Te suplico que dejemos hablar sobre esto –debía despejar mi mente, este tema me hartaba - ¿Qué tal los planes de casamiento con Juliet?

-Ella se encarga de todo, yo prefiero no meterme.

-¿Debo recordarte que también te casaras?

-Lo tengo en claro eso, solo que Juliet puede alterarse con facilidad.

-Le tienes miedo.-consigo sonreír.

-¿Saben sus papeles? –nos interrumpe papá, observo su traje azul, su cabello era negro pero sus ojos verdes claros, sus facciones delicadas, él nunca llevaba barba decía que le daba un aspecto más pulcro.