11. Ross

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El despertador no dejaba de sonar, parecía una tortura para mi cabeza la cuál en cada segundo la jaqueca aumentaba, mire en la mesita de luz para buscar el despertador solo que no está, abro lentamente los ojos y se encuentra este apoyado en el escritorio, maldigo por haberlo dejado ahí.

-¡Apaga eso! –Exclama Ethan arrojando una de las almohadas en la dirección errónea.

-Cuando lo haga, aún tendremos que ir a clases –bostezo consiguiéndome levantar.

-Hoy no tengo clases –se cubre con el edredón.

-Por eso tomaste sin problemas, mientras a mi prácticamente me obligaste –me quejo apagando el reloj.

-Eres grande y puedes tomar tus propias decisiones.-Se destapa para mirarme.

-Me engañaste pensando que solo tomaba jugos exprimidos, y en realidad tenía vodka.

-La única persona que no se daría cuenta de eso serías tú, no es mi culpa que seas lento.-dice – Ahora cállate y déjame descansar.

Termino de vestirme, me quedaban quince minutos antes que comience la clase, opte por buscar alguna máquina de café, siempre había una cerca para satisfacer las ansias, no era el mejor pero te ayudaba a despertar.

Me voy acercando, una persona esperaba que le entregue lo que pidió, al llegar noto que ese extraño era Erika.

Mi ex novia, terminamos en buenos términos, ella decidió seguir con su vida pero sin mí, procuré olvidarle para no torturarme con el recuerdo.
Su cabello era platinado, antes le llegaba hasta la cintura ahora se lo había cortado hasta los hombros, medía uno sesenta. Era pequeña de contextura física, su tez pálida y ojos marrones.

-Buenos días Erika –saludo cordialmente al llegar, ella sonríe luego de contestarme, noto sus nervios.- ¿Cursas con el señor Pons?

-Sí, ¿has estado en su clase? –retira su café.

-Es un gran profesor, a veces puede ser cascarrabias –contesto mientras hago mi pedido.

-¿Qué esperas para entrar? –se presenta un hombre más alto que yo, hacía frio sin embargo tenía una musculosa puesta dejando ver sus brazos trabajados.

-Lo siento, solo saludaba a –es interrumpido por el extraño.

-Después me dirás quién es, ahora nos vamos –rodea su brazo en la cintura de ella para dirigirla, Erika gira y mira apenada, estaba claro que se trataba de su nuevo novio, y era un imbécil.

Intento olvidarme de ellos, agarro mi bebida para entrar al aula, sería otro día agotador.

...

Por hoy las clases habían finalizado para mí, solo que debía trabajar en la librería de la universidad, no era un salario de lujo pero me alcanzaba para poder sobrevivir, este estaba constituido en dos pisos, cada pared completa de libros y agregando los libreros que había alrededor, todos color madera oscura, dándole el aspecto de antiguo, mesas si uno deseaba tomar asiento y estudiar con tranquilidad, un par de computadoras para completar con información extra.

Todo estaba bastante tranquilo, yo procuraba ser de utilidad para los alumnos que deseaban encontrar algún texto, orientándolos.
O el otro trabajo que ahora estaba llevado acabo ordenar los libros que algunos dejaban en donde no debía, iba con un carrito dirigiéndolos en la sesión correspondiente.

Levanto mi cabeza y se presenta Ethan corriendo directo a mí, se veía entusiasmado.

-Por fin te encuentro –se detiene.

Depuración |Ross Lynch|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora