Busco entre el ropero que ponerme, admito que estoy nerviosa otra vez, no comprendo porque el sentimiento aumentaba a cada segundo que la hora se acercaba, he salido con otros muchachos pero la sensación ha sido distinta con Ross.
Muevo lentamente mis hombros obligándome a relajar.
Veo un pullover gris, en los hombros tenían círculos dejando esa parte descubierta, busco unos jeans azules y botas negras, no pensaba vestirme tan llamativa, buscaba colores neutros para que nadie capte la atención y supiera quien era.
-¿Dónde irá mi pequeña hermana? –veo por el espejo, y es Julian apoyado en el marco de la puerta.
-¿Qué quieres? –giro mirándolo.
-Venía a recordarte que en la noche tendremos una agradable cena familiar, vendrá Juliet junto a sus padres y hermana.
-¿La detestable de Maggie? –me lamento.
-Ella misma –él se acerca – Se siente bien saber que no soy el único que no la soporta –sonríe.
-Cree que es la dueña de nuestras vidas –dejo de mirarlo para observar mi cabello.
-Tendremos que fingir que nos importa lo que diga, espero que vengas a tiempo y no me dejes solo.
-Intentare llegar a tiempo –agarro mi bolso.
-Recuerda que si no vienes mamá se enfurecerá –apunta.
-Adiós –me despido.
Aunque había momentos donde Julian podía ser un ególatra insoportable, tenía sus momentos divertidos y agradables, sabíamos que aunque discutiéramos nos queríamos, después de todo somos hermanos.
...
Esta vez Ross había llegado antes, se encontraba apoyado contra la pared, sus dedos jugaban nerviosamente con sus anillos, un gesto que aprendí que hace a menudo.
Me acerco y toco su hombro para captar su atención, él me mira unos segundos para después sonreír, las manos en su bolsillo.
-Lamento si tarde.
-En realidad llegaste a tiempo –me muestra la hora en su reloj.- Yo vine antes por miedo a atrasarme.
-La otra vez estabas justificado –lo tranquilizo.- ¿Cuáles son los planes para hoy?
-Música –toma mi mano para que lo siga.
-Pediría que seas más específico –le digo procurando seguir sus pasos.
-Las sorpresas siempre son mejores –no sigo hablando, solo permito que me dirija.
Vamos por calles que no tenía idea, procuro prestar atención, me gustaba ver alrededor y mirar a las personas que nos rodeaban, me preguntaba que pasaba por sus cabezas, algunas notabas sus rostros de preocupación y otros fingían estar bien, sé que no puedo asegurar que estén mal pero las personas somos magnificas para ocultar nuestros sentimientos.
Y acepto ser una de esas.
Al llegar noto que un grupo de personas saludaban a Ross, todos se dirigían a un edificio. Había un ascensor el cuál te dejaba ver que tenía la capacidad suficiente para la mayoría, solo que ellos optaron por subir las escaleras.
-¿Iremos por ahí? –señalo.
-Claro, hay que precalentar es el método más sencillo.-me anima a que lo siga.
Obligo a mis pulmones a juntar la mayor cantidad de oxígeno, este es el momento que me arrepiento de no asistir a esas clases de spinning con mi mamá, ella siempre me reprocho el poco ejercicio que hacía.
Su frase favorita era, "Tienes suerte que te tocaron los genes de mi familia, igual nunca está de más ponerse en forma."
Yo procuraba alejarme de ella, porque en los pocos segundos que comparta a su lado, todo sería críticas.
Ross esta adelante mío, algunas veces gira para verme, yo levanto lo pulgares dejándole en claro que puedo, subimos tres pisos y al fin llegamos.
Una de las tres puertas estaba abierta, era evidente donde nos teníamos que dirigir.
La música en la habitación estaba alta, se debía hablar en voz alta para escuchar a los demás, en salón solo consistía con tres muebles, uno donde estaba apoyado el estéreo, un sillón y una barra para estirarse. Al frente mío había una pared donde todo era un espejo, todos se colocan en posición.
-Prepárate –anuncia Ross tocando mi hombro para que observe adelante.
-Tres, dos y uno –grita una persona quien estaba adelante, pude darme cuenta que era un hombre por el tono de voz, pero no veía con claridad, otras personas me tapaban.
Presto atención al espejo, intento seguir los pasos que indican, sin embargo no encuentro el ritmo, todas las personas aquí están seguros de lo que hacen, no pienso detenerme.
Ross reluce ante todos, demuestra que ama bailar, no tiene problemas en dejarlo a la vista. Casi me detengo por estar mirándolo, él se percata y toma mi mano, nos acercamos, él me ayuda a que mi cuerpo se relaje e indica cómo debo moverme.
Hasta que llega el momento donde todos se ponen en ronda, al azar se dirigen al medio solo improvisan, los demás que observan aplauden alentándolos. Quedo sorprendida con cada paso que crean, haciendo que se ganen mi asombro total, llega el turno de Ross y él no muestra temor, solo permite que sus pies lo guíen, haciendo saltos alucinantes, aplaudo con furor.
Pero antes de poder darme cuenta, dos personas tocan mis hombros y me dirigen al medio, quedándome sola porque Ross se ha apartado, miro alrededor y quedo en blanco, no tengo idea que movimiento hacer.
-¡Tess, Tess! –grita Ross, los demás se unen, aunque suene ridículo junto el valor gracias a eso y empiezo, sé que estoy haciendo el ridículo, no me importa, quiero relajarme. Apartar mi cabeza de los demás.
En un abrir y cerrar de ojos esto ha terminado, me encuentro sentada en el suelo junto a Ross tomando la mayor cantidad de agua que él me ha dado de una botella, mis pulmones arden con cada respiración que doy.
-¿Cómo te sientes? –Ross mira con curiosidad.
-Tengo la sensación que un tren pasó arriba mio –consigo reírme.
-Entonces no hace falta preguntarte que si es la primera vez que bailas.
-Seguro te diste cuenta antes al ver como arruino el baile que ustedes estuvieron ensayando.-toco mi frente y noto el sudor que cae, él me entrega una toalla.
-Para ser novata no lo has hecho horrible.
-Gracias por ser gentil conmigo.-agradezco - ¿Pensé que solo Raynah era la bailarina de la familia?
-Tal vez tuve que ver en su decisión.
-Si lo pienso un poco, es rara la combinación –pienso unos segundos - ¿Estudiabas para ser profesor de historia?
-Por ahora tu memoria no falla.-comprendo que mi respuesta era correcta - ¿Y que es raro?
-Que seas bailarín, quienes son totalmente libres, les gusta disfrutar y eso – pausa – Mientras que un profesor tiene una vida más recta, casi aburridos.
-Depende con que profesor te topaste en tus años de estudio –me corrige – Todas las personas no se parecen entre ellas.
-Punto a favor –chasqueo los dedos, en unos minutos ninguno dice nada, noto que Ross quiere decirme algo, pero cada vez que lo hace solo finge mirar su teléfono.- ¿Quieres preguntarme algo?
-Antes vayamos a comer algo, debes estar hambrienta –salta y me ofrece su mano.
-No había pensado en eso hasta que me lo dijiste –toco mi estómago – Unas donas serían increíbles.
-¿Has leído mi mente? –mira sorprendido.
-Quizás, vamos –nos despedimos de las personas, para luego retirarnos.
Tengo el presentimiento sobre la duda de Ross, sabría que tarde o temprano aparecería.
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Depuración |Ross Lynch|
Ficción General-Conmigo perderás todo, debes dejarme aquí -le insisto cayendo al suelo, apretando con fuerza la herida de mi pierna para que la sangre se detenga. -Te elegí antes y ahora tengo más motivos para no abandonarte - Ross aún sujetando a Raynah con su ot...