20. Tessa

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Mantenía mis ojos cerrados, no era capaz de ver a Ross luego los sucesos que se llevaron esta noche, sentía vergüenza, después de todo lo arrastre aquí y ahora la vida de quienes aman corre peligro, en un instante todo puede desaparecer.

Me percato que hemos dejado el barrio donde vivo en el instante que el bullicio se hace presente, gritos rogando por su vida, risas morbosas, disparos, autos haciendo picadas ocasionando que sus ruedas chillen contra la acera al momento de frenar, cada uno de esos ruidos significa una persona muriendo. Si abría los ojos las cosas se podrían peor, las imágenes quedarían grabadas en mi mente siendo imposible borrarlas y tan solo se repetirían por el resto de mi existencia.

-Tessa – Ross me dirige a mí luego de unos minutos, no me mira, sus manos sujetan con fuerza el volante tanto que sus nudillos están blancos.- Te pido que recuerdes algún detalle sobre lo que planeaban hacer a mi mamá y Raynah.

-No tengo idea, ellos tan solo dijeron que las buscarían para llevarlas a casa –agacho la cabeza y mis manos la sostienen.

-Respira –Pide acariciando mi espalda – El más mínimo detalle me ayudará a saber lo que debo hacer.

-Ellos no confiaban lo suficiente para decirme – espetó alzando la voz.

-¿Todos los conocidos más cercanos estaban ahí?

-Creo que si –cierro los ojos unos segundos para imaginarme estando otra vez con ellos, voy contado a las personas presentes, prestando atención y es ahí como aparece un dato.

-Banks –chasqueo los dedos – Es el contador de papá, un buen amigo de la infancia, no los vi ahí.

-Es un avance –los hombros de Ross se relajan – Cuando lleguemos, debes quedarte aquí, buscare a mi familia e intentaremos buscar un sitio seguro.

-No podrás hacerlo solo –intervengo – Iré a tu par, seré de ayuda.- Reconozco la casa de Ross, falta tan solo una cuadra- Debes ubicar el auto lo más cerca de la entrada, nos dará ventaja.

Lo primero que uno se percata es que todo está en paz, una cosa que pude aprender cuando las cosas se presentan de esa manera no es una buena señal, significa que algo ha sucedió con anterioridad provocando esto.

-¡Carajos! – exclama Ross apenas detiene el auto, lo sigo para saber que ve, y se trata de la puerta, alguien la ha tirado abajo.

Hecho un vistazo, la parte del medio está hundida, varias astillas sueltas.

-¡Debía estar aquí! – Patea lo sobrante de la entrada.- ¡Maldición!

-Ross debes guardar silencio, no podemos saber si hay alguien por acá –susurro tocando su hombro.

Asiente y caminamos, en el camino pateo algunos adornos sin darme cuenta hasta chocar con ellos, la oscuridad rodeaba el lugar, podíamos usar la linterna del móvil pero eso nos dejaría en evidencia.

Estamos por dirigirnos al sótano hasta que huellas de sangre en el piso cambian nuestro curso, el temor aparece, procuro agarrar algún adorno que pueda ayudarme para defenderme por si se presenta alguien.

Los muebles están arrojados, sillas rotas, la sangre solo seguía siendo más visible, hasta que vemos unas zapatillas, no puedo moverme, siento como si mis pies estuvieran pegados.

Ross si corre, oigo un grito desgarrador, se deja caer al suelo.

Repito a mi cuerpo que debemos movernos, no importa cuando doloroso será ver la escena que nos espera en la otra sala tengo que estar con él.

Primer paso, luego el segundo hasta que me hago presente, cubro mi boca al descubrir que se trata de Stormie, toda su ropa esta manchada por su propia sangre.

Depuración |Ross Lynch|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora