En el momento que vi a Ross con aquella pequeña en brazos sentí ternura, dejándole de lado la noticia que podría acompañar, ya fuera que era su hija. Solo supe que él quería protegerla a toda costa, dejándome en claro el tipo de persona que era.
Note el gran parecido que tenían Raynah y Ross, su hermana me miraba queriendo estudiarme, no comprendía quien era yo, lo cuál era entendible. Porque después de todo, seguro él no tuvo el momento de hablarle de mí, ya que apenas fueron horas que nos conocimos.
Sin dudar supe que teníamos que cambiar de lugar, fue un alivio porque aquella cafetería no era mi lugar favorito, era el de Iris, ella siempre que podía me arrastraba ahí, yo me sentía fuera de sintonía cada vez que íbamos.
Ahora no podía dejar de sonreír, tenía unas infinititas ganas de hacerlo, gracias a ellos. Puede sonar estúpido pero por fin me sentí en el lugar indicado.
Íbamos recorriendo cada juego que captaba la atención de Raynah, claro que nos servía de excusa para jugar nosotros, donde Ross y yo tratábamos de competir sobre quien conseguía más punto para que luego Raynah consiguiera el mejor premio.
-Este será el último juego –Le informa Ross, rápidamente ella lo mira con tristeza, yo siento culpa.
-Si es por mí, tengo mucha energía –Procuro tranquilizarlo.
-El problema es nuestra mamá, Raynah debe dormir temprano y bueno –hace una mueca lamentándose que todo deba terminar.
-¿Cómo irán?
-Tomaremos el autobús –Ross toma los muñecos de peluches que habíamos ganado, me entrega el delfín –Este será un regalo de nuestra parte, ¿Te parece Raynah?
-¡Si! –exclama levantando sus brazos.
-Muchas gracias –me agacho para poder abrazarla.- ¿No te importaría que les diera un aventón? – Noto que Ross duda – He venido con mi auto, no tendría problema.
-Vivimos en las afueras, es lejos, no hace falta.
-Una cosa que tendrás que aprender de mi es que puedo ser muy terca cuando quiero –agarro la pequeña mano de Raynah – Ustedes vendrán conmigo, y podre pasar un poco más de tiempo con esta preciosa –beso la mejilla de ella.
-Claramente me han cambiado –comenta Ross poniéndose celoso.
-Es muy pronto para asegurar eso, también me gustas –lo último lo dije inconscientemente, mis mejillas se sonrojan.
-Admito que me acaba de agradar lo que oí —ambos sonreímos para luego dirigirnos a la salida.
...
Llegamos al estacionamiento y veo la cara de asombro de Ross al ver mi auto, era imposible que no sea llamativo un BMW descapotable color rojo, jamás pensé en comprar algo tan ostentoso, pero fue un regalo de mi padre y ahora tenía que cargar con las miradas.
Abro las puertas, Ross ayuda a Raynah sentarse atrás y colocarse el cinturón de seguridad, para luego sentarse en el asiento de copiloto.
-Un gran carro –asiente sin saber que más agregar.
-Pequeño regalo por parte de papá –solo digo – Indícame por donde ir –trato de cambiar de tema, algo que pueda controlar.
-Deberás girar para la derecha –Ross prosigue explicando, presto atención de no perderme, creo que lo voy haciendo bien.
-A ver hasta ahora se, que estudias para ser un futuro profesor de historia, bailas muy bien, aunque vas a la universidad procuras ayudar a tu mamá siempre, tu libro favorito es romeo y Julieta cosa que no he escuchado decir a otro muchacho.-de reojo noto que él juega con su reloj - ¿Quién coloca su reloj de esa forma? –señalo, tenía la parte de adelante atrás.
ESTÁS LEYENDO
Depuración |Ross Lynch|
General Fiction-Conmigo perderás todo, debes dejarme aquí -le insisto cayendo al suelo, apretando con fuerza la herida de mi pierna para que la sangre se detenga. -Te elegí antes y ahora tengo más motivos para no abandonarte - Ross aún sujetando a Raynah con su ot...