23. Ross

125 14 0
                                    

No tenemos muchas alternativas, tomo la decisión más drástica y menos ortodoxa, abro uno de los tachos de basura, primero ayudo a Tess a entrar, luego sigue Raynah quien me mira con desagrado pero no dice nada, sabe que estamos en peligro y no es el momento para reclamos.

Parecen eternos los segundos, cubro la boca de Raynah evitando que se le escape algún sonido, con la otra libre aprieto la mano de Tess, ella ha apoyada su cabeza en mi hombro, sé que no quiere que la vea en este instante, no le gustaba ser débil y menos en un momento como este.

Cada ruido a mi alrededor sonaba aún más fuerte, el miedo profundizaba la audición queriendo estar alerta a cualquier movimiento, aunque sonará prometedor en realidad es una pesadilla porque el cerebro me hacía imaginar cosas que no había.

-¿Tan difícil puede ser buscarlos? – No hacía falta ver afuera para saber que se trataba del señor Banks, su voz ha quedado en mi mente.- Le pago un dineral y no hacen una mierda –seguido de sus gritos se oye el ruido de un tiro.

-No puede ir matando a quien no te complazca – le recrimina a alguien.

-Cállate James, porque el siguiente serás tú –Advierte – Poco me importará aunque seas mi hijo.

Sus pisadas se alejan, hasta que desaparecen.

Dejo que pase el tiempo antes de salir, en mi mente cuento los segundos, hasta que llego a un determinado momento que ya es suficiente, tenemos que largarnos antes que aparezcan y nos eliminen.

El primero en salir soy yo, reviso que nadie este.

-Es tiempo –Les digo entre tanto agarro los brazos de Raynah y la saco.- No te muevas – Ordeno, ella asiente y  veo que observa el cuerpo del extraño tirado en el suelo, inventaría que decir pero es tarde, ella ha visto todo durante la última hora,  no tengo más motivos para mentirle.

-Tendría que quedarme aquí, tardaré horas en dar pasos –salto para agarrarla de la cintura e impulsarla hacia delante, escucho un pequeño gemido por el dolor de su pierna.

-No te dejaré como un animal, te necesitamos – nuestros rostros están cerca, la besaría para sentirme en paz aunque sea unos segundos,  no es el momento indicado.

-Si llegaría a sucederles algo a ustedes –lo tengo que hacer, un beso y la silencio, conciso pero único. Capaz de brindar alivio a mi corazón. - ¿Seguirás discutiendo? – Pregunto, ella niega.

-¿Dónde iremos? –pregunta Raynah tirando el borde de mi camiseta.

-No sueltes mi mano por nada –Le pido, ella lo hace, con mi brazo libre rodeo la cintura de Tess para ayudarla a caminar.- Tan solo serán unos centímetros, seguiremos con el plan de Mary.

Por suerte preste atención cuando Mary me explicaba dónde íbamos, esperaba ser recibido por aquellas personas, son la última esperanza que tengo para sobrevivir esta noche.

Golpeo la puerta trasera varias veces.- Soy alumno de Mary Jones, vendríamos para refugiarnos.

Esta todo en silencio, nadie habla, opto por no hacer más ruido porque tan solo atraería la mirada de los extraños.

-Tendremos que buscar otro lugar –el rostro de ellas deja visible su desaliento.

Listos para seguir caminando un ruido proveniente de atrás hace que gire.

-Alto –una voz aguda nos dice, veo a la mujer y es alguien como la edad de Mary, su cabello castaño y un par de arrugas visibles en la poca luz que nos encontramos.- ¿Dónde está ella? –no tiene que decir el nombre para entender a quien se refiere, bajo el mentón apenado.

Depuración |Ross Lynch|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora