13. Ross

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Aún me quedaba una semana de vacaciones, estos meses había tenido todo tipo de emociones y una que se hacía más frecuente era la felicidad.

Hoy Raynah bailaría para la obra de su estudio de baile, yo me tendría que encargar de alistarla para llevarla, mamá seguía atrapada en el trabajo y de suerte llegaría a tiempo para verla bailar, todavía me quedaba dos horas, solo que alistar al pequeño demonio era un trabajo complicado, se negaba y debía buscar herramientas para convencerla que lo haga.

En este instante estaba encerrada en la habitación, prohibiéndome entrar.

-¡Raynah llegarás tarde! -exclamó golpeando la puerta.

-No quiero ir.

-¿Por qué? -pregunto -Ayer estabas entusiasmada -Le recuerdo, abre y hablaremos con más tranquilidad.

No contesta por unos minutos, hasta que escucho que le saca el seguro, empujó la puerta y ella está sentada en su silla de madera dibujando aún tenía puesto el pijama.

-¿Me dirás que sucede? - tomó asiento en la silla frente a ella, no era para nada cómoda.

-No bailo bien - no me mira a los ojos, sigue pintando.

-¿Quién te ha dicho eso? -Decido sentarme en el piso a su lado.

-Daisy, se ha reído cuando me equivoque - levantó su mentón y noto algunas lágrimas cayendo.

-¿Tú piensas que yo bailo bien? -ella asiente.

-Eres el mejor -dice dulcemente.

-Antes de serlo, tuve que cometer muchos errores, algunas caídas y golpes, hasta que fui mejorando.

-Pero Daisy dice que arruinare la obra, avergonzaré a todos - se cubre los ojos.

-Raynah por un -antes de poder responder el timbre suena, no sé quién es -Quédate ahí, y no cierres la puerta - le pido poniéndome de pie.

Bajo las escaleras, veo por el rabillo de la puerta y ahí está ella.

Tessa relucía una falda blanca y una simple musculosa del mismo color.

-¿A qué se debe la visita? - le pregunto para acercarme y robarle un beso.

-Recordé la presentación de Raynah y supuse que necesitarías ayuda -ingresamos y vamos subiendo.

-No tienes una idea, por culpa de una compañera no quiere ir -digo con disgusto.

Cuando mi hermana ve a Tessa entrar se le escapa una sonrisa, siento un alivio verla un poco más feliz, no podía soportar la tristeza en ella.

-He venido a ver a la mejor bailarina, ¿Cómo es posible que no esté lista?

-Daisy es, yo no y por eso no iré.

-Me parece que alguien está equivocada, yo te he visto bailar y deslumbras, me parece que esa compañera solo siente un poco de celos -Tessa al ser más pequeña, se puede sentar en la otra silla, yo estoy en el piso.

-¿Y si me equivoco? - la mira buscando una respuesta.

-Solo prosigues con una gran sonrisa, además te aseguro que no ocurrirá, solo tienes que divertirte.

-Raynah -mi hermana ahora me ve - Si Daisy vuelve a decirte algo, solo ignórala, ella no tiene derecho de hacerte sentir mal - me pongo de pie y la agarro para hacerla upa - Y si no vas, pienso hacerte cosquillas todo el día - la acuesto en la cama y lo hago.

Su risa es contagiosa, Tess también se ríe.

-¡Basta! - pide.

-¿Iras? - ella asiente - Esa respuesta me agrada, vamos a vestirte.

Depuración |Ross Lynch|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora