Capítulo 13: La música nos une

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Sentía que las lágrimas no tardarían en salir. En  realidad, procesé la noticia mucho más rápido que Tom, pero cada vez que empezaba a calmarme, el simple hecho de escuchar su risa hacía que volviera a reír.

—A ver, a ver, a ver... —Dijo respirando hondo, tratando de dejar de reírse. —Estás diciendo que somos... —Volvió a reír. —¿Hermanos?

—Gemelos, de hecho. —Nos quedamos en silencia dos segundos y reventamos en carcajadas otra vez.

—¡¡Es ridículo!!

—¡Lo sé! ¡No puedo creer que por un momento pensé que podría ser verdad! —Seguimos riendo.

—Pero no entiendo, ¿De dónde sacaste una idea tan tonta?

—Escuché a mis papás hablando de eso. —Dejó de reírse de golpe. —¿Qué?

—Tu mamá... ¿Dijo eso?

—Sí, ¿Tiene algo de malo? —También dejé de reír.

—No, no, es que... Eso explica muchas cosas.

—¿Qué cosas...? ¿Puedes dejar de hacerte el interesante y decirme?

—No me "Hago el interesante" —Dijo haciendo comillas con los dedos. —Soy interesante naturalmente. —Puso esa sonrisa pícara que tanto me gustaba.

—Muy gracioso. —Reaccioné. —Tú me debes una explicación, ahora que me acuerdo... —Desvió la mirada. —¿Puedes contarme? ¿Qué pasó entre mi mamá y tú?

—Pues...

—Tom, por favor.

—Te diré, pero no estoy seguro de que lo entiendas... Fue muy extraño.

—No importa, cuéntame. En serio quiero saber.

—Vale... —Desvió la mirada por un segundo y algo pareció captar su atención. Chasqueé los dedos frente a él. —¿Ah?

—Despierta, estabas a punto de contarme.

—Cierto, pero antes...  —La estaba haciendo larga, ¿Por qué no me sorprendía? —¿La usas?

—¿Qué cosa? —Señaló hacia atrás, a la guitarra que tenía junto al espejo. —Ah... No en realidad. De hecho, la guitarra es de mi papá, solía ser músico. —Pareció sorprenderse. —Yo he tratado de aprender a toca miles de veces, pero supongo que no es lo mío.

—Lo tuyo es... Escribir, ¿No?

—Ajá. —Un minuto, ¿Cómo sabía eso? ¿¡¿No habrá leído mi libro, verdad?!?

—Calma, tu mamá me dijo. —'Ufffff'. Se levantó de la cama y tomó la guitarra. La miraba como si fuera un tesoro, el objeto con más valor que existía en el mundo. No le veía sentido, solo era una guitarra, pero parecía ser mucho más que eso para él. Volvió a acercarse a la cama, pero esta vez se sentó al borde.

—Al menos pídela prestada, ¿No?

—¿Para qué? Si ni la usas...

—¡Sí, pero...! —Touché, en eso tenía razón. —¿Acaso tú sí? Dudo mucho que sepas tocar.

—¿Por qué? ¿Porque antes de venir acá no estudiaba en un colegio tan privilegiado y caro como el tuyo?

—Tom... No me refería a eso...

—Porque seguro que en Schricke los colegios son una mierda y uno no aprende nada.

—...No quise decir eso, lo sien... —Me callé de golpe. —Amm... ¿Aprendiste a tocar ahí, entonces? —Dije en un vago intento de hacer que olvide el hecho de que casi digo "Lo siento". No sé exactamente cuál será el trauma de Tom con esa frase, solo sabía que tenía algo que ver con su papá. De todas formas, sea lo que sea, trataré de no decirla para que no se sienta mal.

Mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora