Capítulo XVI

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  Un par de horas más tarde, después de que Jin se calmara, comenzó a sentirse culpable por lo que le había hecho a Taehyung. Él nunca sentiría una pizca de culpa o pena por nadie, pero la forma en la que Taehyung le miró, una mirada llena de miedo, hizo que no se sintiera bien consigo mismo.

  Caminó, sin saberlo, hacia la habitación de Taehyung, debatiendo si debía entrar o no. Su mano se enganchó a la perilla de la puerta y estuvo de pie frente a esta. No quería verse o parecer débil, pero siendo honestos, la culpa por haber golpeado al menor de esa manera, le llenaba el cuerpo. Ninguno de los otros había llorado antes como él, por eso todo era nuevo para el mayor. Jin volvió a su habitación y soltó un fuerte grito de frustración.

  ''Este chico...¿que está haciéndome? ''  Se gritó en el interior y se pegó en la cabeza contra la puerta. El de hombros anchos regresó a la puerta de Taehyung y arrastró la palma de la mano por la madera tan bien tallada, mientras pensaba en el chico que estaba tras ella. Se suponía que solo era sexo, entonces ¿por que se sentía tan diferente? Llegó a la conclusión de que era su deber preocuparse por él.

  ''Es tu obligación como hyung, no te confundas.'' El diablillo de su interior le advirtió.

  ''¿Viste como lloraba? Estará asustado.'' Le dijo el ángel.

 ''Callaos la boca los dos.'' Murmuró apoyando la frente en la puerta. Entrar o no entrar, esa es la cuestión. ''Es muy tarde, tal vez no esté despierto.'' Pensó, frunció el ceño y entonces, lo escuchó.

  Pequeños pero sonoros sollozos se oían desde detrás de la madera. Jin agarró el pomo y lo giró con un rápido movimiento, abriendo la puerta al fin.

  La luz del pasillo inundó el tono oscuro del cuarto de Taehyung, iluminándolo.

  Taehyung, ante la brillantez, se estremeció y se encogió con la espalda dándole a Jin, intentando esconderse tan bien como podía. Estaba tratando de ponerse un par de bóxer cuando el mayor entró. Tuvo que tirarse a la cama de vuelta.

— ¿Tae? — Jin susurró.

  Los ojos del menor se estrecharon de miedo.

— Se que estás despierto, Taehyung.— Suspiró. Algo dentro de él murió al ver que el chico se había arropado completamente dentro de sus sabanas para ser invisible y que Jin no lo viera. Estaba asustado.

— Ve...te...— Taehyung hipó. 

  El mayor exhaló y caminó lentamente hacia el menor.

— ¿Duele? — Le preguntó, sentándose en la cama a su lado. 

  Taehyung se estremeció violentamente cuando sintió la mano de Jin colocarse suavemente en su cabeza, y eso a Jin no le gustó nada.

— Contéstame, por favor. — Dijo un poco más severo. 

  Taehyung no se había dado cuenta, pero estaba llorando de nuevo, mordiéndose el labio inferior para no hacer ruido. El chico frente a Jin era frágil, y a él le gustaban así, sin embargo, no tan al extremo. 

— Siéntate si puedes...volveré en unos segundos. — El mayor suspiró y bajó a la cocina para sacar del botiquín un ungüento y curar así los moretones de Taehyung.

  Taehyung, en la habitación, se sentó lloriqueando en parte porque su piel escocia con un simple roce pero también porque tenía miedo, tenía miedo de hacer algo que enfadara a Jin y sobretodo temía desobedecerle por lo que le pudiera pasar.  Por un momento, contempló la puerta, tal vez fuera buena idea echar el pestillo ahora que el de hombros anchos no se encontraba con él, aunque seguramente eso le enfureciera más así que hizo lo que Jin le dijo. Se sentó en la cama y esperó mientras se quejaba adolorido.

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