12 MONTHS

Capítulo XVIII

— Las dos costillas superiores de la izquierda están levemente rotas, el moretón hace que se vea peor de lo que es. Debe reposar, tiene absolutamente prohibido hacer cualquier tipo de ejercicio durante dos semanas. ¿Como dijiste que se lo hizo? — El doctor le preguntó a Namjoon.

— Él...— Comenzó.

— ¡Me caí! Me tropecé con la alfombra y caí. — Dijo rápidamente el herido, pero al mirarle, el hombre levantó una ceja no muy convencido.

— Otro paciente me está esperando así que os dejo. Aprieta el botón rojo que hay sobre tu cabeza si necesitas algo. — El doctor sonrió y dejó la ficha medica de Taehyung en el final de la cama.

— Sí, gracias doctor. — Kidoh se inclinó con educación. — Oh, cierto, Tae, ¿quieres agua o comida? — Preguntó.

— No, estoy bien. — Comentó Taehyung poniéndose con cuidado en su lado derecho.

— ¿Qué pasó entre vosotros? — El mayor se sentó en uno de los taburetes y esperó por una respuesta.

— Yo...necesito llamar al manager...Ya vuelvo. — Namjoon palmeó la pierna del menor suavemente y salió, sabía que tenía que dejarlos a solas.

  Taehyung, por alguna razón, supo que podía confiar en Kidoh.

— Él...estaba borracho.— El menor frunció las cejas mientras Kidoh se acomodaba. — Olía raro, a colonia, pero no era suya...le dije que se bajara de mí. Entonces corrí a las escaleras, me agarró, le hablé mal y terminó empujándome. No creo que lo hiciese a propósito, hyung. — Suspiró.

  Kidoh sabía, desde un principio, que ambos chicos tenían una especie de contrato sexual.

— Lo siento mucho, Taehyung. Jin es un poco...— Comenzó, pero fue detenido por la mirada del menor, pues parecía que pedía todas las contestaciones del mundo. — Solo...algunas cosas le ocurrieron. Cuando era pequeño se volvió frío y sin corazón. Aunque es un buen chico en el fondo. — Kidoh decidió no revelar toda la infancia del mayor ahora, más que nada porque eso le tocaba a él.

— Lo se, Kidoh, pero me da miedo. — Taehyung puchereó y enterró la cara en la almohada.

— Ya...¿Sabes? Yo se que no quiso empujarte. Probablemente, estará en casa culpándose. — El mayor rió burlón y Taehyung le miró con tristeza. — Siendo honesto, Taehyung...se que hay entre vosotros. No deberías estar asustado, él no tenía intención de herirte, pero es su naturaleza hacerlo. Si alguna otra vez te asustas, no le enfrentes, deja que vaya a tí.— Aconsejó. Taehyung movió la cabeza y guardó las palabras en su cerebro con llave.

— He vuelto. El mánager no está impresionado. — Namjoon rodó los ojos y se sentó en otro taburete al lado de Kidoh tomando su mano. Kidoh se sonrojó y desvió la mirada.

— ¿Qué le dijiste? — Preguntó el menor de todos.

— Que te caíste. Y le gustaría preguntarle al doctor cuando te dará el alta. — Suspiró. — ¿Por qué tuvo que empujarlo así? Tae es tan pequeño comparado con Jin. — Namjoon frunció el ceño, sintiéndose defensor del herido.

— Vamos a llegar al fondo de todo esto. — Kidoh aseguró a Namjoon intentando calmarlo.

— Lo siento, hyungs. Es tarde y estáis aquí despiertos por mi, podéis ir a casa esta noche si queréis. — Taehyung murmuró. Los otros dos chicos negaron.

— ¿Qué clase de amigos seríamos si te dejáramos solo? — El mediano replicó.

— Pues unos amigos que están cansados. — El menor sonrió levemente, notando el amor de sus hyungs por él. — Gracias. Gracias a los dos. — Dijo haciendo su sonrisa más amplia.