Capítulo VIII

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A la mañana siguiente, Jin se aseguró de levantarse antes que Taehyung e irse. A partir de ahora no cedería tan rápidamente ante él, Taehyung no era diferente a los demás y por tanto no debía recibir ningún trato especial.

— Buenos días. — Dijo Namjoon entrando en la cocina, donde Jin estaba tratando de hacerse el desayuno.

— Namjooon. — Le llamó.

— Wassup? — Contestó este, saltando para sentarse sobre la encimera a la espera de que sus tostadas saliesen de la tostadora.

— Nada, ¿quieres hacer algo hoy? — Preguntó el mayor.

— No puedo...voy..uuh...voy a salir. — Dijo Namjoon con torpeza apartando la vista de Jin.

— Uh, alguien tiene un secreto. — Jin se rió y sorbió de su taza con chocolate caliente.

— No. — Replicó. — ¿Yo? ¿secretos? Tu si tienes secretos, Jin...y unos muy serios. — Rió esta vez el otro, haciendo que el mayor se tensara. — Es una broma, tío. Me voy en veinte minutos, podemos salir cuando vuelva...

— ¿Que te hace pensar que estaré libre para cuando vuelvas? — Preguntó Jin sarcástico.

— Pues, al ser tu mejor amigo, se que seguramente estarás todo lo que dura el día cruzado de brazos.— Se burló el menor. — ¿Voy bien? — Preguntó con algo de comida en la comisura de sus labios.

— ¿Por qué? ¿Tienes una cita? — Fue el turno de que Jin riera y Namjoon se tensase. — Oh dios, si tienes una cita. — Declaró a la vez que su amigo se aclaraba la garganta.

— Olvídalo, idiota. Te veré cuando vuelva ¿vale? — El mayor agitó la cabeza.

— No, definitivamente no estaré libre más tarde. Necesito pasar tiempo con los otros chicos — Suspiró y rodó los ojos.

— Lo que sea, Jinnie. Nos vemos. — Namjoon asintió y se fue del apartamento.

Taehyung rodó por la cama y estiró sus adoloridas extremidades pero, cuando recordó que Jin había dormido con él, jadeó y observó la habitación, sin embargo, Jin no estaba ahí. Menos mal, pues seguramente se vería horrible recién levantado.

— ¿Jin? — Susurró para comprobar si realmente estaba solo. No hubo respuesta alguna.

Suspiró, tenía la pequeña esperanza de que Jin hubiera permanecido con él hasta que despertó, pero no fue así. Taehyung pensó en los acontecimientos pasados y no pudo evitar sonrojarse. Se metió bajo su oasis, es decir, las mantas de su cama y llevó los dedos hasta sus labios para acariciarlos. Tras unos segundos chilló al pasar por su cabeza, detalladamente, todas las imágenes de su preciado momento de ayer.

— ¡Levanta, levanta, Taehyunggie! — Una voz le llamó. Taehyung sacó de debajo de las mantas su par de ojos y vio a Jimin acercarse a su cama, entornando la puerta tras de si y con una sonrisa que le hizo temblar.

— ¿Jimin? — Preguntó el menor y el moreno saltó encima suya.

— No sabes jugar, Taehyung. Creo que sabes que me gusta Jungkook, pero siempre me lo quitas frente a mi. — Gruñó y bajó la cabeza hasta la del sonrojado chico. Parecía que Jimin flotaba sobre Taehyung desde su perspectiva.

— ¿J...Jimin..?— Tartamudeó confuso.

— Sin embargo, tengo la sospecha de que te gusta alguien de esta casa, por lo que no seré muy severo contigo. Que abraces a mi Jungkook está bien, pero deberías saber que soy una persona muy celosa...Incluso si Jungkook no sabe aún que es mío, ¡él lo es! — Jimin sentenció y Taehyung asintió perplejo.— Así que...no seas muy empalagoso con él, ¿de acuerdo? — El mayor de los dos sonrió haciendo que Taehyung rápidamente volviera a asentir con la cabeza.— Buen chico... — Dijo y en ese mismo momento, gracias a una alta figura, Jimin ya no estaba en la cama de Taehyung.  — ¡¿ Pero que haces?! — Preguntó a Jin alterado en cuanto tiró de él hacia atrás.

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