Capítulo II

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Jayden se limitó a voltearse y colocar ambos codos sobre mi carpeta para luego recostar su cabeza en ambas manos, eché un vistazo rápido hacia donde se encontraban mis amigas, quienes hacían el trabajo juntas, solo para recibir un par de miradas teñidas por la alarma y el desconcierto; no podía culparlas, yo estaba igual de alarmada, aunque no tan desconcertada.

—Poesía... —murmuré. Odiaba la poesía

—"Tus matices tan únicos; que, como la brisa, en el verano refresca y en el invierno hiela. Veo la nieve a mi alrededor, y el ardor, por primera vez, tiene explicación" —leyó en voz alta luego de haberme arrebatado hábilmente el papel— No lo entiendo, esto de los sentimientos nunca ha sido lo mío

—Se nota —destaqué con sarcasmo, causando indignación de su parte— No parece antigua, más bien contemporánea —comenté acerca del poema

—Pero quiere decir... el significado es lo que nos pide Aisha

—Dice que la personalidad de la persona a quien hace mención puede significar un bien o un mal dependiendo; no obstante, al parecer el autor tiene la desdicha de verse herido por esta —Di la mejor interpretación que pude de las líneas leídas

—La autora declara que solo las personas con el corazón profundamente herido son capaces de descifrar con exactitud el significado de sus líneas —comunicó con dulzura mientras sonreía mi profesora de Lengua, mirándome fijamente.

—No es lo más alentador que pueda decirse, realmente —espeté divertida, a lo que solo sonrió y acudió al llamado de una de mis compañeras

—¿Un corazón profundamente herido? —insinuó divertida Jayden

—O tal vez solo alguien que ve lo obvio —dije con un toque de ironía— Dame la hoja, que más ayuda quien no estorba ¿sabes no?

Terminamos la ficha asignada, trabajar con alguien como ella no es fácil. Aunque me divertí ¡un poco! Al acabar, me dispuse a ignorarla por un buen rato.

—¿Te gusta la poesía? —inquirió Jayden divertida

—No, la detesto, es difícil de comprender y muy cursi

—Pues se te da muy bien interpretarla —apreció sincera

—Como cualquier otra interpretación, hay literatura que simplemente... —dejé la idea en el aire sin saber cómo completarla, de repente me llegó una idea— La poesía es como la Biblia —dije poniendo un ejemplo práctico y que tal vez no tenía nada que ver, pero en mi retorcida mente tenía mucho sentido— ambos tienen un autor muerto y cada persona que la lee le encuentra el significado que le da la gana, o alguien, como un pastor o un profesor de literatura le encuentra el significado que desea y lo imparte como verdad. ¿Quién te asegura que quien escribe "lámpara azul" es porque se sentía melancólico y por eso usó "azul" como adjetivo? ¿Y si solo necesitaba una palabra que rime con "ul" y dijo "¡Vaya! ¡Azul! ¡Que genio que soy!"? —Me encogí de hombros restándole importancia a mi pequeño momento de emoción con el tema, a lo que ella solo respondió con una sonrisa de lado

—¿Sabes? Ya que hablas de este tema. Pienso que la religión da una esperanza, una esperanza con la que manipulan a la gente —dijo, sorprendiéndome con su opinión y su comprensión a mi peculiar punto de vista hasta el punto de que no reparé en el brusco cambio de tema acontecido en la conversación— Alguien es pobre, le dices "serás rico en el reino de los cielos" y queda tranquilo; no se hunde en su miseria y tampoco intente salir de su situación, es una forma de mantener felices y controladas a las personas. Es una putada eso de mentirle a la gente. Pero creer en algo es humano, porque...

—Todos necesitan una esperanza para poder vivir —dijimos ambas al mismo tiempo, intercambiamos miradas y sonreí disimuladamente de forma involuntaria.

—No obstante —prosiguió—; hay gente que prefiere vivir sin esa esperanza, porque como proporciona "seguridad" y "felicidad" — recalcó enfatizando seguridad y felicidad— no da libertad. Aunque es casi un suicidio vivir sin creer en algo o en alguien...

—Sin tener a alguien a quien pedirle ayuda cuando estamos desesperados —complementé su idea

—Y sin poder echarle la culpa a alguien más cuando las cosas no salen bien —acotó de forma inteligente

—Pero —dije, dejando aquella palabra en el aire

—A mí —Completó como si supiese qué seguía en aquella frase que había decidido dejar incompleta

—Nadie me dice cómo debo vivir —soltamos al mismo tiempo. Reímos.

El salón continuaba en su habitual alboroto, pero yo ya no oía nada de lo entrometida que me encontraba en mis pensamientos. Más de 10 años la conocía, pero sentía que jamás lo hubiese hecho, me sentí idiota por bajar la guardia de aquella forma, pero hasta el momento no había encontrado persona que compartiese a tal exactitud mis ideas. Caí en cuenta de la sonrisa en mi rostro y que había estado riendo con ella. No. Esto no seguiría así

—Me agradas —Soltó repentinamente con una entonación confiada

—Iré a entregar el trabajo —Cambiando radicalmente mi anterior ánimo, corté, mientras me levantaba con la hoja en mano.

Al momento de entregar el trabajo, sonó el timbre del almuerzo; por lo que al regresar ya no la encontré

—¿Qué fue eso? —interrogó Amy apenas llegué junto a ellas

—¡Qué coincidencia! Me estoy preguntando lo mismo en este instante – dije sarcástica

—Ya son amigas —indicó Ciara con su habitual humor alegre y simpático

—Ni hablar —exclamé mientras salía del aula y daba la discusión del tema cerrada

Nos reunimos con Nadia y Noemi y buscamos un lugar provisional para almorzar

—¿Qué materia de arte escogerán? —preguntó Nadia mientras daba un mordisco a su manzana— Deberíamos quedar para estar jun... —Fue interrumpida abruptamente

—¡Música! —exclamaron tanto Noemi como Amy

—¡Danza! —señalamos rápidamente Ciara y yo

—¡Bien! ¡Me encanta la unión! —habló sarcásticamente Nadia— ¿Ahora a qué taller voy? Ni loca pienso quedarme en teatro

—Al que te guste —sugerí sin tomarle mayor importancia

—¿Y si vamos todas a música? —propuso Nadia

—¡No! —negamos a la vez con Ciara

—Oí que Jayden está preguntando a qué taller irás Aisha —mencionó Nadia con fingido desinterés— y todos le dijeron que irías a danza, creo que irá a la misma materia con el único y exclusivo fin de joderte la existencia

—¡Hey! ¡Eso es injusto! Son técnicas muy sucias para convencerla de ir a música Nadia – reclamó Ciara

—¿Así que no es cierto? —musité aliviada

—No, en realidad sí es cierto, a Amy y a mí nos preguntó también —confesó Ciara

—La puta madre —bramé enojada— Me da igual, iré a danza —dije intentando no tomarle importancia

—Yo no sé qué haré —comentó la única indecisa

—Lo que tu corazón diga —sugirió Noemi

—Como si eso fuese lo más racional —dijo Amy, dando por terminada la conversación.


Atada a lo Eterno. Condenada a lo Efímero [NOVELA LÉSBICA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora