Había sido un error, un error que lamentablemente no abandonaba mi subconsciente. A pesar de mis esfuerzos, el asunto no había dejado de dar vueltas continuamente en mi cabeza durante toda la semana, obligándome a pensar en ello, analizarlo profundamente, por eso, luego un preciso escrutinio en lo más hondo del tema estaba segura que había sido solo eso, un error.
Había besado a Jayden. Sí. Me había gustado. Sí. Pero todo ello no significaba que me gustase o algo parecido, todo no era más que una confusión producida por el hecho de que fue mi primer beso; no solo no me gustaba Jayden, sino que en general no me gustaban las chicas. Y aquella noche, iba a demostrarlo.
Terminé de amarrar hábilmente mi top detrás de mi cuello mientras caminaba hacia mi armario en busca de mis zapatos de tacón, los saqué de su caja rápidamente y me los puse para dirigirme al espejo y terminar de arreglarme. Al parecer había decidido que este día en especial el negro era mi color; mi blusa negra cuello halter con un prominente escote y mi falda de tubo del mismo color, perfectamente combinadas con mis tacones altos tan oscuros como la noche, daban fe de ello. Arreglé un poco mi flequillo que caía con suavidad sobre mi ojo izquierdo tapándolo parcialmente, seguidamente humecté mis labios con bálsamo, evitando estratégicamente usar labial por hoy, finalmente tomé mi celular y me dirigí a la puerta de salida de mi casa
—Vas a llegar tarde —me regañó mi madre
—No hay novedad en ello —comenté con una sonrisa antes de desaparecer por la puerta
—¡Espera! —exclamó Riley deteniendo a Madison antes de que sacase la foto— Mi ojo se ve raro
—¡Riley! —se quejó Madison— Llevamos 10 minutos intentando tomar la foto, si no eres tú con tus "me veo rara" o Hannah con sus "no estás apuntando a mi ángulo bueno" es Aisha con sus mil mensajes
"No sé si ir, con quien iba a ir no le han dado permiso y estaré solita; pero, por otro lado, si no salgo moriré" —mandó Jayden, habíamos estado hablando desde hace un rato por WhatsApp
"Ven, de seguro encuentras a alguien que te haga compañía, si sabes a lo que me refiero" —respondí
—¿No digo? ¡Aisha! —chilló Madison
—Lo siento —comenté escondiendo el celular para evitar que me lo tirara de un manotazo, como ya había hecho en anteriores ocasiones.
—A ver ya, todas listas, uno... dos... tres... —contó Madison antes de sacar, por fin, la foto— Salió bonita —Nos la mostró con una sonrisa— Ahora sí, ¿vamos por bocaditos?
—Vamos —afirmamos las cuatro, aunque Hannah y Riley se nos adelantaron
—Oye, no tenemos ninguna foto juntas, solo las dos —precisó Madison pensativa— ¿Nos tomamos una? —propuso con su habitual sonrisa
—Si quieres —contesté alcanzándole mi celular para que la tome, en ese momento la pantalla del teléfono se iluminó indicando que estaba entrando una llamada "Jayden" rezaba el identificador. Madison frunció el ceño y colgó inmediatamente —¿Qué fue? Se va a enojar —me quejé preocupada— Contesto y nos tomamos la foto —El celular volvió a anunciar una llamada de Jayden y Madison volvió a cortar inmediatamente. Jayden definitivamente ahora sí se enojaría— Madison, devuélveme mi celular
—Nos cambias por ella
—Es solo una llamada, exagerada —repliqué extendiendo la mano para que me devolviese mi celular— Madison no estoy jugando, devuélveme el celular —increpé mirándola desafiante. El celular volvió a sonar, me devolvió la mirada desafiante mientras colgaba nuevamente sin quitarme la vista de encima.
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Atada a lo Eterno. Condenada a lo Efímero [NOVELA LÉSBICA]
Novela JuvenilLa conocía de toda la vida, lo suficiente como para concluir que no me agradaba. Y ella me conocía, poco, pero lo suficiente para lograr romper aquella barrera que los acontecimientos y decisiones habían puesto entre nosotras. Yo siempre preferí la...