Capítulo VIII

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El lunes por la mañana, luego de iniciadas las clases, conseguí lo que había estado deseando desde que inició el curso, Jayden por fin parecía haberme dejado en paz, ya que desde que habíamos llegado pasaba totalmente de mí. Mi cabeza daba vueltas al asunto, y pese a ello no era capaz de comprenderlo del todo, apenas ayer habíamos estado hablando como siempre por WhatsApp y hoy parecía no tener intención ni de reparar en mi presencia. Suspiré pesadamente al darme cuenta de la importancia que le estaba dando al tema, ¿no se supone que debería estar feliz? Odiaba que perturbara mi tranquilidad, ahora tenía una paz genuina, ¿acaso eso no era lo que había querido desde el principio?

Repentinamente la tranquilidad que reinaba en el aula se rompió dando paso al notorio eco que hacían las distintas conversaciones que comenzaban a desarrollarse entre mis compañeras, miré a mi alrededor y no vi ni rastros del profesor de Geografía, casi por inercia fije mi vista en Jayden esperando que, como de costumbre, volteara dispuesta a iniciar alguna conversación, pero aquello no sucedió; en cambio pude observar como su atención se fijaba a su izquierda a la vez que mostraba una notoria sonrisa, dirigí mi mirada hacia la misma dirección para descubrir el motivo de su felicidad: Mía.

Mía había abandonado su sitio habitual para acercarse a donde se hallaba Jayden, devolví mi atención a mis apuntes buscando evitar desde ya la gran incomodidad que veía venir.

Por más que me esforzara en vaciar mi mente y volcar mi total atención en los trazos que tenía a mí al frente se me hacía imposible no escuchar sus risas e imaginar la sonrisa de Jayden dirigiéndose a Mía, mi curiosidad y masoquismo me llevó a mirar al frente disimuladamente, Jayden se había hecho a un lado en el asiento para que Mía pudiese sentarse junto a ella, y tenía su brazo alrededor de su cintura, parecían entretenidas, repentinamente sentí una mezcla de incomodidad con algo de enojo. Miré a mi alrededor buscando ayuda. A mi derecha Amy se encontraba durmiendo y Ciara estaba metida en una conversación con una compañera de clases en la cual nunca había reparado en su existencia. Viré rápidamente mi mirada hacia mi izquierda buscando a Delia, a quien no me sorprendió encontrar en una, de seguro interesante, conversación con Tamara. Fijé mi mirada en Delia, esperando repare en mi presencia, después de un minuto para mi buena suerte volteó, probablemente buscando quién la miraba tan afanosamente.

"Ven" —gesticulé con los labios, ella solo asintió y se paró de su asiento dirigiéndose hacia mi fila. Al pasar por mi sitio me tomó de la muñeca e hizo que desocupara mi asiento para ella sentarse en él.

—Siéntate —ordenó volteando y señalando una carpeta vacía que se encontraba detrás del que era mi lugar

—Oh—musité con sorpresa reparando en el asiento vacío— No me había dado cuenta que Stela había faltado a clases —agregué a la par que ocupaba el sitio vacío

—Si andas tan entretenida con Jayden era obvio que no te fijarías ni en lo que pasa en tus narices —comentó con ironía y matices alegres

—No ando entretenida con Jayden, sabes que lo que sucede a mi alrededor me da igual, yo vivo en mi mundo —declaré con firmeza

- Ya, sí claro —contestó rodando los ojos— ¿Qué pasó?

—Nada —mentí descaradamente— solo que ya ni hablamos ¿sabes? Desde que inició el curso te la pasas con Tamara —reclame en juego usando un tono dolido pero a la vez insinuador

—No me vas a cambiar el tema —aseveró mirándome inquiridoramente— es por eso ¿verdad? —indicó haciendo un gesto con la cabeza señalando lo que ocurría detrás suyo, justo donde se encontraban Jayden y Mía riendo

—No —dije casi inmediatamente a lo que mi amiga solo me respondió arqueando las cejas—No sé —corregí ante mi poco talento para el engaño con ella y Noemi.

Atada a lo Eterno. Condenada a lo Efímero [NOVELA LÉSBICA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora