Me quedé unos segundos viendo fijamente la pantalla de mi celular, dudando entre si responder a su mensaje o mejor intentar olvidarlo y comenzar con mis trabajos pendientes. Quería saber qué había ocasionado su cambio de actitud tan repentino, pero también quería mantener la poca dignidad que me quedaba intacta, no ceder tan fácilmente ante una simple disculpa; además, tal vez las cosas estando así eran mejor, ella totalmente desentendida de mi persona y yo llevando una vida tranquila, preocupándome únicamente por rendir adecuadamente en los estudios. No sé realmente cuánto tiempo pasé divagando en mi mente; no obstante este debió ser el necesario para recibir un segundo mensaje de Jayden.
"Aisha..."
Decidí contestar, convenciéndome a mí misma que solo sería para averiguar por qué el cambio de su actitud, mera curiosidad.
"Dime" – escribí de vuelta
"Hoy... creo que no fui muy amable, lo siento :c" – respondió
"No te preocupes, supongo que todos tenemos días malos"- le respondí intentando restarle importancia a lo sucedido
"Creo que te sería justo una explicación" – afirmó
"Si deseas darla está bien, si no, no hay problema, tranquila" – escribí esperando que sí quisiese dármela, necesitaba saber qué había pasado, qué había cambiado
"Bueno es que :c las cosas no están saliendo bien con Mía, ella está bastante celosa del tiempo que paso contigo, piensa que estoy enamorada de ti, qué estupidez, ¿no?" - mandó. El final de su mensaje me cayó como un balde de agua fría, ¿qué pretendía con ello? ¿Restarle importancia a todo lo que había hecho y dicho? ¿Hacer como si nada hubiese pasado?
"¿A qué te refieres?" - inquirí.
"Tú sabes Aisha, solo fue algo así como un juego, ¿verdad?" – Leer aquello me desconcertaba totalmente, lo que escribía ahora no parecía tener relación alguna con lo que había dicho y hecho en aquella fiesta, pero tal vez solo había sido cosa mía, que estúpidamente me había dejado usar y me había ilusionado sola; de todas formas, yo sabía que era a Mía a quien quería...
"Claro, creo que iré a terminar el trabajo que hay que entregar el martes, nos vemos mañana" – mandé intentando dar por concluida la conversación, no me sentía cómoda.
"De seguro, solo.... Bueno, espero que entiendas que tal vez no sea bueno que hablemos tanto en clases y esas cosas, ya sabes, no quiero problemas con Mía"
"Sin problema" – Respondí finalmente y dejé el celular a un lado.
Me sentía ausente, sumida en una especie de estado de shock antes lo repentino de todo, me dolía el orgullo pero debía admitir que también me dolía pensar en que las cosas con ella ya no serían aquello a lo que me había acostumbrado; sabía que todo era mi culpa, por haberla dejado entrar a mi vida e ilusionarme sabiendo que ella en realidad quería a Mía, pero seguía presente la necesidad de buscar a otro culpable, de quizás, echarle la culpa a Mía por existir o a Jayden por insistir... Todo lo que había pasado este año era tan extraño y repentino, que hasta parecía un sueño o quizás una pesadilla, sea lo que fuese, igual ya había acabado.
El resto de la semana transcurrió tranquilo, como hubiese esperado que fuese el año desde un principio, clases aburridas que no me aportaban nada nuevo, trabajos estúpidos que solo mermaban mi tiempo, conversaciones vanas con mis amigas, lo usual, claramente tuve cuestionamientos, sobre todo de Delia, sobre qué había pasado, porque claramente se notaba un cambio, de pasar a hablar casi todo el día con Jayden habíamos vuelto a ser dos desconocidas que únicamente tenían en común estar en la misma columna de asientos del salón.
A pesar de la calma que evidenciaba exteriormente, la semana había sido bastante dura para mí, si bien fingía que mi alrededor no me importaba, me encontraba a mí misma viendo de manera masoquista en dirección a Jayden cuando se encontraba con Mía, riéndose, siendo tan cercanas; me repetía incansablemente que aquello que hacía no me ayudaba en nada pero me veía incapaz de dejar de hacerlo, como si el dolor que sentía en el pecho al verlas se hubiese vuelto adictivo. Una parte de mí sentía que necesitaba ver a Jayden ser feliz con mía para poder abandonar totalmente las estúpidas esperanzas que aún quedaban en mí. Sabía que habría una fiesta el viernes, a la cual ambas asistirían, sabía qué vería si me atrevía a ir, sabía que iba a sufrir. Nadie en su sano juicio quiere sufrir, pero a veces, sufrir es la única forma de poder seguir...
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Atada a lo Eterno. Condenada a lo Efímero [NOVELA LÉSBICA]
Ficção AdolescenteLa conocía de toda la vida, lo suficiente como para concluir que no me agradaba. Y ella me conocía, poco, pero lo suficiente para lograr romper aquella barrera que los acontecimientos y decisiones habían puesto entre nosotras. Yo siempre preferí la...