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— Selena, la cabeza bien alta, nunca mires hacia abajo — y sí, como prometí, mi madre me esta dando clases de como ser una princesa, y es de los más difícil.

— Esto es de los más difícil — ahora toca sentarse, pero no me puedo sentar como siempre, tengo que sentarme como una verdadera princesa.

•••••

— Bien, ahora ya hemos terminado, aunque te falta mucha practica Selena.

Ahora me toca a mí.

— Vale, pues ahora me toca a mí, y primero de todo el abanico se utiliza para dar aire, y no para taparse la cara — cojo el abanico y le doy aire - Y si te piensas que nosotras nos sentamos tan refinadamente, te equivocas, todos y todas nos sentamos normal, sin hacer cosas raras.

— Vale, estoy aprendiendo bastante.

Y así seguimos durante bastante rato.

— Mamá, vamos a parar ya, veo que has aprendido bastantes cosas.

— Vale hija, nos vemos luego — me despido de ella con la mano y me voy a donde mis pies me lleven.

Daniel

Y aquí estoy, por los grandes pasillos siguiendo a Selena, y me gusta, no lo voy a ocultar, pero ahora mismo somos hermanos. Me estoy dando cuenta que esto es demasiado típico, a la mierda, la voy a conseguir.

Me acerco a ella "disimuladamente" espero que no sepa de que la estaba siguiendo.

— Hola Selena, ¿que tal? — Selena da un bote, se gira y me dedica una sonrisa.

— Bien. ¿Que haces por aquí?

— Nada, solo que me he enterado que estas dando clases de como ser una persona normal — asiente. Este seria el momento perfecto para decirle algo.

— Hola Dani, sigues ahí — me pasa la mano por la cara llamando mi atención.

— Eh sí, sigo aquí — perfecto Dani, vas avanzando, pero a mal — Una cosa Selena, ¿me podrías dar unas pequeñas clases de como ser un adolescente normal? — creo que nunca he estado tan nervioso por una chica.

— Claro. Podemos empezar mañana o ya, como tu quieras — esta más que claro que quiero empezar ya.

— Si podemos empezar ya seria mejor que mejor.

— Vale, pues primero de todo relajate, vosotros los de la realeza tenéis unas posturas muy raras hasta para estar de pie, y yo por lo menos ya estoy cansada de lo que he sufrido con mi "entrenamiento de como ser una princesa", así que ahora te pido que estés relajado — me toca los hombros y nada más con tener contacto corporal ya me relajo.

— Selena, ¿alguna vez te has enamorado? — pregunto así de la nada. Ella me mira y asiente.

— Sí, me enamoré, pero fue un amor equivocado, un amor tonto. Yo me enamoré de un chico, estaba en el instituto, el típico amor adolescente — respira, por un momento siento la necesidad de abrazarla — Estuvimos un pequeño tiempo tonteando, y ya después pasamos a una "relación seria" no era seria ni de lejos, el me engañaba, pero yo estaba tan vista que le perdonaba. Un día cuando habiamos quedado para salir juntos, llegué al parque donde quedamos, estuve sentada en un banco a que él viniera, pero no venia, decidí llamarle y por suerte me lo cogió y me dijo que estaba de camino, yo pues le conteste con un "vale amor, luego nos vemos, te quiero" me colgó y estuve esperando como una imbécil a que viniera. Era ya bastante tarde, decidí ir a su casa a ver si seguía ahí, o por lo menos que sus padres me dijeras donde se encontraba, fui de lo más tinta llenado ahí. Entré, y subí las escaleras e ir a su habitación, y ahí fue cuando mi mundo se derrumbo, me lo encontré a él en la cama con una chica, desnudos, se taparon rápidamente, lo miré y sin que le diera tiempo a que me dijera alguna estupidez salí de ahí rápidamente, intentando borrar esa imagen de mi cabeza. Mi exnovio me estuvo llamando miles de veces, y pues claramente no le conteste a ninguna, estaba destrozada, pensando que es lo que había echo mal. Después de un tiempo ya no supe más de él, dejó de llamarme, perdí el contacto. Y como al parecer todo eso no era suficiente mi padre empezó a venir tarde por las noches, bebido, hasta que descubrí que se drogaba, traficaba y desde entonces he estado intentando arreglar lo que hice mal. Llegó el día en el que me iba a graduar e iba a pasar a la universidad, y no me preguntes como la pague porque yo tampoco lo se. Me gradué y estuve esperando a que mi padre llegara para poder ver a su hija graduarse, pero sorpresa, no vino, estuve esperando y ya cuando estaba lo suficientemente rota me enteré que mi padre estaba en la cárcel, me fui de ahí para intentar sacarlo, pero lo que tenía que pagara era demasiado. Después de un tiempo mi padre salió de la cárcel y — la voz se le entrecorta, le doy la mano, nos miramos a los ojos y sonrío — Llegamos a casa y sin yo esperármelo mi padre me pegó, lo miré a los ojos y los tenía completamente negros, y eso es lo que pasaba día tras día. Fue duro, muy duro, pero ahora ese ser despreciable esta en la cárcel, y espero que este ahí todo lo que le queda de vida — y ya después de esta historia rompe a llorar, la abrazo y la acuno en mis brazos.

— Ahora estas a salvo, nos tienes a nosotros, ahora más que nunca tienes que ser feliz — le acaricio la mejilla, la miro a los ojos, desvío mi mirada a sus labios, tengo la necesidad de probarlos — Perdón por lo que voy hacer ahora, pero lo necesito — la beso, pero la beso con tranquilidad, sin prisas, es un beso lento, y sobretodo bonito. Nos separamos y la miro a los ojos con ganas de más.

— Daniel, esto está mal, somos​ hermanastros.

— Me da igual, no se que tienes pero me gustas, y ahora mucho más — y la vuelvo a besar. Nos separamos y nos sonreímos.

— Tendremos que mantener esto en secreto. Como lo llegue a saber la reina, estoy más que segura que me echa de aquí a patadas.

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Hellooo.

¿Que tal estáis?

Hoy no os suelto ninguna de mis charlas.

Chaoo

+5 Votos +5 Comentarios.

Pd: No quiero sonar borde, pero por favor, me gustaría que votarais todos, necesito saber si os gusta la novela, solo os pido eso. Gracias.

Princesa Por Error {GMLRS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora