9. Kokoro

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Reí Hoffnung, el nombre le iba bien. ¿Donde había escuchado ese nombre antes?
Hoffnung.
No había ningún TP, ningún Krieger con ese nombre que yo recordara.

—¿Y bien Sargento? ¿Siempre tardas tanto cuando una señorita te pide algo?

—No suelo traer nada, hago que me lo traigan.

—Pues a menos que Takeshi tenga filtro de sonido en sus tímpanos, creo que hoy las bebidas las traerás tú.

Todavía me esperaban los cadetes, prefería estar con esta belleza, pero no podía entretenerme demasiado. Quería hablar con Kazuya Nairobi.
Ella me agarro la mano. La frescura de la noche contrastaba con la calidez de de su piel.

—¿Pero estas acostumbrado a seguir ordenes, verdad? ¿No hacen eso los Kriegers de la TP recibir y dar órdenes según el rango? Sean las que sean.

Aparte mi mano, sus ojos parecían estar inspeccionando cada gesto, cada reacción, al igual que los Meister hacían en las preparatorias, detectar de alguna forma que siente la otra persona realmente. ¿Qué buscaba ella en mis ojos?
¿Seguridad? ¿Deseo? Quizá buscara ver, si por dentro, soy distinto a como todo el mundo cree.

—Así es. Pero para dar órdenes, primero debes aprender a obedecerlas.

—Os enseñan a leer, ¿verdad? Y nuestra historia, lo que se sabe de ella al menos.

—Veo que interesa mucho la TP, ¿quieres alistarte? ¿o ya estas en la Auswahl?

—O no, nada de eso Sargento Schneider. Me interesa saber como vivís, como sentís, que pensáis y porqué, hacéis lo que hacéis.

—Son preguntas complicadas Rei Hoffnung. Y la vida es corta.

Levanto su copa dejando ver el H2o puro con la mezcla semi fermentada, el líquido traslúcido se veía reflejado con las luces que venia de un lado y el otro en pequeños destellos . Parecido a las estrellas que casi nunca podíamos ver.

—Entonces brindemos. Por las respuestas sencillas a preguntas complicadas.

Sonreí, levante mi copa y brindé. Sus ojos, su nariz, la forma de su cara, su cuerpo modelado al gusto de cualquier hombre.
Ni un diseñador de ginoides había creado un ser mas sensual y atractivo. Y ella era orgánica. Una humana con la gracia de una diosa.

—Creo que voy a tomarme otra, este H20 es muy puro, se nota que esta sintetizado con sumo cuidado.

—Es de los mas caros, sintético al fin y al cabo, pero, ¿quien a probado liquido de verdad? Hace siglos que no llueve.

—... ¿Estas seguro? ¿qué es H2o sintético?

—¿Y que sino? ¿Alguien a descubierto una fuente y sigue vendiéndola como artificial?, no tendría mucho sentido.

—Apuesto Schneider, en nuestro mundo hay muchas cosas que no tienen el menor sentido, si te paras a pensar en ellas.

—¡Ja! Es cierto señorita Hoffnung, por eso intento no pensar. Sino cumplir con mi deber y mi misión. Eso es todo lo que se espera de un Krieger.

Ella sonrió, me pareció apreciar condescendencia en su mirada. Esa chica hablaba más con los ojos que con las palabras, ¿o era su belleza que me hacia ver cosas, cosas ocultas en sus palabras?
Hizo un gesto coqueto y volvió la vista a la profundidad de la noche.

—¿Sabes que significa Kokoro?

—¿Kokoro? ¿Es alguna palabra antigua? —me miro y señalo con su dedo índice mi pecho.

—Es lo que en nuestro idioma actual llamamos corazón, late dentro nuestro y nos da la vida, nadie puede vivir sin él.
Claro qué, si son rápidos hoy en día, pueden sustituirlo por uno sintético.
Pero es más que eso.
Antiguamente se creía que eso es lo que nos hacia humanos.
Pero la humanidad a olvidado esa vieja palabra, y con ella, lo que significa. —volvió a admirar las titánicas vistas como si quisiera encontrar algo, algún secreto oculto entre todas las megaestructuras.

—¿Que hay de ti Sargento Schneider? ¿Tienes un corazón? ¿Latiendo dentro tuyo?

—Estoy vivo, así que lo tengo.

—¿Y te habla, te dice cosas? Te hace preguntas que no entiendes muy bien.

—Supongo, bella Rei, que late con fuerza, y, me dice que debo acabar con todos mis enemigos, si quiero seguir viviendo. Y ser un gran Krieger.

—Dicen que los TP son entrenados de tal manera que dejan de ser humanos, que son como una bestias bien adiestradas que solo piensan en luchar y ser cada vez mas poderosos. Con sus espadas cuánticas y su constante acumulación de nanoalmas. Unos asesinos sádicos que se autocontrolan con una fuerte disciplina. —Siguió mirando la oscuridad como si de un momento a otro fuera a ocurrir un espectáculo distinto del de cada noche.— ¿Es cierto? ¿Tu eres así?

—Puede ser una forma de verlo.

—¿Y que otra forma de verlo propondrías tu, joven Leyenda Schneider?

—Sin nosotros, ¿quien mantendría el orden? ¿Quien protegería las refinerias de H20 de los Graue Wölfe? Quien mantendría el equilibrio entre los diferentes clanes que luchan por los territorios de la ciudad. Quien evitaría que las mismas metacorporaciones no entraran en guerra entre ellas. Si somos un mal, somos el mejor mal, un mal necesario.

—Interesante exposición. Nos protegéis es cierto, aunque sea solo quitando la mala hierba a fuego y sangre.

Extendí mi brazo mostrando la ciudad en la luz fatua de la oscuridad.

—¿Que ves Rei Hoffnung? —mantuve el brazo ahí, como si aguantara la grandeza de NeoDeltoya.

—Veo tristeza, soledad, desesperación, veo un mundo que podría ser distinto.

—¿Distinto? Para hacer esa afirmación hay que estar muy seguro, de que otro mundo es posible.
Mira bien Rei Hoffnung, la ciudad, el mundo, esta dividido en dos.
Los que deciden y los que no deciden.
Cada uno toma su elección.

Ella asintió, con aprobación, como si todo le perteneciera y un pequeño individuo de sus dominios le hubiera dado una idea que no fuera del todo descabellada, incluso aceptable, pero que nunca aprobaría, ni formara parte de su visión de las cosas. Se que tenía contestación pero no la dejé.

—Y tu, Rei Hoffnung, ya tomaste tu elección. Claramente no eres una esclava, ni deciden por ti. Estás bien instruida, tu posición te da ciertas libertades y la daga saito que llevas oculta en el muslo izquierdo, me confirma, que además, sabes defenderte muy bien sola.
¿Quien te envía Rei Hoffnung? ¿La DSL?

—¿La DSL? ¿De eso tengo pinta? ¿De espía? ¡Vaya! Me lo tomare como un cumplido, Sargento Schneider.

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Espero que os haya gustado conocer un poco más a Rei, y de paso a Schneider.
Por la Vieja Guardia no olvidéis votar si disfrutáis con Primera Orden, será agradable contestar vuestros comentarios, lo que queráis.

Os dejo una pregunta lectores, algunos me lo habéis preguntado, ¿preferiríais un día fijo a la semana para que subiera los nuevos capítulos?

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