La torre se alzaba imponente en el distrito 35.
Antiguamente, mucho antes de que yo naciera, las cinco Torres debían dar una magnifica imagen. Según dicen, daba la impresión de ser el centro del mismo mundo. Cinco grandes mega estructuras con administración propia tan solo regidas por la Vieja Guardia y la cofradía, hay quien profesaba culto a alguna de ellas o a todas, cada una estaba dedicada a un gran espíritu.
La Vieja Guardia respetaba las antiguas creencias, y su fortuna y poder bien podía agradecer la providencia de los dioses o la total falta de compasión de estos. Jamás nadie pudo derrocar la Vieja Guardia, pero irónicamente el progreso y la rentabilidad de otras empresas acabo con su poder. Terminando en una posición más de convención social, vender orden y seguridad a la plebe, que de auténtico poder. Supongo que para los viejos kriegers es todo un símbolo que la única Torre que queda este ocupada por la TP, el pasado debe dejar paso al futuro.
Lo viejo debe dar paso a lo nuevo.
Los viejos dioses no ganan ni pierden guerras.
Somos nosotros quienes sangramos y morimos. Ser una verdadera leyenda es lo mas cercano que un hombre puede estar de ser un dios, la gente te aclama y venera como a esos seres que supuestamente rigen nuestras vidas. Y al igual que nosotros tarde o temprano otro nombre ocupa su lugar.
Ahora hay muchos creyentes del Gran Aullido, un ser mitológico que rige el mundo desde las estrellas, un animal que según dicen domino la tierra cuando los lobos existían.
Si los lobos existían y el Gran Aullido rige el mundo, yo soy la jodida reencarnación de Badakku II. Todas esas historias de abuelos me aburrían más que las reuniones geopolíticas de la corporación.La Mayor Katsuragi había acoplado su hypermoto en el elevador e hicimos lo mismo. Dagmar babeaba como si fuera la primera vez que la viera. Creí que ya se habrían acostado alguna vez, pero al parecer, el Capitán Blutgeld era demasiado aniñado para los gustos de la Mayor.
—Preparate para el protocolo de mas alto rango Sargento Schneider, os espera nada más y nada menos que el mismísimo Capitán General junto con el núcleo duro de la TP.
—¿La cúpula al completo? Parece que los acontecimientos han dado un gran giro en las últimas horas.—dije.
El cristal reflejaba nuestros cuerpos casi sin dejar ver la ciudad que iba quedando pequeña desde lo alto.
—Parece que habrá cambios en mi papel Mayor Katsuragi, espero volver a trabajar juntos.
—No te quepa la menor duda Capitán Blutgeld.
—¿Un Capitán recién ascendido asistirá a la reunión? Parece que las misiones extraoficiales han dado su fruto, Dagmar. Aquí hay una trama mucho más vasta de lo que creía, si habéis trabajado en el mas alto secreto ¿porque dejaros ver esta noche en un club?
—Podria decírtelo cariño, pero ¿para qué?
Hay mucho que contar y poco tiempo, en breve podremos juntar todas las piezas del rompecabezas. —Katsuragi me clavo los ojos.—¿Me estas diciendo que ni siquiera tú, de la DSL estas al corriente de todo?
—Nadie esta al corriente de nada, Sargento Schneider. El Consejo Directivo Global sólo se a preocupado del progreso sin ningún tipo de orden y...
—Y nosotros nos hemos dedicado a sacar la basura. -dije.
—Eso parece.
—Sargento, Mayor Katsuragi, en cualquier caso estamos en el mejor lugar posible. Las metacorporaciones tienen poder económico pero no tienen la fuerza. Mi propia familia no debe de saber nada todavía y eso que sus conexiones con las altas esferas son de sobra conocidas, sinceramente, prefiero estar aquí con mi espada cuántica preparada que nadando en el lujo de los puntos neurológicos sin verlas venir. En momentos de crisis lo que vale es esto. —y señalo con la mirada su espada, de la cuál nunca conseguía recordar el nombre.
Llegamos a la planta y cambiamos de plataforma magnética, las hypermotos siguieron su curso hacia el depósito.
—Capitan Blutgeld adelantate, el Sargento debe pasar por enfermería.
Asentí y Dagmar siguió hacia arriba.
Katsuragi me llevo directo a la sala de regeneración pero con unas suturas seria suficiente. No estaba para perder tiempo en curas exageradas.—Escucha Schneider, es de vital importancia que no menciones a Rei por ahora.
—No te entiendo Katsuragi. La cúpula esta al corriente de todo, fueron ellos quienes te encargaron...
—-No es tan sencillo. Esta habiendo fracturas entre la DSL y la TP.
—¿Estas totalmente segura de esto?
—Según Otomo, a prometido a Muramasa que cierta facción de la DSL los apoyaría para derrocar a la TP y al Consejo Directivo Global. No puedo garantizar que sea cierto, pero tampoco puedo desmentirlo hasta que no abra una investigación interna.
—Kazuya Nairobi no parece hombre de falsas promesas.
—Opino lo mismo, ojitos verdes.
—¿Esta bien ella?
—Lo está. Pero debemos protegerla a toda costa. Ella...
—¿Porque le interesa tanto a la DSL?
—Descargo sobre si misma cierta información que podría acabar con el monopolio sintético de H2O. La ubicación de una fuente natural, fuera de los límites de la ciudad.
—¿Arriesga su vida por una antigua información que no hay manera de saber si es verídica?
—¿Schneider, acaso no viste como es? Ella arriesga su vida si, por una esperanza. Quizás no compartamos sus creencias pero es admirable, y desde luego, hará falta mucho H2O después de las guerras venideras.
—La industria se va a paralizar y con ello los suministros básicos serán escasos, como sucede en toda guerra.
Katsuragi se acerco a mi, me agarró de los hombros y clavó su mirada en mi. Podía oler su dulce perfume. Su aliento cálido acariciaba mis labios. Se lo que intentaba con sus encantos y, aunque era una intención noble, quedaba lejos de nuestro deber.
—Schneider se que detrás de ese krieger deshumanizado aún hay algo humano en ti. Hemos servido juntos en infinidad de misiones. Perdiste tus ojos por mi.
Katsuragi hablaba en serio pero no se que tipo de insecto podía haberle picado para hablar así. Me daban ganas de follarmela ahí mismo, si hubiera tiempo, si no tuvieron todo el cuerpo lleno de profundos cortes. Si no hubieran cosas mas importantes que ella y yo.
—Sigo siendo humano, Mayor. Pero el deber es eso, analizar objetivamente cuál es la mejor opción en cada momento. En ningún caso subjetivamente. Salve tu vida porque ese era mi deber en la misión, bajo ningún concepto permitir la baja de la agente Katsuragi. Yo era reemplazable, tu no. Lo volvería a hacer, pero todo esto no tiene nada que ver. —Katsuragi me dio una bofetada.
—¡¿Es que no lo entiendes?! Lo hiciste porque jamás has antepuesto la misión a mi vida, nunca. Tus habilidades nublan el verdadero motivo de tus acciones.
—Si así fuera no dejaría morir a los demás.
—Nunca has sentido nada parecido, lo harías por Klaus, estoy segura.
—El Coronel Mayor no necesita que lo protejan, de eso puedes estar segura.
—¿Le dejarías morir Schneider? Dilo, ¿le dejarías morir?
—Si así lo requiere la misión, si. Y el debería hacer lo mismo. Así me lo inculco siempre, somos Kriegers, Mayor Katsuragi.
Es lo que somos.Katsuragi agarro mi cara entre sus manos con fuerza y me besó.
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Primera Orden
Ficção CientíficaPortada por @thedemonsdynasty Gif por @BlasfemiaBohemia ¿Puede amar alguien que ha perdido su humanidad? Cuando has escalado en la corporación de guerreros TrapiGuard a base de sangre debes dejar atrás empatía y sentimientos, solo cumplir órdenes...