11. Aullido Lunar

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Vi aparecer a 5 tipos. Mi experiencia me decía que 5 tipos que aparecen de repente, en una azotea, en vez de aparecer por una entrada como la gente común, no podían querer nada bueno.

- ¿Vas a honrarme con tu respuesta Rei?

Ella estaba atenta y disimulo siguiendo-me la corriente.

- Oh, no seas impaciente, ojitos verdes.

Su vestimentas recordaba a la de la ACOC pero seguramente debía de tratarse de un atuendo mas discreto de calle. Probablemente para algún tipo de maniobra que necesitara de no llamar la atención y sorprender al objetivo.

Llevaban rato cercándonos aunque no habían dejado que se notara su presencia.
Podía asegurar el perímetro si Rei derribaba a uno, y bloqueaba al otro de los que estaban en el techo, justo detrás de mi, y yo me encargaba de los otros dos justo detrás suyo, quedaría uno todavía, que ella podía neutralizar .
Eso si no eran demasiado rápidos y se daban cuenta antes, todo dependía de unos nanosegundos antes de que esto fuera un auténtico campo de batalla.

Antes de que ellos reaccionarán, Rei me hizo entender con un leve gesto que me apartara.
Deslizó su daga hábilmente y con un lanzamiento seco derribo a uno de los que estaba a mi espalda.
Antes de que los otros tres pudieran atacar, saque mi Blitz y cargué el campo cuántico, no necesitaba mucha energía, sino velocidad.
Salté sobre ellos y derribé a uno al vacío con un golpe seco en el pecho. Sin dar tiempo al otro a contraatacar, me deslicé al otro lado de la azotea.
Eche una rápida mirada y pude comprobar que Katsuragi había aparecido y le había cortado el cuello a los otros dos que quedaban, con un suave y sigiloso movimiento.

Mientras, Rei recuperaba su daga Saito con una llave de manos que fue lo último que sintió el pobre desgraciado.
Antes de que se diera cuenta su ropa se abrió en varios cortes superficiales.

Golpeé con la Blitz de forma que solo lo dejara fuera de combate. El tipo cayo a la terraza, donde Katsuragi y Rei se encontraban con los otros dos, uno mas muerto que las calles del mercado en una noche de fiesta nocturna y el otro semiiconciente por los cortes.
Había añadido mi aportación.
Rei sonreía mientras limpiaba su daga Saito.

- Bueno, ya ves que al final no hará falta contarte nada. ¿Verdad Mayor Katsuragi?

- Si están aquí, habrá más.

Katsuragi agarró al tipo que le quedaba mas cerca, el de los cortes de Rei y empezó a sacudirlo.

- ¡¿Quien dio la orden?! ¡¿Quien?!

Salte de vuelta a la terraza y ví como el tipo al que había tirado desde lo alto reaparecía con 5 hombres más, entre ellos se podía distinguir quien estaba al mando.

Era una mujer con la cara tapada con un velo de camuflaje cambiante.
Llevaba una espada cuántica que no era de serie, solo con verla quedaba claro que no eran de esas espadas que se fabrican hoy en día.
Lo supe al ver la legendaria espada Rache, se trataba de la Sargento Krüger de la ACOC.

Antonia Krüger, también conocida como viuda negra.

Una guerrera temible de la que había escuchado incontables hazañas. Según dicen, fue ella la que acabo con Eberhard Süskind, anterior propietario de la Rache, Krieger Alfa de la TP.
La Sargento Krüger levanto el velo y mostró su atractivo rostro, no carente de alguna marca de innumerables batallas.

- Veo que hay mas público del esperado. ¿Por que motivo interferís los de la DSL y la TP por un objetivo de la ACOC?

Antes de que pudiera hablar o decir nada Katsuragi se adelantó:

- La presente esta bajo custodia de la DSL, soy la Mayor Katsuragi y bajo la autorización de la Trapiguard Inc. y la delegación de la DSL necesitamos a Rei Hoffnung para interrogarla. Queda bajo nuestra jurisdicción.

Krüger sonrió con condescendencia, y acto seguido desenvaino la Rache.

- Mayor Katsuragi de la DSL: declaras oficialmente que la DSL y en consecuencia la TP, ¿interfieren en un objetivo de la ACOC?

Katsuragi sacó su daga Hanzo con un veloz movimiento de antebrazo mientras el arma empezaba a destellar y a acumular nanoalmas para su ofensiva, los dedos de Katsuragi se movían como en una danza invisible donde la daga bailaba a su voluntad, casi flotando en su mano.

- Rei Hoffnung esta bajo custodia de la DSL, Sargento Krüger, no tenemos inconveniente en tramitar el traslado cuando la hayamos interrogado, de lo contrario... No estoy autorizada a ceder a la custodiada.

Lo que estaba ocurriendo estaba claro, Rei estaba bajo custodia de la DSL por algún motivo, quizás era una agente de la DSL que yo desconocía. Puede que llevara años infiltrada en algún clan o grupo de la competencia, posiblemente la propia ACOC, que estaba vinculada a la Masamune Inc.
Rei todavía con la daga Saito en posición de ataque me miró socarrona.

- Te lo dije, parece que al final me van a ahorrar las explicaciones. He sido una chica extremadamente mala, Sargento Schneider.

- Ahora mismo me dan igual las explicaciones srta. Hoffnung, si estas bajo la custodia de la DSL, mi deber es evitar que nada ni nadie se te lleve.

Rei sonrió descaradamente y asintió.

-- Será un placer ser su prisionera, Sargento Schneider.

Los hombres de la ACOC, incluido el que lanzé por el tejado desenvainarón sus espadas cuánticas de serie.

- Soy el Sargento Schneider, Krieger Beta, responsable del séptimo escuadrón de la TP. Como máxima autoridad al mando de la TP en estos momentos, exijo que la ACOC se retire, debemos custodiar a la detenida hasta la torre. Una vez negocien nuestros superiores, veremos cuál es el paso a seguir.

Alzé la Blitz en señal de que no íbamos a ceder bajo ninguna circunstancia.
La viuda negra alzo su legendaria Rache forjada por el mismísimo Nihei Saito y dejo claro que aquí nadie se iba a ir sin más.

- Sargento Schneider, he escuchado maravillas de ti, lamento conocernos en estas circunstancias pero mis instrucciones son claras.
Si la DSL o la TP intentan interferir no hay nada mas que hablar.
Mayor Katsuragi, Sargento Schneider: Rei Hoffnung queda bajo la custodia de la ACOC por espionaje y tráfico de información.
Rei Hoffnung alias "Aullido Lunar" del grupo clandestino Graue Wölfe, debe ser detenida.

Estaba todo dicho. Cargué el campo cuántico, acumulación de nanoalmas, puntos neurológicos al máximo.
Katsuragi hizo lo mismo.

- Os deseo fortuna en las batallas venideras, Sargento Krüger.

Y con esta declaración el duelo estaba sellado.

Katsuragi se dispuso a encargarse del resto de agentes de la ACOC. La brisa nocturna seguía aullando pero con un ánimo diferente a horas atrás. Correría sangre.
Rei ya no parecía una chica misteriosa, era un misterio andante, aliada de Katsuragi, miembro del grupo agitador de los lobos y al parecer había cabreado a la ACOC infiltrándose en su corporación.

- Lamento que tenga que ser así Sargento Schneider, cada cuál cumple con su deber.
La Sargento Krüger, Krieger Alfa de la quinta delegación de la ACOC, desea que alcanzes la gloria en los días que están por venir.

Cargó su campo cuántico, alzó su legendaria Rache, acumuló sus nanoalmas dispuesta a emprender la ofensiva.
Rei Hoffnung cargo las nanoalmas de su daga Saito, cubrió el resto del espacio formando un triángulo junto a mi y Katsuragi.

- Parece que soy el suculento premio esta noche, pero esa no es la peor parte.

Rei me guiñó un ojo, y supe que había verdad en ella, al igual que había verdad en una descarada como Katsuragi.

Antonia Krüger, la viuda negra, empezó su ataque con la legendaria Rache.
El furor de la energía cuántica venia hacia mí. Mi Blitz iba a nutrirse con mas nanoalmas antes de que la negra noche llegará a su fin.

Primera OrdenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora